Escriben G A Kleter y H A Kuiper gijs.kleter@wur.nl
05-feb-2007 (hace 17 años 10 meses 17 días)Desde que en 1996 se introdujeron a gran escala los cultivos genéticamente
modificados (GM), el área sembrada ha aumentado de una forma continua,
hasta 90 millones de hectáreas a nivel mundial en 2005. A efectos comparativos,
este área equivale a la suma del tamaño de España, Italia
y Portugal. Los cultivos GM no se distribuyen uniformemente en todo el mundo,
siendo su siembra limitada en la unión europea (UE) a ciertos cultivos
como por ejemplo el maíz resistente a insectos en España, Portugal,
y Francia. Además, los productos y sus derivados utilizados en la alimentación
porcina se pueden importar de las áreas donde se producen cultivos GM.
Los principales cultivos GM que se comercializan tienen nuevas características
beneficiosas para la agricultura, tales como la resistencia a herbicidas e insectos.
Un ejemplo de cultivo GM resistente a herbicidas es la soja, a la cual puede
aplicarse el herbicida glifosate. Otro ejemplo de semilla GM resistente a insectos
es el maíz resistente al insecto perforador. Se espera que en en el futuro,
se introduzcan cultivos con nuevas características importantes para la
nutrición, tales como el aumento del contenido en lisina del maíz.
Antes que las autoridades permitan la puesta en el mercado de cultivos GM,
éstos deben pasar una evaluación sobre su seguridad. Existen varias
leyes en la UE que regulan los organismos genéticamente modificados (GMOs),
siendo el Reglamento 1829/2003/EC específico para los alimentos GM y
la alimentación animal, y que los estados miembros de la UE tienen que
implementar en su legislación nacional.
Generalmente, la compañía que desea vender cultivos GM presenta
la solicitud para su aprobación a la Unión Europea. También
proporciona un expediente con datos sobre el cultivo GM, incluyendo los detalles
sobre la modificación genética y la seguridad para los humanos,
animales y el medio ambiente. Esta información se envía a la European
Food Safety Authority (EFSA), que tiene que evaluar estos datos y aconseja a
la Unión Europea sobre la seguridad del cultivo GM
La evaluación de la seguridad de las semillas GM para el pienso, habitualmente
incluye diferentes aspectos. Generalmente el primer paso consiste en analizar
la información sobre la modificación genética. ¿Por
ejemplo, qué gen se ha introducido, cómo se ha incorporado en
el material genético de la semilla, y cuán activo es este nuevo
gen?
El siguiente paso importante es la evaluación comparativa de varias
características del organismo GM con el convencional no-GM (véase
la figura 1). Esto se hace porque cualquier organismo es una mezcla compleja
de unas sustancias beneficiosas y de otras perjudiciales para la salud. Una
larga experiencia en la selección de cultivos convencionales nos ha dado
piensos y alimentos seguros y nutritivos. Por tanto, los cultivos GM se comparan
con cultivos convencionales con un historial de uso seguro, por ejemplo el maíz
GM, resistente a insectos, con el maíz convencional. Esta comparación
incluye muchas sustancias, tales como macronutrientes, vitaminas, minerales,
factores antinutricionales y sustancias tóxicas. Además de su
composición en sustancias, también se comprueban otros parámetros,
como por ejemplo el aspecto de la planta y su comportamiento en el campo. Si
se encuentran diferencias entre el cultivo GM y el convencional, se estudiará
más a fondo su posible efecto sobre la seguridad del cultivo GM. No existe
un manual con las pruebas estándares para estos estudios adicionales,
porque los cultivos y las modificaciones pueden diferir. Los aspectos comúnmente
considerados incluyen:
|
•
Toxicidad: ¿son tóxicos los nuevos productos o
proteínas introducidos?
• Alergenicidad: ¿las nuevas proteínas
introducidas son capaces de producir alergias, que son una reacción
inmune de hipersensibilidad?
• Transferencia génica: ¿los nuevos
genes introducidos pueden transferirse a otros organismos y cuáles
serían las consecuencias si esto pasara?
• Nutricional: ¿se han modificado intencionadamente
las características nutricionales o el análisis de la composición
muestra cambios nutricionales?. Los cambios nutricionales deberán
ser evaluados posteriormente en animales domésticos.
• Efectos no intencionados: aparte de los efectos deseados,
¿se presentan efectos no intencionados, los cuales podían
predecirse o se han detectado durante la realización de otros estudios,
como el análisis de la composición? |
Por ejemplo, se han publicado muchos estudios nutricionales en cerdos con alimentos
GM. Los cultivos testados en estos estudios incluyen colza resistente a herbicidas,
maíz, arroz, soja, pulpa de remolacha y trigo, así como maíz
resistente a insectos (revisado por Flachowsky et al., 2005; OECD, 2002). Los
resultados generalmente no muestran efecto de los cultivos GM en comparación
a los convencionales. En una ocasión, los lechones crecieron mejor en
la dieta con maíz resistente a insectos, hecho que aparentemente fue
causado por un menor nivel de micotoxinas del maíz.
En conclusión, los cultivos GM permitidos actualmente en el mercado
para la alimentación animal, incluyendo los piensos de porcino, han sido
rigurosamente evaluados en cuanto a su seguridad.
Figura 1: Elementos comunes en la evaluación de la seguridad de los cultivos
GM