Escribe L. Barroso luis.barroso@dan-sp.com
09-may-2006 (hace 18 años 7 meses 13 días)Existen numerosas definiciones para el término "fibra". De un modo sencillo, Trowell
et al. (1976) establecieron que la fibra dietética es la "suma de los polisacáridos
y la lignina que no son digeridos por las secreciones endógenas del animal a nivel
gastrointestinal".
La utilización de la fibra presente en el alimento por parte de los lechones viene
determinada por una serie de factores dependientes de la dieta:
- Características
físico-químicas de la dieta
- Tipo de fibra
y grado de lignificación
- Nivel de inclusión
y grado de procesamiento
|
Así como de una serie de factores dependientes del animal:
- Edad y peso del
animal
- Adaptación a la
dieta
- Plano alimentario
- Variaciones individuales
|
Todos estos factores determinan una amplia variabilidad en la digestibilidad de
la fibra, que puede oscilar entre 0 y 97% (Rerat, 1978).
Los componentes fibrosos de la dieta de los lechones van a ser pobremente digeridos
en el intestino delgado y, sin embargo, van a sufrir una intensa fermentación
microbiana en el intestino grueso. A este nivel, los principales productos de
la fermentación van a ser los ácidos grasos volátiles, los cuales pueden representar
entre un 5 y un 28% de las necesidades energéticas para el mantenimiento, en función
(1) del nivel y frecuencia de alimentación y (2) del porcentaje de fibra de la
dieta (Kennelly et al., 1981).
Desde el punto de vista fisiológico, la fibra dietética va a tener una serie de
efectos a nivel de intestino delgado (Varel & Yen, 1997):
- Mayor retención
de agua, asociada a una menor absorción intestinal de nutrientes
- Adsorción y atrapamiento
de nutrientes
- Aumento de la
viscosidad del contenido intestinal
- Mayor producción
de secreciones gástricas, pancreáticas y biliares
- Erosión del epitelio
intestinal más intensa
|
Por otra parte, a medida que aumenta el porcentaje de fibra en el alimento, mayor
es la cantidad de sustrato que llega sin digerir a las porciones más distales
del intestino del lechón. En el intestino grueso se observa que la fibra presente
en el alimento va a determinar un aumento de la flora microbiana a este nivel
(Tabla 1).
Tabla 1. Actividad microbiana y producción diaria de gases en cerdos en crecimiento.
|
Gas
producido (l/d)
|
in
vivo
|
in
vitro
|
Cerdo
|
%relativo
de fibra
|
ATP
(mg)
|
CH4
|
CH4
|
H2
|
CO2
|
1
|
Bajo
|
26,4
|
1,2
|
0,8
|
2,9
|
49
|
2
|
Bajo
|
30,3
|
1,6
|
1,1
|
1,5
|
39
|
3
|
Bajo
|
26,9
|
0,9
|
1,0
|
1,3
|
41
|
4
|
Bajo
|
30,3
|
1,9
|
0,9
|
8,6
|
54
|
5
|
Alto
|
127,2
|
9,5
|
11,1
|
11,3
|
249
|
6
|
Alto
|
167,4
|
16,1
|
12,7
|
2,1
|
157
|
7
|
Alto
|
178,7
|
16,2
|
19,7
|
1,4
|
196
|
8
|
Alto
|
146,9
|
8,1
|
5,7
|
6,1
|
245
|
Adaptado
de Jensen & Jorgensen (1994). |
Merece la pena destacar que en el intestino grueso de los cerdos en crecimiento
se observan cantidades significativas de especies bacterianas altamente especializadas
en la degradación de la fibra, como
Fibrobacter succinogenes y
Ruminococcus
flavefaciens, si bien su número es más de 6 veces menor que en el caso de
cerdos adultos.
En general, la fibra presente en la dieta va a disminuir la concentración energética
de la misma, ya que la energía procedente de la fermentación en el intestino grueso
se emplea con menor eficiencia de aquella obtenida de la digestión enzimática
de la dieta en intestino delgado (52 vs. 76% (Noblet et al., 1994)).
Lo anterior puede traducirse en un aumento en el consumo de materia seca, a fin
de incrementar la ingestión de energía (Low, 1985), si bien un exceso de fibra
bruta en la dieta (10-15%) puede acompañarse por una disminución en la ingestión
de materia seca por un volumen excesivo o una baja palatabilidad del alimento
(Braude, 1967).
Sin embargo, es interesante tener en cuenta que esta dilución de la energía contenida
en la dieta es especialmente significativa en climas cálidos, donde se observa
una disminución de la ganancia de peso y una menor eficiencia alimentaria. Por
el contrario, en medios fríos, los índices zootécnicos se resienten menos, ya
que el calor generado en el metabolismo de la fibra se destina a cubrir unas necesidades
de mantenimiento más elevadas y permite destinar otros nutrientes a la síntesis
de tejidos (Dierick et al., 1989).
Finalmente indicar que un exceso de fibra en la dieta puede penalizar el crecimiento
de los lechones por interacciones entre ésta y los minerales, menor eficiencia
en la utilización del nitrógeno y mayor velocidad en el tránsito del contenido
intestinal.