Nutrición materna y desarrollo fetal

Así lo ve Imasde

04-dic-2007 (hace 17 años 19 días)
Introducción

Los programas de alimentación de las cerdas gestantes, deben procurar un buen estado de carnes de las cerdas (recuperación de pérdidas corporales durante la lactación y crecimiento corporal), evitando un excesivo engrasamiento (mayores necesidades de mantenimiento, partos más lentos, menor consumo en lactación), que aseguren una buena fertilidad, prolificidad y peso de los lechones al nacimiento.

Las necesidades de la cerda gestante varían según el ciclo, peso y momento de la gestación. En animales jóvenes son mayores las necesidades de crecimiento, pero menores las de mantenimiento, siendo por tanto claramente superiores las necesidades en proteína.

Requerimientos en el crecimiento fetal

Al principio de la gestación son mayores las necesidades debidas al incremento de peso de la cerda y al final las debidas al crecimiento fetal y tejidos asociados.
Respecto al total de la gestación, la proporción de los requerimientos para el crecimiento fetal son de un 5-6% para la energía y de un 30-60% para la proteína (cerdas de 1º o >3º ciclo respectivamente) (figura1).

Figura1: Requerimientos totales de gestación en energía y proteína según el ciclo reproductivo.

Energía, Mcal EM Proteína, gr lisina digestible verdadera

Es sabido que las necesidades para el crecimiento fetal aumentan a lo largo de la gestación, representando alrededor del 30 y 50% del total durante el tercer y cuarto mes de gestación (figura 2), por lo que es práctica habitual incrementar el plano de alimentación durante el último tercio de gestación. Sin embargo solo niveles de subalimentación severos incidirán sobre el peso al nacimiento, viéndose esta más afectado por la eficacia placentaria o capacidad uterina.

Figura 2: Proporción de los requerimientos totales para el crecimiento fetal a lo largo de la gestación.

Programación fetal del crecimiento

Se sugiere que la nutrición durante la gestación puede tener efectos duraderos a lo largo de la vida del animal. Desde la implantación fetal (30-35d) hasta los 80-90 días de gestación se produce la organogénesis, pudiéndose aplicar estrategias de alimentación que mejoren el desarrollo fetal y tengan efectos duraderos después del nacimiento.

• Planos de alimentación elevados pueden aumentar el número de fibras musculares secundarias, mejorando el potencial de crecimiento y magro del animal. Los resultados de los estudios publicados hasta la fecha son controvertidos, pudiendo estar influenciados por el potencial genético, número de ciclo y nivel de suplementación. A este respecto distintos estudios también sugieren efectos positivos del uso de la L-carnitina.

• Mejora del sistema inmune del animal (CLA o selenio orgáncio), desarrollo del sistema nervioso (W3) o del tamaño de la camada (arginina)

Conclusiones

Según el número de ciclo de la cerda podrían formularse dietas más ricas en proteína durante los dos primeros ciclos, aunque, a nivel práctico suele ser difícil de aplicar, utilizándose una dieta única con niveles suficientes de lisina para cubrir bastante bien las necesidades de las primerizas.

Es importante incrementar el plano de alimentación durante el último tercio de gestación debido a las mayores demandas para el crecimiento fetal y tejidos anejos, siempre evitando un engrasamiento excesivo de la cerda.

Investigaciones recientes sugieren interesante el uso de determinados aditivos o estrategias de alimentación que mejoren el desarrollo fetal y puedan tener un efecto beneficioso a lo largo de la vida del animal.