Resumen de la Allen D. Leman Swine Conference 2019 (4/6): Reproducción

Antonio Palomo Yagüe
21-nov-2019 (hace 5 años 26 días)

Using new innovations to measure, manage and trouble shoot reproductive performance – University Alberta & University Minnesota Workshop

RON KETCHEM: An overview of sow performance – challenges we are facing today – Swine Management Services

Presenta datos de granjas de EEUU, Canadá, Australia y Latino América desde 2005 con tamaños de 125 a 11.000 cerdas (800 granjas con un total de 1.6 millones de cerdas y un tamaño medio de 1.700 reproductoras) que pertenecen a productores independientes en su mayoría y utilizan 26 programas de gestión diferente y de diferentes genéticas. El top ten de las granjas tienen 15,71 nacidos totales con una fertilidad del 89,7 % y una tasa de reemplazo del 61,5 % con una tasa de mortalidad de cerdas del 8,2 % (una media del 10 %) y 12,70 de destetados vivos (11,29 la media y 10,33 el 30 % de las peores). La mortalidad de lechones lactantes va del 10,5 al 18 %. En los últimos 14 años la tasa de productividad de nacidos totales ha pasado de 30,8 a 38,4 con una desviación considerable. La tasa de supervivencia de los lechones lactantes entre las mejores granjas (83,8) y la media (78,3 %) es de 5 puntos con una mejora de 2 puntos en los últimos 14 años. Los puntos críticos se centran en la toma de calostro (mayor en los primeros nacidos), prácticas de adopción, peso al nacimiento (1,42 kg con 91,39 % de supervivencia frente a 74,6 % los de 1,16 kilos).

La mortalidad de cerdas ha pasado del 5,9 % en 2006 al 8,1 % en 2019 en el 10% de las mejores granjas (9,2 al 10 % de media). El 23 % de las granjas tienen mortalidades del 12 % o superiores. Cada 1 % de mortalidad se reducen en 0,25 los lechones destetados por cerda y año. Es significativo que las mejores granjas tienen menor mortalidad con una gran variabilidad en cuanto al número de cerdas por trabajador en granja y dicha mortalidad es superior en las granjas con más de 2000 reproductoras. Un porcentaje considerable de cerdas muertas y sacrificadas corresponden a cerdas entre 0 y 2º ciclo reproductivo (< 40 %). Y la mortalidad del 30 % de las cerdas se centra en 9 días, entre el 115 y 123 del ciclo reproductivo, con el mismo porcentaje de las mismas (29,1 %) que son por causas desconocidas, seguidas de muertes súbitas (15,2 %), dificultad en el parto (15,1 %), prolapsos (8,22 %), problemas locomotores (7 %).

El desarrollo de las futuras reproductoras para una mejor vida productiva es multifactorial (genética, ambiente, nutrición, sanidad, manejo…). Es esencial seleccionarlas por unos buenos aplomos, elevado número de tetas funcionales (relación directa con calostro ingerido por lechones – producción de calostro y la supervivencia de los lechones con mayor peso de la camada al destete). El periodo destete a primer servicio (IDC) es esencial para reconducir su vida reproductiva (entre 2006 y 2019 ha pasado de 6,01 a 5,44 días en el 10 % de las mejores granjas (6,93 a 6,68 días la media) siendo igualmente importante cómo se agrupan en la salida a celo las cerdas en el día 5. En este punto la pauta de alimentación en lactación es crítica.

En cuanto a la fertilidad, ha aumentado del 85,9 %, en 2005, al 89,8 %, en 2019, en las top 10 (79,7 al 85 % en la media). El triángulo de la fertilidad es la cerda – el semen (verraco y calidad – conservación) y el trabajador.

El desarrollo de la nutrición es esencial en la mejora de los datos productivos centrada en el desarrollo de las futuras reproductoras, dietas de transición entre gestación y lactación, piensos-consumo basados en la edad y producción de la cerda, flushing después de la inseminación de nulíparas y destetadas, alimentación ad libitum en lactación, calidad de los alimentos (control calidad materias primas, contenido en micotoxinas...) y el óptimo coste de alimentación de las cerdas para una óptima producción. “Lactation diet is key to improving colostrum production” – NCSU Dr. Mark Knauer.

