Bioseguridad en el control de PRRSv

Gerard E. Martin VallsIván Díaz Luque
14-nov-2017 (hace 7 años 7 días)

El control del virus del Síndrome reproductivo y respiratorio porcino (PRRSv) es uno de los mayores desafíos de la producción porcina mundial. La falta de vacunas universales, junto con una patogénesis y epidemiología complejas, obliga a plantear su control con un enfoque multifactorial. Por lo tanto, el control del PRRS se basa en cuatro pilares, todos con el mismo valor e importancia: 1) Diagnóstico y monitorización, 2) Inmunidad, 3) Manejo y 4) Bioseguridad. Este último, la bioseguridad, se define como el grupo de medidas implementadas para reducir la entrada de patógenos en la granja (bioseguridad externa) y para reducir su diseminación una vez han entrado (bioseguridad interna). En muchos casos, la implementación de medidas de bioseguridad implica un cambio en el manejo de la granja, inversiones en las instalaciones y cambios en el flujo de las rutinas de trabajo; sin embargo, las medidas de bioseguridad deben entenderse como una inversión, no como un coste. Además, los resultados de su implementación tienen que evaluarse a medio/largo plazo; esperar resultados a corto plazo puede llevar a frustración e incluso al abandono de su implementación. Para evitar esta situación indeseable, cada medida de bioseguridad debe asociarse a un objetivo y, por lo tanto, a un resultado futuro y medible.

La bioseguridad puede entenderse como una evaluación de riesgos. Los riesgos principales para la introducción lateral de PRRSv son los animales de reposición y el semen, pero no podemos olvidarnos del transporte, de las visitas ni del entorno. Por lo tanto, las medidas relacionadas con el estatus sanitario de la granja origen de los animales de reposición y del semen, las cuarentenas, los muelles de carga, las normas para visitantes y trabajar de forma colectiva con las granjas vecinas puede reducir el riesgo de introducción de PRRSv. Por lo que atañe a la diseminación del PRRSv dentro de la granja, puede verse favorecida por la aclimatización incorrecta de las nulíparas y las cerdas, por una limpieza y desinfección deficientes de las instalaciones, por el incorrecto movimiento de los trabajadores durante la realización de sus tareas, por la falta de planificación de los lotes, por una mala implementación del todo dentro/todo fuera, por una política inapropiada de adopciones y por el uso de agujas "compartidas" en los tratamientos. Desde este punto de vista, cualquier medida de manejo destinada a poner orden en el flujo de trabajo y a monitorizar el estatus de la inmunización, reducirá este riesgo.

<p>Bioseguridad en el control de PRRSv</p>

El diseño de un protocolo de bioseguridad para controlar PRRSv debe adaptarse individualmente a cada granja; ¿qué es prioritario y qué no? depende de los riesgos y del estatus de PRRSv de la granja:

Finalmente, según nuestra experiencia, ninguna de las medidas previas tiene sentido si el personal de la granja no cree en la utilidad de la bioseguridad. Por esto es esencial proporcionar una formación en bioseguridad a los trabajadores remarcando su importancia en el control de PRRS y de otras enfermedades.