Ileítis: ¿qué sabemos de la inmunidad en la EPP?

M Roof, J Kroll, C Gebhart. BIVI Investigación y Desarrollo. Iowa, EE.UU.

03-may-2007 (hace 17 años 6 meses 12 días)

La enteropatía proliferativa (EPP) es una enfermedad intestinal frecuente en los cerdos provocada por una bacteria intracelular estricta, Lawsonia intracellularis. La característica histopatológica típica de la enfermedad es la proliferación de células epiteliales inmaduras en las criptas del íleon, en el intestino grueso, o en ambos. Este crecimiento ocasiona un engrosamiento macroscópico de la mucosa intestinal. Las lesiones intestinales presentan a menudo microorganismos de la especie Lawsonia alojados en el citoplasma apical de los enterocitos proliferantes. Los signos clínicos aparecen normalmente tras el destete y están asociados a lesiones proliferativas del íleon/colon que provocan diarrea y una ganancia de peso desigual. En los cerdos de más edad (> 12 semanas de edad), la forma aguda de la enfermedad se manifiesta a menudo como una aparición rápida de lesiones hemorrágicas difusas que provocan una muerte repentina. Teniendo en cuenta únicamente la industria porcina estadounidense, los cálculos aproximados de las pérdidas económicas anuales atribuibles a los efectos clínicos y subclínicos de la enfermedad ascienden a unos 100 millones de dólares anuales.

Para conocer la respuesta inmunitaria asociada a Lawsonia intracellularis, es importante analizar primero la patogenia de este microorganismo singular. Un requisito previo fundamental para que Lawsonia entre en la célula hospedadora es la unión a los receptores específicos localizados en las células de las criptas. Este paso resulta especialmente importante para un patógeno intracelular estricto como Lawsonia. Es probable que la motilidad y los flagelos tengan un protagonismo destacado en la asociación inicial con estos receptores. Las adhesinas y los receptores involucrados no han sido caracterizados totalmente hasta el momento, pero sabemos que la unión puede evitarse con anticuerpos.

Una vez anclada, la bacteria penetra en la célula mediante una endocitosis mediada por el receptor y se introduce en una vacuola a través del citoesqueleto de actina. El proceso está dirigido por la célula hospedadora y no depende de la viabilidad bacteriana. Después de entrar en la célula, las bacterias viables escapan rápidamente de la vacuola (menos de 3 horas) y permanecen libres en el citoplasma apical. La replicación bacteriana se produce paralelamente a la de la célula infectada y se cree que las células que se dividen activamente potencian la capacidad de replicación de la bacteria. Algunos indicios apuntan a que la infección por Lawsonia aumentaría en realidad la tasa de división celular, lo que ayudaría a diseminar la bacteria y podría explicar en parte las observaciones histopatológicas que suelen constatarse en los tejidos infectados.

Las células infectadas de las criptas se dividen y migran entonces hasta componer columnas de células que forman prolongaciones dactiliformes o vellosidades que se proyectan hacia la luz intestinal. En las células infectadas de las criptas, además de la formación de vellosidades, se constituyen también vellosidades infectadas por Lawsonia. En cultivo celular, la mayoría de las infecciones se producen en forma de focos agrupados lo que parece indicar que la transferencia de la bacteria se produce básicamente por división celular y no por la salida del patógeno para reinfectar nuevas células. El mecanismo a través del cual Lawsonia estimula la proliferación celular no se conoce con precisión, pero la infección genera hiperplasia y engrosamiento de la mucosa intestinal, sin provocar una destrucción masiva o efectos citopáticos en las células hospedadoras. Este engrosamiento intestinal bloquea en última instancia la función normal del intestino, la capacidad de absorción y la transferencia de nutrientes.

Lawsonia posee un tropismo específico por las células de las criptas asociadas con el intestino y requiere que se produzca la adhesión, la invasión y la replicación intracelular. Algunas de las posibles respuestas inmunitarias que pueden resultar relevantes en la célula hospedadora para controlar a Lawsonia son: