Erradicación de PRRS

Scott A. Dee
07-jun-2006 (hace 18 años 6 meses 18 días)

Recientemente se han desarrollado varios métodos de erradicación para negativizar explotaciones frente a PRRSV, que han sido probados con éxito en explotaciones comerciales.

Métodos efectivos para la erradicación de PRRS
Despoblación/repoblación completa de toda la explotación
Aislamiento de la granja
Aislamiento de la granja + inoculación de suero
Aislamiento de la granja + vacunación
Serología y eliminación
Destete precoz segregado


La despoblación/repoblación ha demostrado ser efectiva para eliminar un amplio abanico de patógenos en cerdos. Aunque es posible erradicar el PRRSV mediante esta estrategia, presenta dos grandes hándicaps: el coste y la imposibilidad de conservar la genética y la dinámica de partos de la granja. Por ello este método puede ser ideal en explotaciones relativamente pequeñas que hayan tenido múltiples problemas infecciosos, incluyendo PRRS, pero no para los núcleos de genética.

La serología y eliminación de los animales positivos se ha descrito en varios núcleos de genética. Esta técnica se basa en analizar todos los reproductores, identificar los portadores y eliminarlos de la explotación, evitando la transmisión vertical del PRRSV. Pueden usarse análisis séricos mediante ELISA, para detectar anticuerpos, y PCR, para detectar el ácido nucleico viral, en combinación para identificar los animales a eliminar. Pese a su alta efectividad, esta técnica presenta varias desventajas, incluyendo un alto coste diagnóstico (7,8 € por cerda analizada), mucho trabajo en los días de la extracción y la eliminación prematura de cerdas potencialmente negativas a PRRSV debido a la incapacidad de ELISA para distinguir los portadores crónicos de los que han estado infectados con anterioridad pero ya han eliminado el virus. Finalmente, es imposible distinguir serológicamente los animales vacunados de los infectados. Es por ello que la eficacia de esta técnica en explotaciones vacunadas es desconocida.

La prevención de la diseminación vertical y horizontal del PRRSV entre la cerda y su camada es esencial para la producción de una reposición no expuesta al virus

El aislamiento de la granja se ha utilizado a menudo para reducir la prevalencia de PRRSV en las maternidades infectadas y se han descrito numerosos éxitos a nivel de campo. Esta estrategia se basa en no realizar reposiciones durante un largo periodo de tiempo (4-8 meses), estabilizando la infección dentro de la granja y eliminando los portadores. Tras el periodo de aislamiento se introducen las nulíparas de reposición. Previamente a esta nueva entrada, pueden utilizarse animales centinela para garantizar que no haya transmisión vertical dentro de la explotación. La ventaja de esta estrategia es la preservación del material genético y la reducción del coste diagnóstico y de mano de obra, en comparación con la serología y eliminación. Sin embargo, la principal desventaja del aislamiento de la granja es la pérdida económica debida al largo periodo sin poder entrar reposición y a la alteración de la dinámica de partos. Pese a que esto puede solventarse mediante el uso de una nave de cría externa, esto también conlleva un coste extra de mano de obra e instalaciones. Finalmente es importante tener en cuenta que la capacidad de esta técnica para conseguir una eliminación a largo plazo de PRRSV dependerá de la habilidad para detener la transmisión vertical y horizontal del virus de los animales portadores a las subpoblaciones todavía no expuestas que puedan coexistir en la explotación infectada.

Finalmente, tras el cese de la transmisión vertical/horizontal de PRRSV entre las cerdas y su camada, es esencial una despoblación parcial (transición-engorde) para la erradicación del virus del engorde. Esto incluye la confirmación de la circulación del virus en la transición, el traslado de la población a una instalación externa, limpieza, desinfección y espera de 1-2 días antes de volver a instalar los animales en su nave habitual. Las ventajas de la despoblación parcial son una mejora de la mortalidad post-destete, del crecimiento, de la eficiencia alimentaria y una reducción en el coste de vacunas/antibióticos. Implica muy poca interrupción del ciclo de los animales, pero es necesario disponer de una instalación externa.