La motivación del equipo de trabajo en las granjas, su formación continuada, su entrenamiento y política de recursos humanos positiva es crítica para obtener unos adecuados parámetros reproductivos. Hay una relación directa entre satisfacción de los trabajadores y la productividad de las granjas. “Caring Trained People”

ROBERT KNOX - Factors influencing follicle development in gilts and sows and management strategies used to regulate growth for control of estrus and ovulation – University of Illinois Champaign - Urbana

Los 4-6 días previos a la ovulación, en los que se desarrollan los folículos ováricos, son importantes en la calidad de los mismos y en la expresión del celo, grado de ovulación, tamaño de camada y calidad de los lechones. Los receptores de FSH/LH están basados en el tamaño de los folículos ováricos para su salud y crecimiento. El porcentaje de folículos sanos de tamaño pequeño, mediano y largo cambian durante la fase folicular. A nivel de granja los problemas de fertilidad se centran en la expresión del celo (estrógenos, folículos o Feed back) centrados en salida a celo después de los 7 días, intervalo irregular entre estros y salida a celo de nulípara, que se manifiestan con anoestros en cerdas y retraso en la pubertad (celo silente 52 %, ovarios inactivos 25 % u varios quísticos 6 %). Las cerditas de reposición, que suponen el 20 % del censo de la granja, para que tengan un correcto desarrollo reproductivo precisan ponerse en contacto con verracos entre 160-190 días (esencial para el desarrollo folicular), teniendo en cuenta también número/calidad/edad de los verracos por número de cerditas, duración de la exposición física (dos veces al día e interacción verraco–cerda). Tener una nutrición correcta de las futuras reproductoras que nos permita un crecimiento hasta la pubertad de > 600 g/día (600-800) es un factor crítico en la fase folicular. Ciertos factores que suprimen la producción de folículos y el celo son el estrés por calor, la densidad elevada (< 1,3 m2/cerdita), pobre calidad del aire (> 22 ppm NH3), mala calidad del alimento tanto cuali como cuantitativa. Es importante una elevada nutrición antes de la fase folicular para optimizar la tasa de ovulación y el desarrollo de los embriones, de la misma manera que lo es hacer flushing de alimentación en los 10 días previos a la inseminación (multiplicar el consumo energético por 1,5 – 2 veces).

La selección de cerdas por alto ratio de ovulación y supervivencia embrionaria permite una mayor cantidad de folículos medios sanos al final de la fase folicular, dando lugar a una mejora en el tamaño de la camada.

La recolocación (estrés) de las cerditas en diferentes locales antes de la primera inseminación (3 semanas antes del celo previsto), favorece el intervalo entre celos posterior.

En cuanto al manejo de las cerdas destetadas, partimos de que al menos el 90 % se inseminan dentro de los primeros siete días, prestando especial atención a las cerdas de primer y segundo parto. Lo que condiciona su salida a celo es la pérdida de condición corporal en lactación (> 13 % reduce hasta un 20 %), la reducción en consumo de pienso en lactación y post-destete (> 25 % reducción supone una pérdida de un 20 %), destetes demasiado tempranos, excesiva densidad, elevada temperatura, mala renovación de aire y deficiente exposición a verracos. A medida que se alarga el periodo destete a salida a celo, la calidad de los folículos ováricos sigue el mismo destino, lo que dará lugar a una menor tasa de fertilidad y peor prolificidad al ciclo siguiente (ideal que el 80 % estén entre día 4-5 y 6). Hay una correlación positiva entre tamaño de los folículos, tasa de ovulación y porcentaje de fertilidad. La ovulación ocurre 24-48 horas después del inicio de los signos de celo y requiere 2-3 horas para completarse teniendo folículos de diferente tamaño.

Las oportunidades que tenemos en el futuro pasan por entender mejor la inhibición de la fase folicular y el anoestro, mejorar la sensibilidad en cuanto a la exposición al verraco y mejorar la regulación de la selección folicular en cuanto a la tasa de ovulación.

