Prevención de cojeras

Las cojeras estructurales en porcino han persistido durante décadas de mejora en genética, nutrición, sanidad y prácticas de manejo. La osteocondorsis (OC) es la causa de cojera estructural con mayor prevalencia y puede evolucionar a osteocondrosis dissecans (OCD) y osteoartritis (OA). La causa de estos desórdenes sigue siendo desconocida.

Recomendaciones de manejo

	Selección genética
		La predisposición a OC es evidente, aunque la no existencia de métodos diagnósticos para identificarla precozmente impide la selección contra esta patología. La selección de animales con potencial de crecimiento, composición de grasa o magro y conformación extremas contribuyen indirectamente a seleccionar animales con más predisposición a OC.
	Nutrición
		La sobredosificación con Ca y P para tratar de evitar problemas musculoesqueléticos puede contribuir a la progresión de las lesiones por OC. El exceso de peso corporal puede ser una de las principales causas para la eliminación por cojeras. Los intentos de prevenir cojeras mediante un crecimiento más lento son económicamente inaceptables y han demostrado tener un beneficio dudoso: en una restricción dietética, el crecimiento óseo y la mineralización no se inhiben tanto como el peso corporal. No se han detectado diferencias en cojeras en animales con distintas tasas de crecimiento. El uso de fuentes alternativas de ácidos grasos ha sido estudiado tanto en humanos como en animales. Los ácidos grasos son precursores de prostaglandinas y pueden tener efectos antiinflamatorios. En un estudio retrospectivo se concluyó que, pese a demostrarse un efecto positivo sobre los síntomas de OA, no hay evidencias suficientes que avalen la prevención de OA. El uso de extractos de cartílago de tiburón o de bovino sólo ha demostrado un efecto moderado en el tratamiento de OA en humanos.
	Alojamiento
		La relación entre una densidad elevada y las cojeras no está clara.
	Prevención de enfermedades
		Las enfermedades que pueden contribuir directamente a una cojera estructural se engloban en las artritis inflamatorias, que pueden confundirse con OC, OCD u OA. Pese a que no se han podido establecer relaciones entre infecciones y OC, OCD u OA, el potencial de cualquier brote para exacerbar lesiones previas de OC debe tenerse en cuenta. Puede haber complicaciones indirectas en animales que experimenten traumatismos debido a la debilidad causada por una enfermedad o a un suelo resbaladizo en un brote de diarrea.