Agarrando lechones

Mark EC White
08-may-2017 (hace 7 años 7 meses 14 días)

En una granja de cerdas es frecuente tener que agarrar a los lechones, ya sea para el destete o para la administración de medicamentos. Como las opciones de vacunación han aumentado, también lo han hecho las ocasiones en las que debemos manipular a los lechones. Mientras son pequeños, no hay mucho riesgo, pero a medida que crecen aumenta el riesgo potencial de causarles daño. A partir de los 6 kg/3 semanas de vida hay que tener un cuidado especial para evitar causarles lesiones permanentes.

Tradicionalmente los lechones se cogen y se levantan por una pata trasera. Suspendiéndolos de este manera, las fuerzas de tensión que actúan sobre los musculos abdominales, especialmente los que corren paralelos a la línea media, son tan fuertes que pueden desgarrar la cicatriz umbilical.

Este desgarro tendrá como resultado un defecto umbilical que originará una hernia. 

<p>Figura 2. Hernia&nbsp;umbilical a consecuencia de un mal manejo.</p>

Además, si se levanta al lechón por la pata trasera y se gira para sostenerlo contra el cuerpo del operador, puede dañarse la articulación de la cadera, provocando una inflamación que afecte al nervio ciático y cause parálisis de la extremidad.

<p>Figura 3. Par&aacute;lisis de la pata trasera como resultado de un nervio da&ntilde;ado al levantar al animal de una pata trasera torciendola.</p>

Cuando tenemos que coger un lechón, aunque puede ser necesario agarrarlo por una pata trasera, siempre hay que poner la otra mano bajo su pecho o abdomen antes de levantarlo. En ningún caso debe torcerse la pata ni sujetar al animal suspendendido de una única pata trasera. 

Levantar lechones por la oreja es igualmente inaceptable – a menudo causa dolorosos hematomas.

<p>Figura 4.<strong> </strong>Hematoma doloroso causado al levantar el lech&oacute;n por la oreja.</p>