Tell Tail Signs: tecnología de imágenes para la detección precoz de caudofagia en cerdos

Emma M. Baxter Rick Brian D’Eath
24-ago-2020 (hace 4 años 2 meses 28 días)

El desafío: predecir lo impredecible

Uno de los muchos desafíos asociados a las mordeduras de cola o caudofagia es que los brotes parecen ser impredecibles, ya que a menudo comienzan sin ninguna causa aparente. El método más usado para reducir el riesgo de caudofagia es el corte de colas en lechones antes de los siete días de edad. Sin embargo, esta práctica debe considerarse como último recurso tras mejorar otros factores de riesgo, como proporcionar suficiente espacio y enriquecimiento ambiental. El corte de colas es una mutilación indeseable. Es un proceso doloroso para los lechones y no elimina por completo el problema de las mordeduras de cola. El corte rutinario de colas no está permitido en la UE desde hace más de 25 años, mediante la directiva de bienestar porcino (Directiva 91/630/CEE) enmendada en 1994 para incluir esta regulación y actualizada posteriormente para reiterar la eliminación del corte de colas de forma rutinaria (Directiva del Consejo 2008/120/CE). A pesar de esta normativa, más del 70% de los cerdos en la UE tienen la cola cortada. Los ganaderos son reacios a dejar las colas intactas, en parte debido a la naturaleza impredecible de los brotes de caudofagia. No obstante, investigaciones recientes muestran que existen cambios de comportamiento en los cerdos antes del inicio de un brote.

¿Cuáles son las primeras señales de alerta ante la caudofagia?

Se han realizado varios estudios que examinan el comportamiento de los cerdos en el período previo a un brote de caudofagia. El aumento de la actividad, el incremento de conductas dirigidas a colas y objetos y la posición baja de la cola son signos de comportamiento observados antes de un brote. Nuestra investigación en el SRUC se centró en los cambios en la posición de las colas como un indicador prometedor para ser investigado en profundidad. Grabamos en vídeo a cerdos de engorde las 24 horas del día durante todo el periodo destete-cebo para observar de manera continuada los cambios en la posición de sus colas. Se utilizaron 23 grupos diferentes (aproximadamente 27 cerdos por grupo) con las colas intactas en condiciones intensivas. En 15 grupos tuvieron lugar brotes de caudofagia, y en 8 no hubo ningún brote. Los grupos con brotes habían alterado la posición de las colas, con menos colas enroscadas y más colas bajas y entre las patas en comparación con los grupos sin brotes (control). Hubo cambios significativos en la posición de las colas en la semana previa al brote, en los grupos con brotes las colas bajas y remetidas aumentaron del 15% (7 días antes del brote) al 20-25% (1 día antes del brote). Esto demuestra que la posición de las colas tiene potencial como indicador de alerta precoz de un brote de caudofagia, pero ¿es fácil observar la posición de las colas en la granja?

Figura 1. Porcentaje de colas bajas en los días previos al brote. 

A nivel mundial, la producción porcina, como otros sectores ganaderos, está más integrada con un aumento del número de explotaciones de gran tamaño sin un incremento paralelo del numero de trabajadores en las granjas. Esto significa que la proporción operarios/animales no favorece necesariamente al animal a la hora de la vigilancia individual. Una encuesta realizada en granjas porcinas de tamaño mediano a grande en los Países Bajos mostró que los ganaderos con granjas de gran tamaño dedican (de promedio) 5 segundos por día por cerdo de engorde en la inspección, con un tiempo promedio en la granja más grande encuestada (10.000 cerdos) de <1 segundo por día (HAS University). Por lo tanto, la magnitud de los cambios observados en la posición de las colas en los grupos con brotes no sería tan fácil de detectar por el personal durante inspecciones tan breves. La vigilancia continua de los animales usando herramientas de Ganadería de Precisión (PLF) es un método para detectar automáticamente las alteraciones en la posición de las colas.

Detección automática del comportamiento

La PLF utiliza diversas tecnologías de sensores que recogen información de los animales, de grupos de animales o instalaciones. Los algoritmos traducen esta información recogida en datos útiles para el ganadero (por ejemplo, indicadores clave de rendimiento, salud o bienestar). Al recoger continuamente información sobre individuos o grupos, los algoritmos pueden detectar cuándo ocurren cambios en el comportamiento normal. Identificar estos cambios antes de la típica inspección visual es clave para que esta tecnología sea útil para el ganadero. En el caso de la caudofagia, cuanto antes se pueda predecir un posible brote, más fácil será para el ganadero detenerlo antes de que llegue a ocurrir.

Para nuestro proyecto, se colocaron cámaras 3D (con tecnología de tiempo de vuelo) para medir automáticamente si las colas de los cerdos estaban levantadas y enroscadas, o bajas. Esta tecnología ya se usa para medir el peso de los cerdos y nuestros socios industriales adaptaron los algoritmos para la detección de la posición de las colas. El validación de la idea se realizó en una de nuestras granjas de investigación y los datos 3D de los grupos con brotes de caudofagia mostraron que la proporción de detecciones de colas bajas aumentaba antes del brote y se reducía después del brote.

Figura 2. Proporción de colas bajas  en relación con el momento de aparición del brote de caudofagia.

Confiando en la tecnología

Para validar aún más la tecnología, se verificaron visualmente 926 casos de posición de cola en 3D frente a grabaciones de vídeo 2D. Los algoritmos podían detectar colas bajas con una precisión del 74%. Se concluyó que la tecnología de cámara 3D puede detectar automáticamente las diferencias en la posición de las colas. Se están optimizando aún más estos algoritmos para probar la tecnología en diferentes tipos de granjas y longitudes de cola y desarrollando un sistema de detección automatizado que pueda alertar a los ganaderos de un brote inminente (proyecto TailTech).

Impacto

Evidencias de comportamiento fiables de cuándo es inminente un brote proporcionarían a los ganaderos herramientas para mitigarlo en momentos clave (por ejemplo, proporcionando enriquecimiento adicional), evitando así el dolor y el estrés por mordeduras. El proyecto también tiene como objetivo reducir la necesidad de cortar las colas, abordando así preocupaciones éticas y de bienestar. La disminución de mordeduras de cola reduce el riesgo de decomiso de la canal en el matadero, así como la reducción de costes veterinarios y laborales en la granja. Las lesiones de las colas y las infecciones secundarias posteriores se tratan en la granja con antibióticos, por lo que una reducción de este problema ayudaría a abordar la creciente preocupación por la resistencia antimicrobiana en la sanidad humana.