Entre las carnes, el pollo es la categoría que mayor participación de mercado ha logrado consolidar, y actualmente ostenta el primer puesto, con 59 % del consumo (en peso). Esta proteína, junto con la carne de cerdo, ha venido ganando terreno en el consumo per cápita a costa de un menor consumo de carne de res.
Para cierre de 2024 se espera que la carne de cerdo y el pescado sean los que más crezcan en consumo per cápita. Para este año se proyecta que tanto el pescado como el cerdo tengan el mayor crecimiento en consumo per cápita (8 % y 6,5 %, respectivamente), llegando a 10,4 y 14,4 kilos por habitante. Mientras tanto, para la carne de pollo, el aumento sería de tan solo 0,6 % alcanzando un consumo de 36 kilos, y para la carne de res, el consumo per cápita se proyecta caiga 1,4 %, de 17,7 a 17,5 kilos.
Desde hace un año los costos de producción vienen retrocediendo. El alimento balanceado, que representa, en promedio, 70 % de la estructura de costos para producir carne de pollo y cerdo, ha caído 23 % entre mayo de 2023 y junio de 2024, mientras que para la producción de pescado ha bajado 15 %. Esto no quiere decir que los precios sigan la misma tendencia del costo, ya que depende de la dinámica de oferta y demanda, además de procesos de sustitución entre estos productos por cuenta del comportamiento en la inflación. Incluso en algunas ocasiones puede darse una sustitución por el huevo, que es la proteína más económica; muestra de esto fue el crecimiento en consumo per cápita en 2023, que aumentó 2,2 %, llegando a 324 unidades.
Por comparación de precios, el consumidor podría elegir entre res y cerdo o pescado y pollo. Los precios al consumidor de la carne de res y cerdo tienen una alta correlación (R2=0,89); aun así, entre enero y junio de este año, el precio de la carne de res aumentó 1,3 % y el del cerdo corrigió 0,2 %. En contraste, los mayores aumentos de precios al consumidor en el mismo periodo estuvieron en la carne de pollo (13,6 %) y el pescado (8,8 %), que también presentan una alta correlación (R2=0,88).
A pesar de que el IPC de las diferentes carnes y pescado se desaceleran, las ventas reales de la industria cárnica están en terreno negativo desde noviembre de 2023, y muestran una contracción del 3,3 % a mayo de 2024 en la variación anual del promedio móvil. Según datos del más reciente informe del consumo en tiempo real del Grupo Bancolombia, la dinámica de la industria va en línea con lo observado en términos nominales: un menor consumo medido por el gasto de tarjetahabientes que se contrae a junio 12 % en supermercados y tiendas, y 9,1 % en restaurantes.
Las cadenas de producción más cortas pueden ofrecer carne más económica al consumidor. La producción de pollo, e incluso la de pescado, tiene menos intermediarios entre la producción del animal vivo, el beneficio, empaque y transporte al comercio minorista. En comparación, la carne de cerdo, y especialmente la de res, enfrentan desafíos logísticos, ciclos de producción más largos, y mayores pérdidas en transporte (3 % a 5 %). Estos últimos sectores sufren de una mayor intermediación, lo que hace que la diferencia entre el precio al productor y al consumidor sea mayor en términos porcentuales.
Agosto 2024. Dirección de Investigaciones Económicas, Sectoriales y de Mercado . Bancolombia.