NICK SERAO – Predicting reproductive performance of commercial sows using genetic markers and acclimation procedures. Iowa State University

La aclimatación de las cerditas de reposición supone dotarlas de las mejores condiciones para su futura vida reproductiva y evitar la entrada de nuevos patógenos así como identificar los animales inferiores que no debemos introducir en producción. Para ello es muy importante recolectar datos en las granjas comerciales y no solo en las granjas de alta selección (GGP – multiplicadoras) ya que es donde se expresan además algunos de los parámetros no seleccionados, lo que nos permite conocer la relación genética entre los pedigrís x genotipos. La recolección de datos a nivel de granjas comerciales es una labor tediosa y costosa para la obtención de algunos parámetros como el consumo de alimento, peso al nacimiento y otros más sencillos como nacidos vivos/muertos/momificados, destetados vivos… correlacionados con los tamaños de granjas, climatología, infraestructuras de granja, personal, atención veterinaria…

La parte positiva está en las nuevas tecnologías genómicas, fenómicas - big data (microbiómica, proteiómica, transcriptómica, sensores...), modelos estadísticos y procesos analíticos informáticos. Trabajan así en mejorar los rasgos de baja heredabilidad para lo que consideran preciso apoyarse en el Proyecto de Aclimatación de Nulíparas (PigGen – 7 compañías que incluyen 3 granjas multiplicadoras y 23 granjas comerciales – 2-4 por granja multiplicadora) que incluye el efecto de los procesos de aclimatación, estimación de la heredabilidad, predicción genómica y GWAS (Genome-Wide Association Study). Durante y después de la fase de aclimatación analizan el estado sanitario de las cerdas, pautas vacunales (Mycoplasma hyopneumoniae, Gripe, PRRSv), contacto directo e indirecto con otros animales durante dicha fase, conjuntamente con los datos productivos (nacidos vivos, muertos y momificados). Describen que, tras la aclimatación, la heredabilidad estimada de los diferentes parámetros productivos entre cerdas individuales a lo largo de su vida reproductiva es variable. Tanto los nacidos muertos como los momificados tienen una baja heredabilidad (0,12 y 0,02 respectivamente).

Nuevos proyectos de investigación se basan en la heredabilidad entre genotipo y fenotipo de las cerdas de reposición en cuanto a la respuesta a la vacunación frente a PRRSv, su microbiota vaginal y los parámetros reproductivos durante su vida productiva. Las bacterias de alta heredabilidad para este fin son Clostridium sensu stricto, Turicibacter, Muribaculacear, Romboustsia y Anaerococcus (objetivo: clasificar dos grupos de animales según la concentración de su microbiota – incluso la respuesta de anticuerpos frente a PRRS puede tener una influencia según la microbiota).

El mayor tamaño de la vulva en el momento de la pubertad guarda relación directa con el tamaño de la camada, además de tener una elevada heredabilidad. La base genómica de selección en este parámetro es variable según genéticas, y es uno de los parámetros que tienen valor a validar en las granjas comerciales, lo que puede acelerar el progreso genético.

DAVID ROSERO – Optimal sow nutrition to maximize sow lifetime productivity – The Hanor Company

Tanto la prolificidad como la producción lechera de las cerdas en las últimas tres décadas se ha incrementado considerablemente (10,2 a 13,1 nacidos vivos, 8,6 a 11,3 destetados vivos y 6,5 a 9,4 litros/cerda día de leche). Respecto a las vacas lecheras, las cerdas en lactación producen 67 g de leche por kilo de peso vivo (frente a los 69 de las vacas) con mayores niveles de lactosa, grasa y proteína en la leche de la cerda que en la de la vaca. El objetivo de la alimentación de las futuras reproductoras se basa en su adecuado crecimiento, adecuado desarrollo del aparato reproductivo, desarrollo óseo y esquelético. El tamaño de camada en primer parto se replica en los siguientes, siendo crítico el correcto desarrollo individual de las cerdas en su fase de futura reproductora y momento de la primera inseminación: no restringir el alimento ni el agua (17 litros/día), altos niveles de calcio y fósforo, así como premezcla vitamínica específica de reproductoras (vitamina A, D, E, colina, fólico, biotina, tiamina, riboflavina...) en lugar de pienso de cerdos engorde.

