Impacto económico de la inseminación post-cervical en una granja

Alfonso Bolarín
22-ago-2016 (hace 8 años 4 meses)

La IA (inseminación artificial) es una herramienta clave para mantener la competitividad en la producción animal. Desde sus inicios, su objetivo ha sido maximizar la difusión de los genes de los mejores reproductores.

Desde 2007, la técnica de Inseminación Artificial Post-cervical (IA-PC) se ha incorporado rápidamente en la rutina de las granjas de reproductoras. En España su grado de implantación en 2011 era de más del 60% (según la encuesta de la Asociación Nacional de Porcino Selecto), y en diciembre de 2015 el porcentaje de implantación ascendía a un 76%, según estimaciones del autor. Esta rápida implantación se debe a las siguientes ventajas técnicas y económicas:

 

Menor mano de obra, porque la IA-PC es más rápida

La ventaja inmediata de la IA-PC es la necesidad de menos mano de obra durante la IA (Tabla 1), por su mayor rapidez, por menor volumen y menor riesgo de reflujo (Hernández-Caravaca y cols. 2012). Sin embargo la IA-PC puede llevar asociado un mayor riesgo relativo, ya que se utilizan menos espermatozoides (de ahí la importancia de que su calidad esté bien contrastada), se utiliza menos volumen (que conlleva una menor estimulación inmunitaria del útero), y aumenta el riesgo de vehicular contaminación durante la IA hacia el cuerpo uterino. Es una oportunidad para seleccionar personal mejor formado, más eficiente y mejor retribuido. Según datos prácticos orientativos, el beneficio económico anual en costes de mano de obra que supone el cambio de IA tradicional a IA-PC en una granja de 1000 cerdas reproductoras se estima en unos 1.900 €.

Tabla 1. Comparación del coste aproximado de la mano de obra durante la IA tradicional y post-cervical, suponiendo 2,4 dosis usadas por celo, 2,38 partos por cerda y año, un salario mensual bruto de 1.386,6€ para el inseminador tradicional y un 20% mayor para el post-cervical. Todas las cerdas de la simulación post-cervical serían inseminadas mediante esta técnica, incluidas nulíparas y primalas.

Tipo de IA Minutos/IA Coste personal, €/h Coste IA, €/cerda Coste anual con 1000 cerdas
Tradicional 5 8 0,67 3.808
Post-cervical 2 10 0,33 1.904
      Diferencia 1.904

 

Uso de dosis con menor volumen y cantidad de espermatozoides

El coste de producir una dosis en un centro de inseminación artificial está compuesto por casi un 60% de costes fijos. El coste de la dosis tradicional en una granja de 1000 cerdas es de alrededor de 3,80 €, y el de la dosis post-cervical es de alrededor de 2,70 €, lo que supone un ahorro anual en dosis de 6.600 €.

La población de verracos reproductores ha disminuido dramáticamente desde la implantación de la IA-PC. Por ejemplo, en España la población de verracos ha disminuido un 53%, de 70.000 a 33.000 cabezas desde 2005 a 2014 (Gráfico 1). Como consecuencia, el precio de venta del verraco reproductor se ha incrementado hasta un 40%. El incremento del coste del verraco se refleja en el coste de la dosis post-cervical, que tiende a igualarse con el actual coste de la IA tradicional por el incremento en el precio de venta directo del verraco o por royalties en la dosis o en el lechón producido a través del semen de los verracos genéticamente mejorantes.

Evolución del censo de verracos en España

Gráfico 1. Evolución del censo de verracos reproductores en España (MAGRAMA).

 

Uso de menos verracos en la explotación (incremento de la uniformidad)

La uniformidad es un parámetro difícil de medir y sobre todo cuantificar en una granja a través de la IA. Las poblaciones de verracos actuales están constituidas por individuos uniformes, seleccionados genéticamente. Aun así, es de sentido común pensar que, si disminuimos la población de verracos original, incrementará la uniformidad y, además, si esa población constituye la élite genética, la uniformidad será incluso mayor y compensará la altísima reposición de los verracos en los centros (de media, 14 meses de estancia en el centro, lo cual significa el 85% de reposición).

 

Uso de menos verracos en conjunto (incremento de su valor genético)

Este factor es, con diferencia, el más determinante económicamente, aunque sorprendentemente no es la principal razón de la implementación de la IA-PC en la mayoría de los casos.

Incrementar el valor genético de una población de verracos influye de forma decisiva en los parámetros de selección. En el caso de finalizadores, parámetros cárnicos (índice de conversión, ganancia media diaria, porcentaje de magro, grasa infiltrada, capacidad de ingesta, etc). En el caso de líneas hembra, parámetros maternales (habilidad maternal, capacidad lechera, número de tetas, nacidos totales, nacidos viables, peso al nacimiento,etc.)

Como conclusión, la introducción de la IA-PC tiene un impacto económico en el conjunto de la industria porcina muy significativo (tabla 2), y supone un reto para los centros de inseminación y para las granjas de reproductoras de una magnitud paralela al que planteó el paso de monta natural a IA. Una vez demostrada su eficacia y eficiencia, cabe seguir investigando sobre los límites de calidad aceptados de esta técnica, igual que se ha hecho en el caso de la IA tradicional, para mantener la competitividad que plantean los retos de la industria porcina.

Tabla 2. Estimación de beneficios económicos relativos, cuando introducimos la inseminación post-cervical en una granja de 1000 cerdas.

Menor mano de obra 4,66%
Dosis más barata 16,18%
Incremento de la uniformidad 24,51%
Aumento del valor genético 61,27%
Costes de catéteres -6,62%