Ingredientes fibrosos para prevenir la inflamación intestinal tras el destete

Alfred Blanch
21-oct-2019 (hace 5 años 1 meses)

El término “salud intestinal” se ha convertido en una de las locuciones más utilizadas en el ámbito de la nutrición porcina, y en concreto de la nutrición de lechones destetados, en los últimos años, siendo motivo de numerosos artículos y revisiones. Seguramente una de las definiciones de “salud intestinal” más precisas, y a la vez genéricas, ha sido la enunciada recientemente por Pluske y col. (2018): “una condición generalizada de la homeostasis en el tracto gastrointestinal con respecto a su estructura y función en conjunto”. Así pues, se entiende que la salud intestinal en los cerdos puede verse mermada incluso en ausencia de infecciones en el tracto gastrointestinal. Un claro ejemplo de salud intestinal comprometida, sin necesariamente darse infección alguna, se da tras el destete. Los factores estresantes asociados a este momento de la vida del lechón causan inevitablemente cambios en la estructura y función de su tracto gastrointestinal, contribuyendo a un estado inflamatorio intestinal crónico como respuesta del sistema inmune innato a aquellos factores. Se trata pues de una inflamación de tipo estéril que en numerosas ocasiones se ha confundido con una inflamación patológica.

Hoy en día, la heterogénea patogénesis de este tipo de inflamaciones estériles es mucho más conocida, siendo numerosos los aditivos y sucedáneos de diverso origen y eficacia que se ofrecen para paliar los efectos derivados de dichas inflamaciones ineludiblemente asociadas al destete de los lechones. Asimismo, existe una creciente atención al papel que los componentes de la dieta base pueden jugar en la génesis, así como en la prevención, de este tipo respuesta inmune exacerbada durante el destete. Así, por ejemplo, una reciente revisión (Humphrey et al., 2019) sobre estrategias nutricionales a nivel práctico para mitigar las inflamaciones intestinales en lechones destetados hace especial hincapié en la importancia que tienen tanto los lípidos como la proteína de la dieta en el desencadenamiento de dichas inflamaciones. Así, como indican estos autores, los ácidos grasos y monoglicéridos derivados de la digestión de la grasa de la dieta son potentes estimuladores de la secreción el péptido semejante al glucagón tipo 1 (GLP-1) por parte de células entero-endocrinas, molécula con una gran acción antiinflamatoria en el intestino. Por otro lado, es bien sabido que fuentes de proteína altamente digestible en la dieta son digeridas eficazmente por los lechones, reduciéndose la cantidad de proteína que pasa a intestino grueso, la cual representa un excelente sustrato para la fermentación por parte de determinadas bacterias patógenas. Consecuentemente, tales fuentes de proteína ayudan a mitigar los procesos inflamatorios derivados de dicha fermentación.

Sin embargo, el papel que la fibra de la dieta de los lechones puede jugar en la prevención de las inflamaciones tras el destete es todavía bastante desconocido y, por tanto, el uso de fuentes de fibra para modular la respuesta inmune innata a nivel práctico no está muy desarrollado.

En artículos publicados anteriormente en 3tres3.com (Molist, 2016; Cerisuelo, 2018) o por otros reconocidos científicos (Berrocoso y col., 2015), se ha abordado de forma exhaustiva el efecto de la fibra de la dieta sobre el rendimiento productivo y la digestibilidad en lechones, su influencia sobre la motilidad intestinal, su posible papel prebiótico, así como el efecto de la fibra inerte y de la fermentable sobre la concentración de ácidos grasos en el colon. Sin embargo, la fibra de la dieta también puede ejercer un claro efecto sobre la respuesta inmune de los lechones a nivel intestinal, efecto que se debería considerar en el marco de las estrategias para paliar los desarreglos entéricos tras el destete.

El estudio del efecto de distintos componentes fibrosos del salvado de trigo en la dieta de lechones destetados sobre la expresión génica de distintos caracteres relacionados con la inflamación intestinal ha sido el objetivo de una colaboración entre la Universidad de Gantes en Bélgica y la Universidad Agrícola de Sichuan en China (Chen y col., 2016). En este trabajo, lechones recién destetados fueron asignados al azar a cinco tratamientos dietéticos: una dieta de control basal sin componentes fibrosos (CON), dieta suplementada con 10% de salvado de trigo (WB), dieta suplementada con una cantidad de arabinoxilanos equivalente a la aportada por un 10% de salvado de trigo (AX), dieta suplementada con una cantidad de celulosa equivalente a la aportada por un 10% de salvado de trigo (CEL) y una dieta suplementada con las mismas cantidades de arabinoxilanos y celulosa, conjuntamente (CB).

La expresión génica de los receptores TLR-2 fue mayor en los grupos de lechones AX y CB en comparación con el grupo CON como se aprecia por la abundancia relativa de ARNm (figura 1). Los receptores TLR-2 están relacionados con un efecto antiinflamatorio y con la estabilidad de las uniones estrechas (tight junctions) entre enterocitos y, por consiguiente, con una mejora en la salud intestinal. Por lo contrario, en comparación con el grupo CON, la expresión génica de las citoquinas pro-inflamatorias TN-α e IL-6 fue más baja en los animales que habían recibido la dietas que contenían salvado de trigo (WB) y la que contenía arabinoxilanos y celulosa a la vez (CB), indicando un efecto inhibidor de la inflamación de estos dos componentes fibrosos (figura 1). Finalmente, la citoquina pro-inflamatoria IL-1β solo fue regulada a la baja en los lechones que habían recibido todos los componentes del salvado (WB) en la dieta (figura 2).

Efecto de distintas fuentes de fibra en la dieta

En resumen, los resultados de este estudio evidencian el efecto antiinflamatorio de algunos componentes fibrosos de la dieta tras el destete. Nuevas investigaciones serán necesarias para discernir los distintos modos de acción responsables de dicho efecto antiinflamatorio, como por ejemplo la producción de ciertos ácidos grasos como el butírico o la interacción de ciertos receptores epiteliales con bacterias que se ven beneficiadas por un mayor aporte de fibra en la dieta.

En cualquier caso, a nivel práctico, merece la pena considerar el efecto antiinflamatorio de determinados ingredientes fibrosos en el marco de las nuevas estrategias para paliar los problemas entéricos de los lechones destetados, en ausencia del uso de niveles altos de óxido de zinc.