En las nulíparas, después de la inseminación es tan importante mantener niveles elevados de consumo (2,5 vs 1,8 kg/día) para mejorar el desarrollo embrionario sobre todo entre los días 6 y 30 de gestación, como lo es un nivel de consumo considerable desde el 90 días de gestación al parto para el correcto desarrollo del tejido mamario. Debemos evitar en todo momento que las cerdas lleguen grasas al parto, ya que tendremos mayor mortalidad en lechones lactantes, lo mismo que si están delgadas, además de penalizar la producción lechera. Por lo tanto, hay una correlación directa entre una adecuada condición corporal y la productividad (fertilidad, prolificidad y mortalidad de lechones lactantes). Una mala condición corporal (Caliper 6-20) en un ciclo reproductivo repercutirá de forma negativa en los siguientes.

Desde el día 90 de gestación hasta el parto las necesidades de energía y aminoácidos se ven aumentados para cubrir el desarrollo de los fetos, el desarrollo mamario y el flujo sanguíneo, evitando pérdidas de grasa de la cerda (catabolismo).

Tanto la duración del parto como los nacidos muertos se reducen si la cerda tiene acceso al alimento con menos de 3 horas desde el comienzo del parto (índice glucémico – nivel insulina).

La incorporación de grasas a las dietas de cerdas lactantes mejora tanto la condición corporal de la cerda como el crecimiento de la camada, especialmente cuando son fuentes ricas en ácidos omega 3 y 6 (ácido linoleico). Esto se ve especialmente reflejado en épocas estivales, donde tiene un mayor impacto sobre la infertilidad estival.

El aporte del pienso de lactación durante el periodo destete-inseminación mejora tanto el intervalo destete-inseminación como la fertilidad, e incluso el tamaño de camada al siguiente parto, sobre todo en aquellas cerdas con su condición corporal comprometida en el momento del destete. Las mejoras son considerables cuando las cerdas en este periodo ingieren mayores niveles de energía, lisina, vitamina E y ácido linoleico). "Getting the Basics Right - To measure is to know".

FABIO VANNUCCI – Experiences with diagnostic investigations of reproductive cases: new approaches and old challenges – University of Minnesota

La investigación de las causas de abortos en muchas ocasiones suelen ser muy frustante desde el punto de vista diagnóstico. Es básico el conocimiento de las bases de los mismos y los cambios en el tiempo. La definición de aborto incluye un bajo nivel de progesterona producida por el cuerpo lúteo con una disrupción del equilibrio endocrino de la gestación. La implantación se produce entre los días 10-16, la mineralización ósea comienza al día 35 y el comienzo de la inmunocompetencia en el día 60-65 de gestación.

Debemos comenzar por conocer el historial de la granja y el problema clínico, la patogénesis de los agentes potencialmente patógenos y la evolución por fases de gestación – ciclos y temporalidad. La toma de muestras es crítica y muy diferente dependiendo del tipo de cuadro de problemas. Si se producen abortos agudos versus abortos recurrentes en diferentes fases de producción requerimos múltiples muestras en el tiempo (conocer la historia clínica de la granja). En este caso el envío de muestras de las primeras cerdas abortadas puede no ser la mejor opción. En los protocolos de investigación de abortos es esencial saber si los lechones son normales, momificados o autolíticos (macerados). En cuanto a las estrategias de toma de muestras debemos considerar si la infección es fetal (PRRSv, PPV): en general el problema se produce después de 14 días de la infección, las cerdas tienen seroconversión y no tienen una infección sistémica (viremia, bacteriemia); en fetos y placenta se puede detectar el patógeno pero no con una distribución similar, siendo necesario tomar 4-6 fetos de al menos 3 camadas. Si el problema se deriva de enfermedad de la cerda en fase aguda, la cerda no necesariamente ha seroconvertido y tanto en fetos como placenta puede no encontrarse el patógeno (gripe, mal rojo...).

