Superficie disponible por cerdo y rendimientos productivos

Josep GasaJosep Casanovas
18-feb-2019 (hace 5 años 10 meses 4 días)

Artículo comentado

Effects of space allocation on finishing pig growth performance and carcass characteristics L. L. Thomas, R. D. Goodband, J. C. Woodworth, M. D. Tokach, J. M. DeRouchey, and S. S. Dritz. Transl. Anim. Sci. 2017.1:351–357. doi:10.2527/tas2017.0042
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Comentario

Hay bastantes artículos sobre la densidad en el cebo pero lo interesante de éste es que cumple con algunos aspectos importantes: a) Mantiene el tamaño de grupo constante (9 animales), mientras que en la mayoría de artículos se cambia el número de cerdos para el mismo espacio por lo que el resultado es un efecto mezclado entre espacio y tamaño de grupo, b) los autores aseguran que no hay restricciones de espacio en los comederos y bebederos y c) los experimentos se realizaron en condiciones de termoneutralidad, garantizando unas buenas condiciones de confort. Por ello, se entiende que llega a conclusiones bastante sólidas.

La densidad de animales es un factor clave en el cebo; además de ser uno de los criterios más valorados por los consumidores al asociar mayor bienestar con mayor disponibilidad de espacio. En los últimos 20 años el peso medio del cerdo al matadero en EEUU ha aumentado (de 116 a 129 kg) sin que se hayan modificado en demasía las instalaciones de cebo. Algo semejante ocurre cuando, sin modificar el peso al sacrificio, se aumenta la productividad de las cerdas (destetados/cerda y año) al generar lotes de destete más numerosos y consecuentemente problemas de sobrepoblación o apelotonamiento en las etapas finales del engorde. Por otra parte, en países cálidos como España, es recomendable trabajar con densidades más bajas en época calurosa para evitar episodios de estrés por calor; en estas condiciones un cerdo ocupa más espacio para descansar para favorecer la liberación de calor por conducción. Siendo que un cerdo permanece más del 80% del tiempo tumbado descansando, asegurar que dispone de espacio suficiente optimiza su bienestar. La normativa de bienestar animal de la Unión Europea exige un espacio mínimo de 0,65 m2 por cerdo para un peso vivo de 100 kg (equivalente a un valor de "K" de 0,030; "superficie" = K*(PV)ˆ0,67), aunque en algunos países se recomiendan valores superiores.

Experimento

Los autores utilizan 405 cerdos agrupados en 36 corrales de 9 animales y dos experimentos equivalentes a dos bandas de producción. Se ensayan tres espacios diferentes (0,65; 0,74 y 0,84 m2 por cerdo) para evaluar el peso vivo máximo compatible con los mejores resultados productivos y el posible efecto sobre la calidad de la canal. El espacio de comedero fue de 7,9 cm lineales/cerdo, bebedero de cazoleta, suelo completo emparrillado y pienso siempre "ad libitum".

Resultados

Los resultados no muestran diferencias significativas entre tratamientos en el rendimiento canal, el espesor de grasa dorsal o la profundidad de lomo. Los autores indican que el principal efecto de la restricción de espacio se ejerce sobre la ingestión de pienso seguida del crecimiento; pero, a diferencia de otros estudios precedentes, no se ve modificado necesariamente el índice de conversión o eficiencia alimenticia. Además indican que el peso vivo a partir del cual se afecta la ingestión de pienso sería de 120, 102 y 83 kg para espacios de 0,84, 0,74 y 0,65 m2/cerdo. Este resultado produce un valor superior de "k" entre 0,0334 y 0,0338. Por otra parte, según los autores no se conoce si un espacio superior a 0,84 pudiera mejorar los índices productivos.

