Caso clínico: Vómitos en lechones destetados

03-nov-2008 (hace 16 años 19 días)

Descripción de la granja

Se trata de un ciclo cerrado con capacidad para 1000 cerdas aunque actualmente no llega a las 900. El destete es semanal y la reposición de origen externo. Últimamente se ha cambiado el proveedor y la genética de la reposición.

Sanidad de la granja

La granja es positiva de PRRS, Aujeszky, micoplasma y Actinobacillus pleuropneumoniae. El PRRS fluctúa causando más o menos problemas según la temporada. Se vacuna tres veces al año de Aujeszky a las cerdas y tres veces a los cerdos, la última a los 6 meses de edad. El Actinobacillus causa algunas bajas en los cerdos de engorde alrededor de los 100 quilos. Para controlarlo se hacen medicaciones periódicas con amoxicilina a las cerdas y en el engorde.

De vez en cuando se medica toda la granja con lincomicina ya que se tiene historial de diarreas que pueden llegar a ser con sangre pero con etiología aún por determinar. Las primerizas están entrando con demasiada edad, sin tiempo para una buena adaptación.

Los piensos del destete se medican con clortetraciclina y colistina el prestarter y amoxicilina el estárter para prevenir los problemas de meningitis y diarreas que aparecen con frecuencia.

Estructura de la granja

Esta granja se ha reformado varias veces hasta conseguir tener una distribución muy desordenada y poco proporcionada.

Los lechones recién destetados permanecen durante una semana en una primera instalación de transición. Estas salas son demasiado pequeñas para recibir a todo el grupo, por lo que estos lechones estarán una semana a alta densidad y con un sistema de ventilación totalmente ineficaz. En esta zona solo existe espacio para un lote por lo que deben trasladarse antes de realizar el siguiente destete a una especie de pre-engorde.

Personal

La tasa de rotación del personal ha sido siempre muy elevada, a este hecho tenemos que sumarle en algunos casos el de la poca comprensión (básicamente de idioma) del personal.

Aparición del caso

Durante una visita rutinaria nos comentan que de vez en cuando aparece diarrea en los lechones lactantes. Esta diarrea es transitoria y desaparece sin tratamiento ni bajas. Esto lleva ocurriendo durante un tiempo de aproximadamente dos meses y medio. Se pide que avisen cuando aparezcan nuevos casos.

Nos llaman a los tres días porque vuelven a aparecer diarreas. Sin embargo, observamos que lo que tenían los lechones no era diarrea, sino vómitos. Los lechones afectados, aparte de vomitar, pasaban unas horas tumbados, apáticos pero sin fiebre ni ningún otro síntoma . No se llegó a profundizar sobre el tema ya que no era preocupante. Afectaba muy pocos lechones, alrededor del 1-2%. La mortalidad era casi nula.

Después de 1 mes sin ningún caso, los vómitos vuelven a aparecer, pero ahora justo después de destetar. Al momento del destete los lechones recibían la segunda dosis de la vacuna contra micoplasma y una dosis preventiva de amoxicilina.

Tras una hora y poco más de estar en las salas de "destete" empezaron a vomitar entre un 10 y un 20% de los lechones.

La presentación era la misma que en los casos anteriores solo que había aumentado la incidencia y los lechones eran de más edad. No se observó mortalidad.





Evolución del caso

Al realizar el destete de la semana siguiente se repitió el cuadro.

Dentro del diagnóstico diferencial de causas que provoquen vómitos encontramos:



  • Diarrea epidémica porcina o gastroenteritis transmisible. En principio descartada porque no se observaron problemas de diarreas graves ni mortalidad.
  • Úlceras gástricas. Es muy poco frecuente en lactantes y no se observaron heces oscuras y los lechones se recuperaban en un tiempo breve...
  • Actinobacillus pleuropneumoniae. Normalmente afecta a cerdos de 8 a 16 semanas de edad con un período de incubación muy corto. Puede cursar con vómitos.
  • Diarrea por E. coli. La diarrea en los lechones puede ocurrir a cualquier edad. Al destetar, se produce una diarrea aguda dentro de los 5 días postdestete.
  • Encefalomielitis hemaglutinante. Aunque el virus causante es ampliamente extendido, la enfermedad clínica es poco frecuente y solo en lechones recién nacidos.
  • Intoxicación por alguna sustancia posiblemente en el prestarter: arsénicos inorgánicos, cadmio, organofosfatos, carbamatos… Esta posibilidad no se llegó a contemplar debido a la dificultad del análisis y a la baja gravedad del problema en un inicio.
  • Peste porcina clásica o africana. Estas enfermedades pueden causar vómitos, pero no se observó ninguno de los otros síntomas: diarrea, incoordinación, hacinamiento, fiebre y elevada mortalidad.

No se realizó ninguna prueba de diagnóstico. La ausencia de bajas y consecuencias posteriores rebajó el caso a simple anécdota.

Resolución del caso

Durante una posterior visita a la explotación contemplamos como empiezan a vomitar el 100% de los lechones que se habían destetado poco antes de una hora. Durante los 2 últimos meses no se había observado ningún otro caso.