En cuanto a las lesiones, no siempre son representativas. En infecciones virales por abortos, las lesiones macroscópicas suelen ser más visibles, y en infecciones bacterianas/fúngicas podemos tener hemorragias placentarias, necrosis en animales afectados... Las lesiones microscópicas son muy poco evidentes, de forma que en infecciones virales son frecuentes las inflamaciones no supurativas y linfocíticas mientras que en las bacterianas lo son la neumonía/placentitis supurativa (Brucella, Clamidia). Junto con las muestras enviadas al laboratorio debemos tener una historia clínica precisa, dirigiendo el foco hacia dónde debemos enfocar las pruebas diagnósticas (aplicar, interpretar e integrar). Se están testeando nuevas tecnologías diagnósticas basadas en la extracción del ADN/ARN mientras se secuencian las muestras clínicas mediante NGS (Next Generation Sequencing) que pueden reconocer el patógeno y sus variantes emergentes con más precisión. Estas técnicas permiten un almacenamiento/conservación preciso de las muestras, con una mejor caracterización en el tiempo (degradación del agente en las muestras). Se pueden encontrar secuencias de diferentes agentes contaminantes y es preciso establecer la correlación del aislamiento con los cambios en las lesiones tisulares (inmunohistoquímica). Un ejemplo puede ser el caso de abortos asociados a PCV3 donde, en lechones, podemos encontrar presencia de miocarditis/vasculitis y hacer un diagnóstico diferencial con respecto a PCV2 e infecciones concurrentes. Otro ejemplo es el diagnóstico de variantes del virus parvovirus.

El aislamiento o no del agente no necesariamente significa que sea la causa o no del problema del aborto, siendo preciso continuar mejorando las técnicas de diagnóstico actuales.

MIKE ELLIS – Measuring post-natal changes in body temperature to improve pre-weaning mortality – University Illinois

Los lechones recién nacidos son muy susceptibles al frío ya que salen a un medio con 17 ºC menos de la temperatura que tenían en el útero, además de tener una reducida capacidad para producir calor nada más de nacer y tener bajas reservas de energía. Todo ello reduce su vigor, toma de calostro, ingesta de energía y por lo tanto produce un mayor riesgo de hipotermia y aumento de la mortalidad por debilidad, aplastamiento, hipoglucemia y complicaciones sanitarias. Todos los lechones experimentan una reducción de su temperatura corporal nada más de nacer con grandes variaciones entre lechones. El grado, la extensión y la duración en la bajada de la temperatura es superior en los lechones más pequeños, siendo muy grande en lechones de menos de 1 kg (5,7 ºC) y menos significativa en los de 1,0-1,5 kg y los de más de 1,5 kg (3,7 vs 3,3 ºC). Estos rangos de bajada de temperatura son muy elevados entre la media hora y las 2-6 horas después de nacer.

Realizan un estudio en situaciones de granjas comerciales, pesando los lechones al nacimiento y midiendo su temperatura a los 10-20-30-40-60-120 minutos y 24 horas del nacimiento en base a tres tratamientos: control, secado usando desinfectante y secado utilizando papel. El secado con desinfectante resulta numéricamente el más efectivo para mejorar las temperaturas de los lechones. Un segundo estudio analiza cuatro tratamientos: control, secado desinfectante, caja de calor 30´y secado más calor en la caja. El último tratamiento es el más efectivo en los lechones de más bajo peso – a los 30´de nacer, en los lechones de menos de 1 kg mejora 4ºC su temperatura frente a 2,7 ºC en los de 1,5 kg y 2 ºC en los de 2 kilos. La temperatura de la sala de partos tiene una importante influencia en la reducción de la temperatura de los lechones después de nacer, de forma que en salas a más de 25 ºC no hay diferencias en cuanto a la mortalidad en lactación pero sí en las que la temperatura de la sala es más baja, donde las prácticas de secado y calor adicional a los lechones aportan mejoras en la tasa de mortalidad de los lechones al reducir su bajada de temperatura corporal. El uso de cajas con foco de calor puede tener un impacto negativo en los lechones de peso elevado (> 1,5 kg vs < 1,0 kg).

Llevan a cabo un ensayo aportando oxígeno 40 % en una caja durante 20 minutos a los lechones recién nacidos vs secado en polvo de los lechones, encontrando que los lechones con oxígeno pierden menos temperatura en la primera hora de vida que los otros sin tener beneficios sobre la supervivencia de los mismos.

