PCV-2d, PCV-2b, PCV-2a. ¿Qué relevancia tienen para el veterinario las diferencias entre genotipos

Joaquim Segalés
29-jun-2020 (hace 4 años 4 meses 26 días)

Cuando se estudiaron los grandes brotes de Circovirosis porcina que se dieron en Europa, Asia, Norte América, etc, en todos los países donde se analizaron estos problemas sanitarios, alrededor de los años 2001-2004, coincidió de una manera muy clara con un cambio en la prevalencia del genotipo a hacia el b. La frecuencia de problemas graves con genotipo a era mucho menor que con genotipo b. Y la pregunta obvia es ¿por qué cambió la frecuencia de estos genotipos? Estamos hablando de un periodo donde no había ninguna presión inmunológica vacunal. Actualmente nos encontramos con otro cambio, en el que el genotipo que se encuentra más frecuentemente ha pasado del b al d. ¿Por qué suceden estos cambios de prevalencia? Se especula que la presión de vacunación haya podido afectar a este cambio, en base a la idea de que la cobertura vacunal fuera más efectiva frente al b que frente al d. Pero esto no dejan de ser especulaciones y más si recordamos que todas las vacunas comerciales a día de hoy están basadas en PCV-2a.

Lo que sí se ha verificado es que las vacunas basadas en PCV2-a ofrecen protección frente al resto de genotipos de PCV-2.

¿Cuántos genotipos de PCV-2 se conocen a día de hoy?

Recientemente, en colaboración con el Dr. Giovanni Franzo, de la Universidad de Padua (Italia), decidimos hacer una recapitulación de genotipos basándonos en criterios de genotipado más modernos que los utilizados originariamente en el 2008. Tuvimos en cuenta genotipos que estuvieran presentes con un cierto número de secuencias. En este proceso llegamos a establecer 8 genotipos (a,b,c,d,e,f,g,h), aunque dentro de los genotipos descritos hay algunos que están poco representados.

A modo de resumen, el PCV-2c se describió de manera retrospectiva en Dinamarca cuando se estaba estudiando el cambio de prevalencia de PCV-2a a PCV-2b en relación con el inicio de los problemas clínicos de Circovirosis. Este PCV-2c se encontró posteriormente en unos cerdos salvajes en Brasil y también en China. PCV-2e se encontró en México y Estados Unidos y el PCV-2f en China. Lo que podemos afirmar a día de hoy es que el genotipo que circula más frecuentemente es el d, seguido por el b y el a. Esto no quiere decir que los otros genotipos no circulen, pero no tienen el mismo nivel de representatividad y de distribución geográfica que los otros tres.

¿Cómo afecta el fenómeno de la recombinación en PCV-2 a la eficacia de la vacuna?

Es cierto que la recombinación es un fenómeno que se da en los circovirus. Se dan cambios de secciones entre virus y también pueden darse entre genotipos distintos. ¿Cómo afecta esto a la efectividad de la vacuna? Hay que tener en cuenta que las vacunas se hacen en base a la única proteína de cápside que presenta PCV-2, uno de los virus más simples que se conocen. Si pensamos en el caso de una hipotética recombinación entre el genotipo b y el d que afectara a toda esta sección, tampoco esperaríamos problemas de protección de la vacuna. Podría ser un problema si la recombinación afectara solo a una porción del genoma, pero las recombinaciones no se producen de forma aleatoria, tienen lugar en puntos concretos. Por todo ello, y teniendo en cuenta que tampoco se han hecho estudios específicos, a día de hoy no se considera que las recombinaciones sean una fuente de variación lo suficientemente grande como para que afecte a la capacidad de protección de las vacunas actuales. En estos casos esporádicos de granjas que vacunando frente a PCV-2 han presentado casos diagnosticados como circovirosis clínica, tampoco se han asociado a la presencia de virus recombinantes.

¿Puede cambiar en un futuro la frecuencia de los distintos genotipos de PCV-2?

Es algo que desconocemos a día de hoy, pero podría pasar como ya ha sucedido. Se habla de la influencia de la presión vacunal, pero no lo sabemos. De hecho, actualmente todavía no sabemos porque el genotipo b tuvo “más éxito” y tuvo lugar el cambio de frecuencia del a al b.

El interés y la discusión sobre la importancia de los genotipos quizás ha aumentado a raíz de estos casos esporádicos donde se han observado casos de circovirosis clínica en granjas que estaban vacunando frente a PCV-2. Cuando se han genotipado, la mayoría de estas granjas tenían genotipo PCV-2 d. Muchos técnicos plantearon la duda de que quizás se debía a que este genotipo escapaba a la acción de la vacuna, o presentaba mayor grado de patogenicidad, pero creo que este hallazgo solo refleja el hecho de que a día de hoy el PCV-2d es el que genotipo que encontramos más frecuentemente en las granjas. De hecho, se han realizado estudios en base a un diagnóstico clínico de circovirosis porcina, estudiando que genotipos se hallaban presentes y se han encontrado representados los tres que se aíslan más frecuentemente (a, b y d). Además, cuando se vio que el genotipo d estaba aumentando en frecuencia, y ante la duda de si las vacunas actuales proporcionaban protección contra este genotipo se realizaron infecciones experimentales y el resultado fue que las vacunas cubren este genotipo de la misma manera que sucede con el a y con el b.