Bioseguridad: medidas para prevenir las infecciones aéreas
Tom Alexander. Consultor veterinario porcino internacional. Reino Unido
13-dic-2006 (hace 18 años 9 días)Es difícil demostrar experimentalmente si un patógeno puede transmitirse
por vía aerógena y, en caso afirmativo, cuán lejos puede
alcanzar. Por ejemplo, en los primeros estudios de neumonía enzoótica
(NE), los cerdos libres de NE sólo se infectaron si estaban a pocos metros
de los animales positivos. Posteriores observaciones de campo han sugerido que
puede ser transportado por el viento al menos 2 km. Estudios experimentales parecidos
con Actinobacillus pneumoniae (App) han llegado a conclusiones parecidas. El mayor
avance llegó con un brote de fiebre aftosa (FA) en Inglaterra en el que
pareció haber poca correlación entre la dirección de las
aves migratorias, movimiento de animales, personas o vehículos con la dirección
en la que se diseminó la enfermedad, que correspondía básicamente
con la del viento. Las consiguientes investigaciones cooperativas entre virólogos
y meteorólogos definieron las condiciones bajo las cuales puede diseminarse
un aerosol que contiene virus. La luz del sol, temperaturas altas y condiciones
de muy poca humedad pueden evaporar las gotitas e inactivar rápidamente
el virus rápidamente. Contrariamente, en condiciones frías, húmedas
y sin luz, lo que explica que haya más epidemias en invierno. Se diseñó
un programa informático para predecir la diseminación de un aerosol
teniendo en cuenta las condiciones meteorológicas. Más tarde, cuando
apareció un brote de FA cerca de la costa norte de la Bretaña francesa,
el programa predijo que el virus podría alcanzar la costa sur de Inglaterra,
y lo hizo. Los cerdos producen más cantidad de aerosol con virus de FA
que otras especies. Observaciones parecidas se han hecho con la enfermedad de
Aujeszky en las islas danesas de la costa de Alemania, donde la enfermedad es
endémica. Los daneses pagaron la vacunación de las explotaciones
alemanas y las islas dejaron de sufrir brotes.
Las infecciones transmitidas vía aerosol no viajan tan bien sobre la tierra
como sobre el agua. Las colina y, en menor medida, los árboles y edificios
causan turbulencias y la precipitación del aerosol. Las zonas llanas con
pocos árboles y edificios no generan estas turbulencias y, si una explotación
libre de NE o App tiene a la vista (sin obstáculos) una granja positiva,
tiene casi la certeza de sufrir un brote si las condiciones meteorológicas
son favorables. Otro factor en la diseminación sobre tierra es que en las
regiones cálidas elevan el aire que contiene la infección hacia
niveles más fríos donde puede recorrer distancias variables antes
de descender a nivel del suelo. De este modo se han encontrado brotes de FA que
no se diseminaban en granjas contiguas sino a varias granjas más allá.
Un movimiento lento y constante del aire sobre aguas relativamente calmadas tiende
a viajar en capas sin muchas turbulencias.
Una analogía visible es una columna de humo, por ejemplo de un barco de
vapor, que puede viajar con una ligera brisa, durante muchos kilómetros
sin dispersarse. Esto solía ser utilizado por los submarinos de la primera
guerra mundial para rastrear cargueros.
¿Cómo prevenir la infección por aerosoles?
Evidentemente, de lo dicho hasta ahora, un gran lago ofrece poca protección
contra este tipo de diseminación. A menudo se considera que las explotaciones
en naves tienen menos riesgos que las extensivas o semiextensivo, pero la ventilación,
especialmente la de entrada, introduce el virus. Las explotaciones aisladas en
zonas de poca densidad porcina tienen menos riesgo. El riesgo se reduce más
si la explotación se sitúa en un terreno arbolado, que bloquea la
libre circulación del viento. En terrenos montañosos el viento sufre
turbulencias y los aerosoles precipitan. Un inconveniente de estas localizaciones
tan alejadas es la dificultad para encontrar personal. Debería haber menos
problemas con el personal en zonas costeras donde el viento es predominantemente
marino. En la experiencia del autor las explotaciones cerca del mar no suelen
tener patologías respiratorias y raramente padecen infecciones transmitidas
vía aérea de otras granjas.