JENNIFER PATTERSON & GEORGE FOXCROFT – Measuring and managing the key components of a successful gilt replacement program – University of Alberta

Las cerdas nulíparas son la base de una buena producción y conducirán los resultados tanto presentes como futuros de la granja. Una cosa son los objetivos de producción y otra, a veces muy diferente, los resultados reales de producción. Si comparamos los objetivos de las empresas de genética y las medias de producción reales, las diferencias son sustanciales. La selección de las futuras reproductoras empieza desde el día en que nacen. Debemos comenzar por establecer nuestros objetivos de selección con las futuras reproductoras para poder alcanzar los objetivos de producción en las granjas, siendo estrictos en la eliminación de toda aquella futura reproductora que no cumpla con todos los parámetros fijados.

Las características del estro en el momento de la pubertad son críticas y predicen su vida reproductiva. Las mejores cerdas son las que alcanzan antes la pubertad y muestran signos de celo más evidentes. Estas cerdas tendrán menos días no productivos a lo largo de toda su vida, además de tener menor variación en su producción en los primeros tres partos. Los parámetros productivos de los dos primeros partos nos sirven para predecir su vida reproductiva, siendo preciso eliminar antes del tercer parto aquellas cerdas con problemas.

El efecto verraco es el mayor estimulante de la pubertad en las nulíparas (efecto visual, auditivo, táctil y olfativo). Las feromonas producidas por el verraco y presentes en la saliva tienen efecto a menos de 1 metro y por un tiempo limitado, induciendo cambios en el estado endocrino de las cerdas (altera la secreción de LH y estimula maduración folicular). La libido del verraco es importante, existiendo grandes diferencias entre ellos. No solo se induce la mejor salida a celo con la presencia del verraco, sino que además la receptividad de las cerdas es mayor, la duración del celo también y el agrupamiento en la salida a celo es superior. Igualmente un programa de reposición frecuente de los verracos es un componente crítico en la eficacia del efecto verraco. El objetivo es que el 80 % de las nulíparas estén en celo después de 28 días de estimulación, y las que no hayan manifestado signos de celo un ciclo estral después deberán ser eliminadas (se hayan o no tratado con PG600).

Los productores deben usar todos los datos que aportan las cerdas en las granjas para obtener todo su potencial. Estos datos deben ser de calidad (consistentes, completos, a tiempo, validados y exactos) para hacer una selección efectiva de las cerdas más fértiles, implementar el programa de manejo adecuado y establecer el apropiado manejo en base a peso, madurez fisiológica y estado metabólico de las futuras reproductoras. Lógicamente en granjas comerciales hay variaciones basadas en la sanidad, estacionalidad, manejo, instalaciones, genética y nutrición. Cuando el intervalo entre dos ciclos estrales tiene desviaciones considerables debemos revisar tanto el efecto verraco como el manejo de la persona encargada de la detección de los celos. El peso estimado para la primera inseminación es de entre 135-150 kilos de peso vivo, después de 2-3 celos y 230-250 días de vida y haciendo un flushing de alimentación (aportando un nivel elevado de pienso en los 14 días previos a la inseminación).

JOHANNES KAUFFOLD – Using ultrasound diagnostics to trouble shoot reproductive issues – University of Leipzig

Los ultrasonidos hacen a la cerda transparente (transrectal, transcutánea y transabdominal). Hay muchos modelos, pero no todos son igualmente sensibles debiendo elegir el más adecuado en la práctica de las granjas (imagen, bioseguridad, precio...). En los ovarios debemos poder detectar los pequeños folículos, los grandes folículos preovulatorios, los cuerpos hemorrágicos y cuerpos lúteos (son críticos 2 días antes de la ovulación y tres días después). Las principales patologías del ovario son: ovarios poliquísticos degenerados, quiste sanguíneo, ovarios oligoquisticos, quiste paraovárico.

