Cómo mantener los datos retrasados (o cuando el fin se justifica con pocos medios)

María AparicioCarlos Piñeiro
24-jul-2007 (hace 17 años 4 meses)

En anteriores artículos hemos señalado la importancia de manejar los datos generados en la granja de una forma correcta, generalmente mediante el uso de programas de gestión, y de cómo esa actividad nos puede ayudar a mejorar los resultados y en último término la rentabilidad. Resulta evidente que el proceso supone un esfuerzo y tiene un coste económico que para muchos productores no se justifica, ya que consideran que han de tener:

  • PC: En muchas ocasiones, se adquiere sólo para ese uso, por lo que su adquisición supone otra carga en torno a los 1000 € más el mantenimiento, incluyendo ajustes y actualizaciones; si tiene otros usos el riesgo puede ser mayor por desconfiguraciones del sistema operativo, accesos no controlados o virus).

  • Programa de gestión: Su coste puede variar desde 'gratis' (cuidado, se suele regalar como parte de otros servicios, pienso, asistencia técnica o reproductoras, pero nunca lo es) hasta aproximadamente 1000 € por licencia para granjas individuales. Cada vez se tiende más, y es razonable, a presentar el coste por cerda, en vez de por granja, para no penalizar a pequeños y medianos productores. También debe considerarse el coste de renovación anual de la licencia.

  • Introducción de datos: Lleva su tiempo y es una tarea más profesional de lo que solemos considerar. Hay varias posibilidades de desarrollarla:
    • Introducción al programa por el productor: Suele ser la más habitual, bien en la granja o en su domicilio después de la jornada laboral. En el mejor de los casos supone un esfuerzo elevado, no tanto de tiempo, sino de disciplina, ya que muchas veces los datos no se introducen con la regularidad necesaria generándose periodos de vacío que complican mucho el control rutinario de la información. En estos casos el programa suele quedar para sacar fichas de cerdas, listados de trabajo e informes de periodos anteriores.

    • PDA's: Son dispositivos de reciente implantación, muy atractivos para muchos productores, con bastantes ventajas y algunos inconvenientes. Entre las primeras podemos citar que son dispositivos generalmente estables que al no tener otros usos no suelen presentar problemas de funcionamiento y que en muchos casos pueden encajar bien dentro de la rutina de las granjas. Por otra parte, debe señalarse que son únicamente dispositivos de recogida y que su coste debe añadirse al del ordenador y el programa. Aunque su precio se ha abaratado mucho, sigue siendo elevado (1000-1500€), sobre todo si trabajamos con dispositivos de calidad estancos al polvo y al agua, aptos para trabajar en granja. En segundo lugar debe señalarse que la introducción de datos no es tan rápida como con un teclado convencional y que no todo el personal de las granjas está capacitado para manejarlos sin formación previa. En tercer lugar debe señalarse otro hecho evidente, que frecuentemente no se considera, y es que hay que dedicar tiempo a introducirlos, lo que va en detrimento del dedicado por el trabajador para las labores de granja. Por último no debemos olvidar que deben estar permanentemente actualizados y sincronizados con el ordenador de destino para que la entrada de datos no permita recoger errores.

    • Servicio de introducción de datos: Se trata de un servicio clásico en el sector que se fundamenta en que el productor recoge los datos de la manera tradicional (libreta) y los envía por fax o e-mail a una oficina de procesado periódicamente (normalmente 1-2 veces por semana), donde se introducen, se verifican posibles errores y se devuelven listas de trabajo, informes y análisis para el productor, el veterinario o el gerente. Quizá su ventaja principal sea la sencillez ya que no exige formación previa, suele ser rápido y no es costoso, ya que un fax es suficiente en la mayoría de los casos y el coste de procesado por cerda generalmente es asequible. Además, muchos productores no necesitan comprar el programa ya que el servicio incluye la licencia, ni por tanto, comprar un ordenador para este fin. Entre sus inconvenientes puede citarse la necesidad de una comunicación fluida entre el productor y la oficina de procesado para solventar dudas o errores (más frecuente al principio de instaurar el sistema).

Debemos tener muy presente que todos los anteriores son medios para un fin, como es el de disponer de información de calidad y a tiempo para ser eficaces, y por tanto competitivos y rentables. Cada productor debe decidir en función de las características de su granja o de su empresa, del personal disponible y su cualificación y de la calidad de la información exigida, cual es la mejor opción. Debemos tener muy presente que no debemos interpretar estas opciones en términos de precio sino en términos de rentabilidad. Ésta estará asegurada cuando el productor pueda conocer su sistema y analizar junto con el técnico de la granja las tendencias hacia las que evoluciona su producción, eliminar las cerdas hipoproductivas a tiempo, restar días no productivos de los intervalos de donde sea posible o tomar decisiones de cambio de manejo (por ejemplo, variar la edad al destete en función de los resultados en el siguiente parto, decidir la edad a la 1ª cubrición siguiendo el sistema tradicional, en torno a 220 días, o bien de cubriciones a mayor peso siguiendo el sistema Danés, etc.).

Una idea de la rentabilidad podemos obtenerla con una de las mejoras más frecuentes obtenidas cuando podemos controlar con detalle lo que ocurre en nuestra granja. Se trata del control de los días no productivos (DNP's). Supongamos una granja de 100 cerdas en la que los DNP/cerda /año son 45 (cifra más frecuente de lo que pensamos) en lugar de 30 (objetivo habitual sin tener en cuenta a las cerdas de renovación). A partir de aquí y teniendo en cuenta el coste de 1 DNP, que en España oscila entre 2,0 - 2,5 €, podemos calcular el ahorro que supondría la reducción desde 1 DNP menos/cerda/año (200 - 250 € de ahorro al año) hasta alcanzar el objetivo, es decir, reducir los 15 DNP/cerda/año "de más" (3.000 - 3.750 € de ahorro al año).

Y para terminar, debemos recordar otro error muy frecuente relacionado con la introducción de datos, sobre todo al comienzo, como es el intentar introducirlo 'todo'. Sin embargo, en términos de tratamiento de la información no conviene obsesionarse y tratar de introducir absolutamente todos los sucesos que tienen lugar en la granja cada día, ya que eso puede llevar al productor a realizar un trabajo especialmente tedioso que puede terminar en el fracaso del sistema. Evidentemente, cuantos más datos introduzcamos en el programa más información podremos sacar de él, pero a veces ser demasiado minuciosos puede complicar mucho el trabajo y la viabilidad del sistema. Es decir, no siempre 'más es mejor' ya que debemos valorar qué datos se introducen en el programa y qué información obtenemos de los mismos. Por ejemplo, tratar de anotar todas las adopciones o acoples de lechones entre cerdas en lactación, identificando cada cerda de origen y destino, es una tarea bastante exigente y que no siempre nos reportará información imprescindible o incluso completamente fiable, ya que el riesgo de introducir datos erróneos o incompletos es elevado. Estos registros sí serán interesantes cuando queramos obtener información sobre la duración de la lactación o mortalidad pre-destete (MPD) de las camadas con adopciones frente a las camadas intactas, y particularmente en núcleos genéticos o multiplicadoras donde estos registros resultan casi obligatorios.

Como conclusión, debemos señalar que conviene emplear algún tiempo en decidir qué sistema es el mejor para nuestra situación y así poder asegurar que en cualquier momento tendremos capacidad para conocer lo que pasa en nuestra granja, corregir problemas y prevenir su aparición.