Transición a dietas sin óxido de zinc

Pedro Medel de la Torre
24-abr-2017 (hace 7 años 8 meses 1 días)

Como es sabido, el Committee for Medicinal Products for Veterinary Use (CVMP) en su opinión del 9/12/2016, recomendó la denegación de la concesión de las autorizaciones de comercialización y la retirada de las autorizaciones de comercialización existentes de medicamentos veterinarios que contengan óxido de zinc (ZnO), debido a los problemas medioambientales y de generación de resistencias antimicrobianas. Independientemente de que el uso de ZnO realmente genere problemas medioambientales o de resistencia, la verdad es que el sector se ve abocado a planificar su retirada de las dietas, pues esta opinión fue ratificada por el CVMP en su reunión del 14-16 de marzo de 2017. Una situación similar ocurre con la colistina, antibiótico muy utilizado para el control de diarreas post destete, pero que tras el descubrimiento de la aparición de un mecanismo de resistencia a la misma mediada por el plásmido MCR-1 (Liu et al., 2016), al ser un antibiótico de última línea de defensa en humana, se desaconseja su uso en producción animal.

La presión actual para la reducción del uso de antibióticos en producción animal es tal, que no se plantea una estrategia de sustitución de un antibiótico por otro, sino un nuevo escenario sin uso preventivo de los mismos, con aplicaciones puntuales y concretas cuando realmente se requiera, tras evaluar qué antibiótico es más eficaz para la patología encontrada.

Por ello, se abre una nueva etapa en el diseño de dietas de transición y de precebo, con restricción del uso de antibióticos de manera preventiva. Este problema se acentúa con la clara tendencia al uso de cerdas hiperprolíficas, que aunque conlleva un mayor número de lechones destetados por cerda y año, éstos son más pequeños y menos robustos, y por lo tanto más sensibles a las patologías.

La transición a este nuevo escenario debe tener un enfoque holístico, es decir, va a implicar cambios en diferentes aspectos y debe ser abordado de una manera integral. De manera muy resumida, algunos de los aspectos a desarrollar serán los siguientes.

En relación a los aditivos funcionales, es muy difícil que un aditivo solo sea capaz de simular el efecto de la adición de antibióticos u ZnO. Por ello, será necesario combinar grupos de aditivos en agua y en pienso, para actuar de manera sinérgica con efectos preventivos y/o curativos. En los próximos años, sin duda se debe generar nueva información sobre la capacidad de estas combinaciones de aditivos para sustituir la actual medicación en las dietas de destete y entrada a cebo.

Pero en definitiva, independientemente de lo que haya de cierto en el ámbito de las resistencias antimicrobianas en relación con su uso en producción animal, estoy convencido de que es posible producir de manera competitiva con menor uso de antibióticos, y que a la larga será positivo para el sector en general.