La primera aplicación de los ultrasonidos es la detección de la gestación. El embrión a los 20 días mide unos 9 mm, momento en que puede empezar a ser detectado. En las cerdas vacías los parámetros que detectan los ultrasonidos son el contenido uterino (fluidos – semen, embrión en descomposición, hidrometra, endometritis), ecotextura (relacionada con el edema endometrial no presente en diestro y si en estro, metaestro y proestro) y tamaño característico. Una ecotextura específica del útero requiere una configuración específica del ovario (cuerpos lúteos, folículos ováricos...). Cuanto más heterogénea menor posibilidad de gestación. Poder medir el tamaño uterino es interesante para analizar el estado de pubertad de las nulíparas así como la existencia o no de gestación (pseudogestaciones).

Los ultrasonidos también nos sirven para analizar problemas en la vejiga de la orina (sedimentos, infecciones...), medir la grasa dorsal/músculo dorsal en P2, analizar desórdenes congénitos (hermafroditas), presencia de tumores uterinos… El estudio con ultrasonidos debe ir ligado al análisis de datos reproductivos, examen clínico de los animales, visita a la granja y observación en matadero.

TOM STEIN – Smart systems in pig production – Maximus Systems

El aprendizaje de las máquinas es la base de la gestión de los datos en los equipos actuales. La información de la máquina (sensores sobre el animal) debe integrarse con los datos de la propia granja.

Algunos ejemplos: Swine Tech, Inc – Cedar Rapids, Iowa para reducir la mortalidad en lactación previniendo los lechones aplastados mediante la detección a tiempo real de los sonidos de los lechones en la paridera. RFID – Leuven University, Bélgica para detección temprana de cerdos enfermos en base al seguimiento de su comportamiento. Smart Breeding para la detección del celo a efectos de realizar una sola inseminación. Animal Health Analytics, LLC basado en algoritmos predictivos para detectar problemas sanitarios.

La importancia de trabajar con datos a tiempo real y conocer las desviaciones sobre objetivos y nuestro propio coste de producción nos ayuda a ser más efectivos. En EEUU entre las mejores y peores granjas hay un diferencial de coste de entre 10-15 $/cerdo.

Los análisis retrospectivos serán proyectos de trabajo en el futuro.

Our experience investigating silent estrus in gilts – Joel Nerem – Pipestone Veterinary Services

Define el síndrome de infertilidad de cerditas de reposición como un conjunto de cerdas que no llegan a inseminarse, que tienen una baja fertilidad y una elevada tasa de eliminación antes del primer parto. El número de estas cerdas que no llegan a entrar en ciclo puede llegar hasta el 25 % (15-30 %), siendo muy variable por granja y por lote. Los signos de celo en las nulíparas no siempre son evidentes tanto en intensidad como en duración. Es importante diferenciar periodos más críticos como son la estacionalidad estival, problemas sanitarios o tratamientos hormonales (altrenogest, PG600). Otras cosas que debemos tener en cuenta es el programa de vacunaciones en adaptación, las medicaciones, el tipo/cantidad/calidad del pienso (micotoxinas), el uso correcto del efecto macho, cómo se agrupa la salida a celo (cuántas cerdas del lote no salen y si ha aparecido de forma brusca o es repetitivo en el tiempo), así como si tenemos lotes de otra procedencia/genética/granja, las infraestructuras de la nave de aclimatación, la densidad o número de animales por grupo, tiempo de estancia y sistemas de alimentación (pienso y agua), así como las condiciones ambientales (Tª, gases...).

Exponen un caso clínico de una granja de 5.000 reproductoras donde pasaron de tener un 95 % de nulíparas con correcta salida a celo a un 70 % y su correlación positiva con la presencia de clínica derivada de Streptococcus suis tanto en partos como en destete en la granja de origen, así como signos clínicos de conjuntivitis en la fase de crecimiento de las cerditas (cambiaron la granja de origen de procedencia de las cerditas coincidiendo las cerditas problemas con fechas muy concretas de nacimiento en la granja primaria, de tal forma que las cerditas que tuvieron los problemas de S. suis en lechoneras tuvieron una tasa de no inseminación-eliminadas de entre 45-55 % frente a un 20 % cuando en esa misma granja no hubo problemas sanitarios).

