Qué bonito sería que todas las cerdas de la granja (destetadas, nulíparas, repetidoras...) se cubrieran en el mismo día de la semana! Y ya puestos a escoger, todas en lunes. En esta situación, con un único destete semanal, por ejemplo en jueves:
En este mundo ideal, una explotación con 400 plazas de parto distribuidas en 4 salas (100 cerdas / sala), con un objetivo de 100 partos semanales, siempre estaría destetando lechones con una media de edad de más o menos 21 días (siempre y cuando no excediera este objetivo de 100 partos semanales).
Sin embargo, desafortunadamente en el mundo real, las cosas no suceden de esta forma. Explotaciones con una buena salida en celo y donde incluso se programan las cubriciones de nulíparas con altrenogest (lo que evita celos en fin de semana), suelen tener una distribución de cubriciones de este estilo:
Con una duración de gestación de 114 días y un único destete en jueves:
Con esta situación, en nuestra granja con 4 salas de 100 parideras, estaremos destetando aproximadamente un 10% de cerdas y lechones con menos de 20 días, siempre y cuando continuemos logrando un objetivo de 100 partos semanales. Si ocasionalmente sobrepasamos el objetivo de partos por descuido, el número de destetes precoces aún aumentará más.
Si a los lechones destetados antes de 21 días les sumamos los que nacieron pequeños, los que se retrasan y los que hayan sido adelantados de lote al realizar nodrizas, podemos encontrarnos fácilmente con más de un 20-30% de lechones “conflictivos” al destete. También hay que considerar los hijos de primeriza, si no se sincronizan, por probabilidad la mitad de las primerizas se cubren entre jueves y domingo, es decir que la mayoría de lechones destetados de pocos días son hijos de primeriza.
Esto es lo que suele suceder en explotaciones que intentan exprimir las paridera al máximo, imponiendo rotaciones de 4 semanas y apurando a tope el objetivo de partos. El resultado es un número elevado de lechones pequeños en transición, más aún con las genéticas hiperprolíficas actuales que obligan a hacer muchas nodrizas.
Obviamente no estamos diciendo nada nuevo. Esta práctica seguramente la están aplicando muchos ganaderos de forma intuitiva. Lo que probablemente no tengan tan claro es que rebajando tan solo en un 5% el objetivo de partos se consiga entre un 10 y un 20% de espacio extra por lote para alargar las lactaciones de las cerdas que han quedado cubiertas entre bandas.
Otras ventajas de este sistema
Este espacio extra también puede aprovecharse para:
Como que gran parte de las cerdas descolocadas son primerizas, estaremos alargando la lactación de las cerdas que más lo necesitan.
Alargar la lactación de las camadas de lechones nacidos pequeños. Si tenemos la precaución de entrar las cerdas de segundo y tercer parto en la última sala del lote, ya podremos colocarles los pequeños sin tenerlos que cambiar posteriormente.
Cuando se hacen nodrizas avanzando lechones a una semana más de lactación, los acabaremos destetando con la misma edad si tenemos la previsión de colocarlos siempre en estas salas “comodín” donde las cerdas podrán permanecer una semana más.
En el caso de que puntualmente se supere el objetivo de partos, tenemos más margen de maniobra.
El manejo todo dentro todo fuera de las salas no se compromete.
Precauciones especiales
Es imprescindible entrar las cerdas a maternidad con cierto orden. Lo ideal sería que entraran perfectamente ordenadas por día de cubrición. El problema actual lo tendremos con los patios de cerdas gestantes. Se hace difícil ordenar cerdas por fecha de cubrición si están mezcladas dentro de un mismo patio (sobretodo si los crotales se ensucian). Por este motivo, una buena opción es ordenarlas al pasarlas de las jaulas a los patios, separando como mínimo las cubiertas de lunes, martes y miércoles de las de jueves, viernes y sábado. Las de domingo pueden mezclarse con las del lunes siguiente.
En el caso de explotaciones con cerdas muy prolíficas, donde suelen nacer más lechones pequeños y la necesidad de hacer nodrizas obliga a avanzar la edad al destete de muchos lechones, puede emplearse el mismo método pero ampliando el margen de plazas “comodín”, reduciendo el objetivo de partos por ejemplo hasta el 10%.
Otra opción sería, en vez de reducir el objetivo de partos, ampliar el espacio de maternidad. (En el caso de nuestro ejemplo se podría construir una sala extra de 20 plazas). De esta forma podemos realizar el mismo manejo, pero persiguiendo un objetivo de 100 partos / banda.
Inconvenientes
Son necesarias muchas salas pequeñas para poderlo poner en práctica, porque sino comprometemos el manejo Todo dentro – Todo fuera de las salas. Por este motivo es más fácil que encaje en granjas grandes (suelen tener más salas) que pequeñas.
Conclusión
Lógicamente no es fácil aceptar reducciones de censo, pero la ventaja de ganar en calidad de lechón destetado y alargar la lactación de cerdas que habrían sido destetadas con pocos días (con más problemas de salida en celo y menor prolificidad al siguiente parto) es fácil que compense. Sobretodo en épocas de crisis como las actuales.
Este manejo también puede hacernos replantear cuál es el tamaño de sala ideal. Las salas grandes son más cómodas a la hora de trabajar y más baratas de construir (un mismo regulador térmico y de ventilación para más cerdas, una fosa más grande, menos paredes intermedias...). Sin embargo, como vemos, ofrecen menos flexibilidad a la hora de gestionar el objetivo de partos y las cerdas a destetar por banda.