Escrito el 9 de noviembre de 2010
23-nov-2010 (hace 14 años 2 días)
Bien, ¿no queríamos caldo? Pues dos tazas.
Hace un mes despertábamos con la noticia que según el USDA (ministerio de agricultura americano) la producción de maíz era menor que la esperada debido a la bajada de rendimientos, y que el consumo previsto era mayor por culpa del aumento de etanol. Como no había bastante, hace dos semanas Rusia confirmaba que no iba a abrir ningún cupo de exportación de trigo hasta nueva cosecha. Para terminar de rematarlo, hace unas semanas el USDA también reducía la previsión de la producción de trigo a nivel mundial.
A todo ello, añadamos que, tanto Inglaterra como Francia, en cuatro meses de campaña han exportado alrededor del 65-70% del trigo previsto, por lo que en los próximos meses sólo pueden exportar el 30-35%.
Los expertos añaden que al ritmo actual ambos países deberán dejar de exportar en enero o febrero. Este último punto tiene algo de trampa, ya que el aumento de las exportaciones es debido en parte al miedo de los agentes exportadores, que ante las diferencias de precio y para evitarse problemas e incumplimientos han trasladado el trigo a los puertos de consumo, aunque ello conlleve el aumento de los gastos. Por tanto el trigo ha salido de los países productores pero en parte está pendiente de vender o bien es para cubrir ventas ya realizadas, pero para el año que viene. Esto último sobretodo ocurre en trigos panificables.
Y hasta aquí las noticias, que diría aquel, que como se puede observar son todas alcistas. ¿Cómo se ha traducido esto en el mercado? Pues con una subida significativa de precios, ya que todos estos factores han contribuido a que los mercados internacionales subiesen: Chicago, el Liffe, el Matif…
Y ¿el comprador? Pues se ha quedado traspuesto y de momento no ha reaccionado de manera significativa, por diferentes motivos:
- Tiene coberturas suficientes hasta diciembre.
- Los posibles cortos los cubre con cebada, trigo o maíz nacional o francés.
- Les cuesta mucho tomar una decisión de compra para el año que viene, puesto que con los precios actuales de los cereales y el precio de la carne prevista para el primer trimestre entra en pérdidas de manera importante.
¿Qué va a pasar a partir de ahora? Eso es difícil de predecir aunque podemos hacer alguna suposición, siempre y cuando no nos cambien otra vez las cifras de cosechas y stocks finales.
Por un lado, parece ser que noticias bajistas importantes no las vamos a tener, si es que las hay, hasta febrero-abril, momento en que podremos hablar de cosecha nueva, hectáreas sembradas y bonanza de siembra. Confiemos en que los agricultores, con los precios actuales, siembren todo lo que puedan y abonen lo suficiente. Esperemos que la siembra sea razonablemente buena, pues ya sabemos que un nacimiento bueno de la planta garantiza una cosecha, después ya vendrá la lluvia para que sea mejor o peor.
Por otra parte Bruselas sigue teniendo los stocks de cebada del año anterior y puede liberalizarla. Además el dólar nos ha ayudado a dar precios más atractivos, y aún puede ayudarnos más. Esta situación compensa en parte la subida de precios internacionales.
El flete sigue estando a precios no muy caros, además por lo ya comentado los puertos están bien surtidos de mercancía. Por todo ello, que los precios bajen se prevé difícil, y más teniendo en cuenta que con el consumo que ha habido de la cosecha nacional, tanto de cebada como de trigo y de maíz, el año que viene ésta no presionará el mercado, y estaremos obligados a ir a los puertos a buscar mercancía.
Entiendo por lo dicho antes, que tomar decisiones de compra para el año que viene es difícil, pero no debemos olvidar que si no las tomamos, lo que haremos es colaborar a que el mercado siga subiendo. Por lo tanto, aprovechando que han entrado en escena otros cereales (el sorgo USA por ejemplo) y otros orígenes no habituales (maíz USA y maíz Sur-Africano), lo prudente sería por lo menos tomar posiciones para el primer trimestre, y rezar para que las previsiones de la nueva cosecha sean excelentes.
De la proteína, básicamente la soja, sigue su camino y un poco ayudada por los cereales ha subido un poco más, situándose alrededor de los 325 €/Tm para la harina de soja 44%. Pocos cambios se prevén en el panorama de la misma, hasta febrero/marzo en que entrarán en escena las cosechas sudamericanas.
Jordi Beascoechea Subministradora de Cereals SL |