¿Se pueden aplicar principios de producción en camping en una explotación intensiva? Limpieza y desinfección (I/II)

Alasdair Macleod
08-ene-2019 (hace 5 años 10 meses 16 días)

De las 400.000 cerdas productoras en Reino Unido, el 40% se crían en sistemas tipo camping. La mayoría de estas forman parte de un programa de control y auditoría de bienestar que permite a los productos cárnicos llevar la etiqueta de RSPCA Assured, garantizando el cumplimiento de unas estrictas normas de bienestar que incluyen, entre otras, haber nacido en el exterior y haberse criado en cama de paja hasta el sacrificio. Estos cerdos se pagan entre 6 y 10 peniques (7-11 céntimos) más por kilo que los de una canal convencional.

Tradicionalmente la producción “outdoor” ha estado por detrás de la producción intensiva (“indoor”) en cuanto a eficiencia y valores productivos. Sin embargo, a lo largo de los últimos años ha existido una importante profesionalización en el sector, en gran parte gracias líneas genéticas seleccionadas específicamente para “outdoor” y por la inversión de grandes grupos productores. Algunos supermercados se han comprometido a que toda su carne fresca venga con certificado de RSPCA Assured, creando un mercado mucho más estable para el productor. Los datos de AHDB de 2017 revelaron que el mejor 1/3 de granjas “outdoor” consiguieron destetar 26,33 lechones por cerda y año con una mortalidad en lactación de 11,18%, lo que no se aleja demasiado de la media de producción intensiva, 26,8 destetados por cerda y año y una mortalidad del 11,96%.

El mayor punto débil de la cría “outdoor” es la imposibilidad de controlar todas las fases del ciclo productivo. Se tiene que confiar en la biología de la cerda y proporcionarle a ella las condiciones adecuadas para que produzca y críe lechones. A pesar de sus limitaciones, es una manera diferente de abordar la producción porcina y tiene algunas prácticas de manejo que nos pueden hacer reflexionar cuando afrontamos el manejo y diseños de alojamientos en granjas intensivas.

Limpieza y desinfección

Sería lógico suponer que la falta de higiene, al ser imposible limpiar y desinfectar instalaciones, pudiera ser causa de peor estado sanitario de cerdas y lechones en sistema de camping. Sin embargo, no es así. Si las camas se atienden bien y la paja es de buena calidad, la higiene es muy buena. Las granjas se cambian de localización cada dos años, las camas de paja se recogen o queman después de cada destete y se aprovechan los desinfectantes naturales: sol y secado.

Al tener acceso a paja, plantas y tierra para hozar, la flora intestinal de lechones “outdoor” al destete es mucho más variada y equilibrada que la de cerdos criados en slat. En un estudio con ratones, Sudo et al. (2004) encontraron que ratones libres de gérmenes tenían mayor respuesta de estrés y activación del sistema hipotalámico-pituitario-adrenal que ratones gnotobióticos o SPF. Esta respuesta aumentada se podía corregir en parte recolonizando la flora bacteriana de estos ratones con heces de los ratones SPF, pero sólo si se realizaba en fase temprana.

Condiciones de higiene excesivas ponen en riesgo el desarrollo de la microbiota intestinal normal y del sistema inmune. Lechones alojados en condiciones estériles no tienen bacterias en el intestino y su sistema inmune no se desarrolla. En cuanto estos lechones se exponen a un ambiente con bacterias, el intestino se coloniza y se desencadena el desarrollo inmunitario. Lechones que mamaron de cerdas en una granja “outdoor” comercial tuvieron mayor ratio de células T- colaboradoras (T-helper) respecto a linfocitos inflamatorios y, como consecuencia, los lechones “outdoor” tuvieron menor respuesta inmune frente a la proteína de soja en el pienso del destete. En investigaciones realizadas en la Universidad de Aberdeen y Bristol, se ha demostrado que el ambiente en el primer día de vida tiene un gran impacto sobre las primeras bacterias colonizadoras, que harán el intestino más o menos atractivo a grupos bacterianos que llegarán más adelante. Si se separan lechones de granjas “indoor” y “outdoor” de sus madres con un día de edad y se mezclan en un mismo ambiente limpio y fumigado y se alojan durante 8 semanas, el sistema inmune de los cerdos “outdoor” reacciona de manera muy distinta a los antígenos presentes en el ambiente comparado con los “indoor”. La administración de antibióticos en lechones muy pequeños altera completamente la composición de estas primeras bacterias colonizadoras, lo que los puede hacer más susceptibles a ciertas enfermedades. (Lewis, 2013).

Lechones destetados que recibieron un trasplante de microbiota fecal de cerdas viejas mostraron menos individuos afectados por PCVAD, menor mortalidad y morbilidad que el grupo control, además de niveles aumentados de anticuerpos tras coinfección con PRRS y PCV-2 (Niederwerder et al. 2018).

No se puede aconsejar no limpiar las salas de partos, sobre todo si hay un problema diarreas neonatales. Sin embargo quizás deberíamos considerar, en vez de administrar tratamientos antibióticos, darles un combinado de bacterias deseables a través de prebióticos y/o probióticos como medida preventiva para colonizar el intestino. El problema por ahora es que aún falta más investigación para identificar cuál es ese combinado perfecto. En medicina humana son comunes los trasplantes de flora intestinal para colonizar con microbiota deseada el sistema digestivo después de intervenciones quirúrgicas.