¿Se están complicando los destetes? (2/3) Los problemas digestivos

Joan Wennberg i RutllantLali Coma FeliuJosep BragulatPatricia Prieto Martínez
21-sep-2018 (hace 6 años 3 meses 1 días)

El aumento de resistencias microbianas a los antibióticos y la repercusión sobre la salud humana que esto implica ha motivado la implantación de programas de reducción del uso de antibióticos en ganadería.

En un primer artículo abordamos de una manera genérica como está afectando está reducción en los destetes, así como el impacto de otros factores como la hiperprolificidad. En este segundo artículo nos centramos más en el aspecto digestivo.

Para ello contamos con la colaboración de tres veterinarios: Lali Coma, Josep Bragulat y Patricia Prieto.

Al separar los lechones de las cerdas, los obligamos a cambiar drásticamente su dieta (pasamos de la leche al pienso compuesto con muchos ingredientes de origen vegetal). Además, el destete con todos los cambios nutricionales, sociales, ambientales, etc. que supone se traduce en periodos de ayuno durante los primeros días postdestete. El ayuno implica un acortamiento de las vellosidades intestinales, y por tanto riesgo de malabsorción, que acaba derivando en diarrea (foto 1).

El ayuno post destete resulta en un acortamiento de las vellosidades intestinales del lechón, dificultando la absorción de los alimentos y favoreciendo la aparición de diarreas.

Todo esto hace que el riesgo de problemas digestivos, sobre todo los provocados por E. coli sea alto en esta fase, y por eso el uso de antibióticos como la colistina, la neomicina, etc. para prevenir procesos de diarrea ha sido una práctica común hasta hace poco tiempo.

Con este escenario, la pregunta a los 3 técnicos es obligada, ¿Cómo se han adaptado las granjas a la nueva situación? ¿Qué medidas proponéis para evitar la aparición de problemas digestivos, sin utilizar antibióticos?

Prieto, explica que en su caso ha sido un camino empezado ya hace tiempo... "empezamos en 2016, sustituyendo la colistina, por otros antibióticos con acción similar pero que no estaban directamente sometidos a restricciones de su uso, como la neomicina y la apramicina. Posteriormente en 2017, hicimos el salto a eliminar los antibióticos con acción específica sobre E.coli. Sí que seguimos usando óxido de zinc en la fase de prestarter en la mayoría de las granjas. En la fase de starter ya no. Desde el 2018, con la prohibición de usar más de una premezcla medicamentosa en pienso, priorizamos el uso de amoxicilina para el control de Streptococcus suis".

Coma es taxativa, "debemos cambiar de chip". "Hay que empezar a darle mucha más importancia a aspectos como la calidad de agua, el uso de acidificantes en agua de bebida para reducir el pH gástrico y la limpieza de tuberías". Prieto coincide en la importancia de la acidificación.: "Buscamos tener un pH menor de 4 en el agua de bebida de los lechones de destete".

Bragulat constata: "claro que hay un cierto aumento de problemática digestiva, pero no es ni mucho menos general. En la mayoría de los casos hemos conseguido omitir el uso de los antibióticos de acción digestiva con éxito".

Nos comenta de modo muy gráfico que "la estrategia de prevención de diarreas tiene varias patas. Una pata indispensable es la acidificación con ácidos orgánicos. Trabajamos con pH de 5-6. Eso sí, el valor de pH deseado se debe conseguir en toda la línea. Insistimos en la limpieza de tuberías hasta conseguirlo. La segunda pata que no puede faltar es una correcta higienización del agua de bebida, usamos dióxido de cloro en todas las granjas. En algunas granjas con más predisposición a los problemas digestivos ha sido necesario añadir otra pata: un cambio en la formula de pienso, con una cierta reducción de niveles de proteína bruta, materias primas más digestibles, etc. Muy pocas granjas requieren aún, una cuarta pata: la vacunación de lechones con vacuna para la prevención de E. coli".

Coma tiene la misma experiencia, en algunos casos reincidentes y con presencia de E. coli patógenos, la vacunación de lechones ha sido necesaria y en la mayoría de los casos efectiva.

En otro sentido Prieto apunta un detalle importante: "suele ocurrir que las empresas usan el mismo tipo de pienso aunque tengan distintas genéticas o finalizadores. Los consumos pueden ser bastante distintos entre ellos. Eso muchas veces no se tiene en cuenta y puede tener como consecuencia la aparición de diarreas".

No se puede desligar la diarrea al destete, del manejo y ambiente. Por eso preguntamos cuál es la medida de manejo a la que se debería prestar más atención.

Hay un consenso general en este tema: es básico enseñar al lechón a beber y a comer cuanto antes. Eso mejorara los rendimientos productivos, reduce los lechones inadaptados y evita el ayuno que acaba provocando problemas digestivos.

Prieto explica que "nosotros ponemos platos adicionales, y les proporcionamos agua con rehidratante 3 veces al día durante la primera semana. Es un manejo de gran ayuda". "También es imprescindible que haya suficiente espacio de tolva, para que los lechones no tengan que hacer turnos para comer. Les proporcionamos tolvas adicionales con pienso las primeras semanas. Teniendo en cuenta la tolva fija y la suplementaria debe haber 7 cm de tolva por lechón durante las primeras semanas tras el destete" (foto 2).

Foto 2. En maternidad el lechón come casi una vez por hora, y come siempre a la vez que comen el resto de los lechones de la camada.

Al destete, es muy importante proporcionar platós adicionales que permitan al lechón mantener ese patrón de comida “en compañía”. Adicionalmente los platos con agua y pienso facilitan el aprendizaje.

Bragulat comenta: "nosotros trabajamos en destete con la tolva lineal con guillotina de pienso en seco tradicional, nos parece más fácil de manejo que las tolvas que llevan el agua incorporada. Pero las primeras semanas incorporamos el plato adicional".

Coma también apuesta por el doble plato adicional los primeros días: "uno con agua y otro con pienso". "Lo prefiero a las papillas ya que si el manejo no es excelente acaban generando problemas de suciedad, malos sabores o incluso diarreas".

Bragulat acaba recordando la importancia de que el lechón aprenda a comer pienso en maternidad y de asegurar que destetemos lechones con buena madurez digestiva ya que "para un lechón de 21 días, 2-3 días más de lactación representan una gran diferencia en este aspecto".

No nos han quedado dudas, la higienización de agua, el uso de acidificantes, y dedicar tiempo a que el lechón aprenda a comer y beber tras el destete son ingredientes necesarios para ganar la batalla a las diarreas postdestete.

En el tercer artículo hablaremos de la prevención de otro agente habitual en los destetes: Streptococcus suis.