El selenio en la alimentación porcina: beneficios para el animal y los humanos
Escribe James E Oldfield James.E.Oldfield@orst.edu
08-ene-2007 (hace 17 años 10 meses 15 días)Los cerdos fueron una de las primeras especies domésticas en las que
se demostró las necesidades de selenio, cuando Eggert et al. (1957) relacionaron
la necrosis hepática con la deficiencia de selenio. Posteriormente, se
han descrito implicaciones de la deficiencia de selenio con otros problemas
de la producción porcina, incluyendo hepatosis dietética, enfermedad
del corazón de mora, distrofia muscular alimentaria, edema y disfunción
de la espermatogénesis. A veces las muertes súbitas de lechones
podrían atribuirse a deficiencias de selenio (Trapp et al., 1970) mientras
que algunos investigadores en Gran Bretaña describieron que reducía
la tolerancia de los animales a las inyecciones intramusculares de hierro, ampliamente
utilizadas para prevenir anemia (Patterson y Allen, 1972). Debido a éstos
y otros efectos económicamente beneficiosos, la suplementación
de las dietas del cerdo con selenio, cuando sea necesaria, se ha convertido
en una práctica aceptada que continúa siendo aplicada actualmente
a nivel mundial.
Fuentes de selenio
Al principio, las fuentes de suplementación del pienso con selenio fueron
sales inorgánicas, comúnmente selenito de sodio (Na2SeO3), fácilmente
disponible a un coste razonable. Pero con el progreso de la investigación
del metabolismo del selenio, se hizo evidente que a menudo el selenio funciona
en combinación con proteínas, lo cual suscitó la pregunta
de si la suplementación del selenio en forma orgánica podría
ser más efectiva que los compuestos inorgánicos. Se inició
una investigación sobre el uso de formas orgánicas de selenio, que
fue facilitada por el desarrollo de cultivos de levaduras con niveles controlados
de selenio (el Poder, 1994). Utilizando como criterio de respuesta la formación
de selenoenzimas y glutation peroxidasa, se mostró que las levaduras ricas
en selenio fueron una fuente más eficiente de selenio suplementario en
las dietas animales que las formas inorgánicas del elemento. Algunos de
estos trabajos se realizaron en porcino donde, por ejemplo, Mahan (1999) observó
que la suplementación de levaduras ricas en selenio supuso un aumento de
los niveles de selenio en el lomo de más del doble que los obtenidos con
selenito de sodio.
Con todo estos beneficios de protección de la salud (existiendo todavía
otros) parece asumida la necesidad de la suplementación de selenio el
la producción porcina. Uno se cuestiona si la suplementación continuada
de las dietas del cerdo con selenio puede alcanzar un punto de saturación
más allá del cual su uso no conlleve beneficios adicionales, pero
parece que esto no ha ocurrido.
Beneficios para la salud humana
Recientemente, han aparecido otros beneficios potenciales que tienen una especial
aplicación sobre el consumo de productos del cerdo. Algunas observaciones
a nivel mundial del estatus de selenio en humanos, han propuesto que en el futuro
las deficiencias de selenio en la dieta pueden llegar a ser un problema creciente.
Básicamente, este problema surge a causa de la tendencia común
de aplicar abonos que contienen N, P y K para la cosecha de alimentos sin retornar
a la tierra cualquiera de los otros elementos minerales esenciales, incluido
el selenio. Esta práctica tiene el efecto de aumentar la biomasa de las
cosechas producidas, que tiende a diluir los niveles inherentes de elementos
como selenio hasta el punto de no suministrar los niveles adecuados para la
protección de la salud de los animales y personas. Margaret Rayman, de
la Universidad de Surrey en el Reino Unido ha indicado que los niveles actuales
de ingestión de selenio en Europa y algunas otras regiones del mundo
ya no son adecuados para permitir la completa expresión de los efectos
protectores de las selenoproteinas (Rayman, 2005).
Una manera de encarar este desafío es agregar las cantidades apropiadas
de selenio a los abonos destinados a la tierra para el cultivo de alimentos o
forraje, produciendo así plantas o alimentos animales ricos en selenio.
Debido a que el 32% del total de la dieta humana consiste en carne y otros productos
animales, existe la oportunidad de aumentrar la ingestión de selenio a
través del incremento de selenio de los piensos suministrados a animales
de abasto, como el cerdo. Estudios de la Ohio State University, en EE.UU. mostraron
que la suplementación de los piensos con levaduras ricas en selenio produjo
un incremento de cerca el 75% del contenido en selenio de la carne del cerdo (respecto
a una dieta basal no suplementada) (Mahan and Parrett, 1996). Por tanto, más
allá de los beneficios probados en la producción, el enriquecimiento
con selenio de la carne de cerdo y otros productos alimenticios parece ofrecer
una vía para mejorar la salud de las personas en el futuro.