Conclusiones e implicaciones prácticas

En conclusión el espacio necesario para optimizar los rendimientos productivos de cerdos alojados en grupos pequeños y condiciones termoneutras y que se sacrifican a los 105 kg sería de 0,76 m2/cerdo. Una superficie de 0,65 m2/cerdo solo asegura una ingesta óptima hasta los 83 kg, en el mejor de los casos, con todos los demás limitantes productivos bajo control. El principal limitante de estos resultados es que no permiten extrapolar las conclusiones a tamaños de grupo grandes, aunque indica que en general se precisa dar más espacio a los cerdos al final del cebo.

Resumen del artículo comentado

Effects of space allocation on finishing pig growth performance and carcass characteristics L. L. Thomas, R. D. Goodband, J. C. Woodworth, M. D. Tokach, J. M. DeRouchey, and S. S. Dritz. Transl. Anim. Sci. 2017.1:351–357. doi:10.2527/tas2017.0042

Antecedentes y métodos: Se utilizaron 405 cerdos (PIC 327 × 1,050) en 2 experimentos (Exp. 1, peso inicial 66,1 ± 1,8 kg, Exp. 2 peso inicial 60,8 ± 2,5 kg) para evaluar los efectos de la densidad sobre el crecimiento y las características de la canal. Los cerdos se alojaron aleatoriamente en corrales cuando entraron en el cebadero. Los corrales se balancearon según el peso inicial y se les asignó aleatoriamente 1 de 3 tratamientos con 7 u 8 réplicas por tratamiento (Exp.1 y 2, respectivamente). Había 9 cerdos por corral y las divisiones se ajustaron para proporcionar 0,84, 0,74 o 0,65 m2 por cerdo. En cada corral había un comedero para pienso seco de una sola cara con dos bocas de 35,6 cm × 11,4 cm (largo × ancho) y un bebedero de cazoleta.

Resultados: En ambos experimentos, a medida que se reducía el espacio por cerdo, la GMD y el consumo disminuyeron (lineal, P < 0,019) sin evidencia de diferencias en la conversión. En el Exp. 2, hubo evidencia marginal de una mejora lineal (P = 0,061) en la conversión al reducir el espacio disponible entre el día 42 y 56. El peso final fue 3,8 y 5,3 kg mayor (lineal, P ≤ 0,005) en los Exp. 1 y 2, respectivamente, al comparar el tratamientos de 0,84 respecto a 0,65 m2 por cerdo. Usando un valor "k" de 0,0336, el consumo y, en consecuencia la GMD, deberían haber empezado a disminuir cuando los cerdos alcanzasen los 121,2; 101,7 y 83,3 kg a 0,84; 0,74 o 0,65 m2 por cerdo, respectivamente. En el Exp. 1, encontramos una evidencia marginal de una reducción del consumo al reducir el espacio a partir de un peso medio de 80,3 kg (d 14; lineal, P = 0,072). En el Exp. 2, el consumo y, en consecuencia la ganancia de peso, disminuyeron linealmente (P < 0,029) empezando a partir de un peso medio de 74 kg, a medida que aumentaba la densidad, antes de que los cerdos alcanzasen el valor "k" que debería haber influido en el rendimiento. No se sabe si el crecimiento se vió afectado por el tratamiento 0,84 m2, que fue el de mayor espacio. En general, estos estudios indican que la reducción del espacio comportó una peor ganancia de peso causada por una reducción del consumo. Los datos sugieren que el valor k aceptado de 0,0336 podría subestimar el impacto de la restricción de espacio sobre el consumo y la ganancia de peso en los cerdos de acabado.

Conclusión: Nuestro ensayo consiguió determinar los efectos de la densidad sobre el rendimiento sin afectar al resultado mediante la restricción del espacio de comedero por cerdo. Las diferencias de rendimiento del experimento, comparadas con las esperadas a partir de las revisiones bibliográficas, puede ser atribuible al tamaño de grupo, comportamiento u otras variables fisiológicas. No sabemos si estas variables contribuyeron a los efectos negativos sobre el rendimiento al reducir el espacio.