David Burch, Veterinario, Octagon Services, Reino Unido
12-mar-2009 (hace 15 años 9 meses 7 días)
Las infecciones por circovirus porcino tipo 2 (PCV2) pueden ser muy costosas causando desmedro y aumentando la mortalidad. La vacunación contra PCV2 es crítica en su control, para asegurar que los cerdos están protegidos antes de la exposición a la enfermedad. Parece que hay distintos patrones de enfermedad, y hay que revisar los programas de control para controlar la mortalidad en el engorde.
En un artículo reciente, Grau-Roma et al. (2008) de la UAB, reportaron la dinámica de infección de PCV2 en 6 lotes de cerdos en 3 granjas españolas de producción en 2 ó 3 sitios. Se destetaba a las 3 semanas y el paso de la maternidad al engorde se producía a las 8-9 semanas. Se tomaron muestras de sangre a intervalos regulares (ver figura 1) y se realizaron PCR para detectar la presencia de ADN vírico.
Figura 1. Desarrollo de viremia por PCV2 en cerdos en España.
La mortalidad media en la transición fue de 4,2 % y en el engorde de 14,4 %. Esto contrasta con un estudio similar llevado a cabo en Dinamarca en granjas de un único sitio, donde el pico de mortalidad fue en animales mucho más jóvenes, a las 10-11 semanas, con mortalidades de 12,7 % en transición y 5,7 % en el engorde, completamente al revés que en las granjas españolas.
Los hallazgos españoles fuero similares a los que yo observé cuando trabajaba para un grupo que utilizaba un sistema de 3 sitios, con todo dentro-todo fuera. Podíamos tener una mortalidad tan baja como 1 % en la transición, pero en el engorde, sobre las 11-16 semanas, se producía la viremia y la consiguiente mortalidad (aproximadamente 9 %) y emaciación (también un 9 %). Estos hallazgos parecen ser consistentes en la mayoría de ensayos de campo en EEUU y Canadá, donde la principal mortalidad crónica se asocia más al engorde que a la transición; presumiblemente cuando los anticuerpos maternos disminuyen y los animales son más susceptibles a los desafíos.
También se analizaron las cerdas mediante qPCR y sólo se detectó viremia en el 2,3 %, en contraste con el 39,3 % de las cerdas de la experiencia danesa en explotaciones de sitio único. Aunque se conoce la transmisión vertical de PCV2 entre cerdas y lechones, también hay que plantearse el papel de la reinfección en producciones de sitio único, donde hay excreción activa y animales susceptibles. La raza, el clima y la presencia de otras enfermedades pueden tener un impacto, pero sospecho que el sistema de producción también es importante.