Silent estrus in gilts: what have we learned? – Jean Paul Cano – PIC

Explica un caso en la primavera de 2018 donde un porcentaje importante de cerditas F1 no salen en celo y presentan un buen estado sanitario descartando un origen infeccioso. Hacen una evaluación del tracto reproductivo de 250 cerditas (ovarios, útero) además de que muchas de las cerdas mostraban signos de celo pero no presentaban signos de inmovilización. Definen celo silente como el caso en que, durante 3 semanas, menos del 80 % de las cerdas expresan signos normales de celo después de seis semanas de exposición a verraco. Observan una variabilidad por grupos de cerditas entradas en la granja (lotes con más del 90 % en celo vs otros con el 60 %), presencia de clústeres en los casos (se concentran en el 10 % de las granjas con variaciones entre semanas de cerditas del mismo origen) y unos parámetros productivos normales en las cerdas del grupo que expresan celo normal en cuanto a fertilidad y prolificidad.

Investigan como causas potenciales la genética (línea hembra y macho, cruzamientos, líneas, pedigree), sanidad (problemas infecciosos en granja de origen o destino), manejo (efecto macho y la sensibilidad olfatoria de las cerditas a las feromonas de los mismos, número y periodo de tiempo de las exposiciones), ambiente, nutrición y factores tóxicos. La calidad seminal en origen derivada de Chlamydia suis después de estudiar la prevalencia y cantidad de bacteria presente no determinan que pueda estar involucrada. En la misma línea no correlacionan la presencia de celos silentes con la presencia del PCV2-PCV3.

Physiology behind gilt fertility and infertility problems – Robert Knox – University of Illinois

El momento del celo los síntomas de pubertad son muy variables después de la exposición a verracos durante 4-6 semanas. Las fuentes del problema pueden ser internas (sanidad y genética) o externas (instalaciones, manejo y alimentación). La reproducción está regulada de forma neuroendocrina desde la pituitaria posterior – anterior en el eje hipotálamo-hipófisis donde las neuronas KISS inducen la producción de GnRH y donde hay receptores estrogénicos (producción de FSH y LH a sangre). Al final del primer trimestre de gestación se desarrollan los ovarios y los cuernos uterinos y hay un desarrollo neuronal, y en el último segundo trimestre se detectan hormonas fetales pituitarias y los folículos primarios y secundarios. Después del nacimiento, el útero y los ovarios crecen en relación al cuerpo y, sobre el día 70, los folículos activos producen estrógenos que afectan al crecimiento del útero (si en ese momento se eliminan los ovarios, el útero no crece). La maduración del tracto reproductivo es un proceso y no un evento, ya que los ovarios responden a partir del día 100 pero no de forma normal y, en el caso de que así sea, un mayor número de cerditas responden con un aumento en la tasa de ovulación y mayor ciclicidad. El hipotálamo es el centro neuronal (biorritmos del SNC).

Los indicadores de la pubertad son el aumento de estrógenos 3-4 días antes del pico de LH con presencia de cuerpo lúteo en el día 8 (si no tienen celo sí aumentan los estrógenos pero no la LH y tampoco hay cuerpos lúteos o ni hay estrógenos ni cuerpos lúteos). Los primeros síntomas de celo (interés, actividad, edema vulvar) pueden comenzar 5 días antes del reflejo de inmovilidad al verraco, el cual no suele durar más de dos días en condiciones prácticas hasta el momento de la ovulación. El tamaño de la vulva y el tamaño de los folículos suelen estar correlacionados.

Para clarificar si la ausencia de celo se debe a la falta de actividad sexual es importante determinar si los ovarios y el eje hipotálamo hipófisis están normales por lo que debemos utilizar el estudio con ultrasonidos (presencia de cuerpos lúteos) y análisis de hormonas sexuales en suero sanguíneo (estrógenos, progesterona).

Sus principales recomendaciones se centran en limitar factores de estrés en el desarrollo de futuras reproductoras, mejorar la calidad de la estimulación con verracos y aplicar un correcto manejo en cuanto a la calidad del personal que trabaja con las cerditas futuras reproductoras, dedicándoles el tiempo suficiente y necesario con una actitud positiva respecto a la importancia de una correcta estimulación.

Antonio Palomo