Demanda tranquila a la espera de nuevas oportunidades

Jordi Beascoechea i Pina

4 de noviembre de 2015

16-nov-2015 (hace 9 años 1 meses 6 días)

Para empezar, vamos a hacernos eco del comentario estrella del mercado de este último mes: en el puerto de Tarragona hay alrededor de un millón de toneladas de mercancía. Por si esto fuera poco, la previsión es que continúen llegando barcos de manera continuada. En resumen el puerto está "hasta los topes" y se tiene que llevar mercancía fuera del mismo (con los consecuentes costes). Lo importante es que el puerto de Tarragona no es la excepción, sino la tónica general en los puertos de España.

La abundancia de mercancía presiona los precios a la baja para disponibles ya que al exceso de oferta se une la falta de demanda y, ante este panorama y con las aplicaciones de principios de mes recién enviadas, los fabricantes se encuentran bastante tranquilos. Este escenario ha favorecido que casi haya pasado desapercibida la poca presión de cosecha de maíz tanto nacional como de origen francés.

Mención aparte merece la cebada. Una vez pasada la presión de cosecha, la cebada va por otros derroteros, independientemente de la zona se pide más o menos lo mismo, alrededor de 183-186 €/Tm según destinos. Según mi opinión, la cebada es fácilmente almacenable, de fácil mantenimiento y, lo que es más importante, el agricultor (o cooperativa o comerciante) no va corto de liquidez. Si a esto le sumamos los bajos tipos de interés actuales, por poco que suba el precio de la cebada compensa sobradamente guardarla. Muchos agricultores están casi obligados a venderla el próximo año para no duplicar cosechas, algunas cooperativas o comerciantes prefieren llegar a final de año con los almacenes llenos o con mercancía suficiente, los agricultores después de varios años buenos tienen capacidad de esperar ante precios que no consideran interesantes. Todo esto y alguna otra razón que seguro se me escapa, hacen que prever el comportamiento de la cebada sea tan difícil. Lo que sí está claro es que cuando baja de precio un par o tres euros, la poca o mucha oferta actual que hay es absorbida por el mercado, con lo que veo difícil que la situación cambie hasta principios del año que viene, una vez se empiece a poder elucubrar con mayor acierto como va evolucionando la cosecha.

En realidad, si analizamos el mes de octubre con perspectiva vemos que ha sido un mes de precios estables mirando al inicio y final del mes pero con precios muy variables en el día a día. Y eso que motivos de sobresalto hemos tenido varios. El cambio euro/dólar nos dio un buen susto el pasado día 22 de octubre revalorizándose el dólar al ritmo de las palabras de Mario Draghi (presidente del Banco Central Europeo), los precios subieron 3-4 €/Tm aunque a día de hoy se vuelve a hablar del mismo nivel de cotizaciones que dejamos atrás el día 22.

En definitiva, los disponibles están lastrados por la gran oferta que hay y la relativa tranquilidad de la demanda gracias a las coberturas existentes por lo menos hasta fin de año. Los futuros en Chicago o Matif tienen una gran resistencia ante los grandes stocks finales de campaña así como ante la estabilidad de la demanda de los países asiáticos (o por lo menos a la inexistencia del aumento continuado de demanda a la que nos han acostumbrado estos últimos años, por no hablar de los temores sobre la salud de la economía China), lo que favorece la tranquilidad del mercado. Así que lo compradores, antes las coberturas más que suficientes y ante este panorama, esperan el momento en que vuelvan “los regalos” para volver a tomar alguna decisión de compra a futuros, y volvamos a ver por lo menos los precios cercanos a los mínimos que ya vimos hace unos meses. Entiendo que esta será la tónica dominante los próximos meses, por lo menos hasta el mes de febrero o marzo en que tengamos más claro cómo evoluciona la cosecha.