China y la peste porcina africana: ¿qué nos depara el futuro?

Dennis DiPietre
16-abr-2019 (hace 5 años 7 meses 5 días)

A estas alturas, es posible que ya te hayas subido al carro de la euforia China. China es el mayor consumidor y productor mundial de carne de cerdo así que cualquier tropiezo suyo es una oportunidad llama a nuestra puerta. Aunque a lo mejor el ruido que oímos en la puerta no es de unos nudillos llamando, sino de unas mandíbulas agitándose. Antes de contratar a las excavadoras y a las hormigoneras, lee este artículo.

La mayoría se sorprendería de la poca cantidad de cerdo que puede desviarse hacia la exportación en los principales países productores y exportadores de cerdo, aunque los incentivos sean grandes. En EEUU se exporta, aproximadamente, el 25 % de la producción total, y esta cantidad no sigue la proporción que podemos encontrar en una canal. Es decir, se exportan más unos cortes que otros. Si se empiezan a vender canales enteras a China (que es lo que ahora están pidiendo los compradores chinos), se desequilibra el suministro a los grandes compradores nacionales (cadenas de supermercados, contratos militares, cadenas de restauración...).

¿Alguien puede creer seriamente que los supermercados de Europa, EEUU y Canadá, por ejemplo, van a quedarse sin carne de cerdo, jamones o espaldas porque se ha enviado toda a China? Al fin y al cabo, se supone que, a causa de la peste porcina africana, en China se han sacrificado más cerdos de los que hay en EEUU y la UE.

Si se tiene en cuenta el consumo de carne de cerdo en China de antes de la peste porcina africana y se le restan los animales supuestamente eliminados a causa de la PPA para calcular la nueva demanda, el resultado será decepcionante. La existencia de un mercado negro de carne de cerdo (procedente de cerdos infectados por peste porcina africana) reduce el consumo, independientemente de la inocuidad del virus de la peste porcina africana para los humanos. Los consumidores chinos tienen práctica en cambios rápidos de fuente de proteínas, como cuando cambiaron la carne de pollo por la de cerdo a raíz del brote de gripe aviar. Los consumidores protegen la salud en primer lugar. Para ellos, palabras como zoonosis suenan a tecnicismo.

Los patrones estacionales de consumo de carne cerdo en China muestran un aumento en otoño, invierno y, especialmente cuando se aproxima el Año Nuevo Chino, en febrero. Toda esta demanda estacional extra ya ha terminado y estará inactiva durante varios meses. Además, la economía china se ha desacelerado, lo que implica reducción de ingresos, pérdidas de trabajo, cierre de fábricas, reducción de exportaciones, préstamos hipotecarios de valor superior a la vivienda, que frenan la demanda incluso para necesidades básicas como los alimentos, donde se aceptan alternativas y sustitutos más baratos.

Además, China mantiene unas reservas estratégicas congeladas de carne de cerdo para hacer frente a este tipo de carestías que llevan a precios elevados e impopulares. Este almacenaje ha ido aumentando cada año desde 2008, en parte a causa del brote devastador de PRRS del año anterior. Esta reserva permitirá que China compre cerdo de forma más estratégica.

No tengo suficiente espacio para resumir ni un ápice de los 3000 años de historia china pero, en pocas palabras, no suelen presentarse como vulnerables frente a los competidores. Esto se debe a una larga historia de invasiones, opresión y dominación a manos de otras naciones que han dejado un deseo indeleble de no dejarse dominar nunca más. China ha estado promoviendo una disminución del consumo de carne de carne para reducir la posibilidad de que los países rivales utilicen los alimentos como arma en el caso de que ocurran este tipo de cosas (interrupción de la producción nacional). No hay que esperar que se sienten a la mesa de negociación y compren a cualquier precio.

Es probable que China siga la estrategia de Rusia y esto reduzca dramáticamente las granjas familiares, que son vistas como reservorios de peste porcina africana y la fuente de futuras calamidades. ¿Debemos creer que todo el consumo de las familias que antes se producían sus propios cerdos (todavía el 50% o más de toda la producción y alrededor del 40% de toda la demanda) se transferirá al supermercado, o a los "mercados húmedos" (si este tipo de mercados sobrevive)?

La tasa de urbanización de China todavía está en un 58% (Banco Mundial, 2017), muy por debajo de la asociada a los países desarrollados. El tamaño y la escala del problema de la peste porcina africana en China, junto con sus efectos, especialmente en cómo es finalmente resuelto y prevenido en el futuro, podría llevar a un cambio permanente en los patrones de consumo de proteína del pueblo chino y los ganadores claros podrían ser las aves de corral y la ternera.

El aumento de la demanda en los EEUU de pancetas para almacenamiento frigorífico, de jamones para procesar en Semana Santa y ahora la creciente demanda de costillas para barbacoa en abril, marcan el inicio de la subida estacional, que se incrementará sustancialmente por parte de la oferta un poco más adelante, cuando lleguen a matadero menos animales con poco peso.

Mientras valoras esta información, añádele esta otra: en los Estados Unidos, la última de las grandes plantas procesadoras anunciadas abrió a principios de marzo. Los cerdos que se produjeron para ser sacrificados en esa planta (hasta 10.000 cabezas diarias, para empezar, luego hasta 12.000) estaban más que listos y esperando. Un mes más tarde, la planta sigue ganando capacidad y a mediados de verano ayudará a impulsar la temporada.

Esto es lo que hoy sabemos con certeza: los chinos van a comer mucho menos carne de cerdo.