Al investigar de nuevo las posibles causas se observó un hecho relevante. A diferencia de los otros destetes, en éste se había cambiado el antibiótico con el que se trataban a los lechones de forma sistemática. En lugar de amoxicilina, se utilizó Penicilina G procaína. El motivo del cambio no fue más que el agotamiento de las existencias de amoxicilina. A falta del primero se decidió utilizar el segundo, del cual había suficiente para pinchar todo el destete de la semana.
En el dispensario de medicamentos hacía algún año que quedaba un stock de penicilina G procaína que se había utilizado anteriormente para el tratamiento de las cerdas. El antibiótico no estaba caducado y tenía buen aspecto.

Los operarios de maternidad aseguraron que no lo habían usado nunca. Llevaban en la granja poco más de año y medio, tiempo en que la penicilina G procaína ya no se usaba. Para comprobarlo se revisó el inventario desde que empezaron los primeros vómitos. No había salidas registradas pero faltaban frascos.

Se llegó a la conclusión que de vez en cuando se utilizaba un frasco de penicilina en lugar de amoxicilina por error. Los dos antibióticos eran suministrados por el mismo laboratorio, con los mismos colores y cajas casi idénticas. Para mayor confusión estaban colocados de lado. La penicilina G procaína quedaba más a mano a medida que las existencias de amoxicilina se reducían.

Desde que se evidenció el error no han vuelto a observarse más casos de vómitos en lechones lactantes o recién destetados.

Comentarios

Los casos de vómitos que se iban repitiendo en la granja eran causados por un efecto secundario a la inyección de un antibiótico, la penicilina G procaína. La penicilina G procaína puede producir reacciones alérgicas de diversa intensidad en animales sensibles. En tales casos se aconseja el uso del antídoto adecuado: epinefrina. Adrenalina, cortisona, antihistamínicos, iones Ca++...

Tanto en la primera como en la segunda semana de vómitos en el destete no se podía asociar ninguna cuadra a ninguna sala de maternidad o tratamiento previo ya que los lechones se mezclaban en el pasillo antes de meterlos en las cuadras. Además, antes del destete no se había observado nada.

En el diagnóstico diferencial se estudió la posibilidad del Actinobacillus pleuropneumoniae, presente en la granja y causante de bajas en el engorde. Su forma hiperaguda produce vómitos en lechones ya destetados. De repente aparecen uno o más lechones de la misma o de diferentes cuadras muy enfermos con fiebre, apatía y anorexia. Pasan un corto período de diarrea leve y vómitos. Durante esta fase permanecen tumbados sin síntomas respiratorios. Pasado un tiempo se vuelven cianóticos, aparece disnea severa y respiración por la boca. Antes de la muerte normalmente presentan una descarga de sangre espumosa por la boca y hocico. La muerte se produce a las 24-36 horas del inicio de los síntomas. Los vómitos en esta granja no se acompañaban de mortalidad ni síntomas respiratorios ni fiebre. Tampoco hubo aumento de incidencia de actino en el engorde.

Otras posibles causas de aparición de vómitos que fueron descartadas son:

  • Intoxicación por alguna sustancia posiblemente en el prestarter: arsénicos inorgánicos, cadmio, organofosfatos, carbamatos…
  • Diarrea epidémica porcina o gastroenteritis transmisible. Causadas por un coronavirus, los lechones se inmunizan a través el calostro. No se pueden diferenciar una de la otra por los signos clínicos. En grandes poblaciones no todas las cerdas se infectan al mismo tiempo y pueden darse brotes sucesivos afectando a los lechones lactantes de manera esporádica. En lactantes la mortalidad puede llegar al 40% y la diarrea dura hasta 7-14 días. Los lechones afectados presentan diarrea aguda acuosa, deshidratación y vómitos.
  • Ulceras gástricas. Su incidencia en cerdos en crecimiento puede llegar hasta un 60%. Es poco frecuente en lactantes. En transición, en su forma menos aguda el cerdo presenta debilidad y falta de aliento, vómitos, heces oscuras...
  • Actinobacillus pleuropneumoniae. Normalmente afecta a cerdos de 8 a 16 semanas de edad con un período de incubación muy corto.
  • Diarrea por E. coli. La diarrea en los lechones puede ocurrir a cualquier edad. Al destetar, se produce una diarrea aguda dentro de los 5 días postdestete. " Encefalomielitis hemaglutinante. Aunque el virus causante es ampliamente extendido, la enfermedad clínica es poco frecuente y solo en lechones recién nacidos.
  • Peste porcina clásica o africana. Estas enfermedades víricas producen vómitos, diarrea, incoordinación, hacinamiento y frío en los lechones lactantes. La fiebre es muy alta y se producen muertes súbitas. Se transmite rápidamente por carnes infectadas, por transmisión mecánica (botas, ropa, camiones...).
  • Golpe de calor: Durante las épocas de más calor y en situaciones de mala ventilación y hacinamiento de los lechones en el momento del destete, otro factor desencadenante de vómitos podría ser el golpe de calor.