Abstracts - Nutrición

Los resultados muestran que el plasma porcino aumenta el nivel de algunos indicadores de la función inmune en lechones destetados precozmente.

El trabajo constituye un intento de utilizar “tierras raras” como promotores del crecimiento. Los resultados aún siendo positivos precisan ser confirmados.

Las propiedades físicas de los trigos (peso específico o peso de mil granos) no mostraron relación alguna con su digestibilidad o contenido en energía digestible.

La suplementación de la dieta con un 10% de grasa aumentó la grasa de la leche, la concentración de factores de crecimiento (IGF-1) y mejoró un 25% el crecimiento de los lechones.

Los cerdos de acabado pueden ser alimentados con dietas que contienen maíz, aminoácidos sintéticos, vitaminas y minerales, sin perjudicar su crecimiento.

Se confirma que el óxido de zinc y el sulfato de cobre no actuan de forma sinérgica cuando se añaden a piensos para lechones recién destetados.

La suplementación de la dieta con selenio en forma orgánica modifica más la composición de la canal y de la carne que con selenio inorgánico.

No se demuestra que la suplementación con cromo orgánico mejore los rendimientos o la resistencia a enfermedades de los lechones al destete.

La sucrosa y las melazas reemplazaron con éxito la lactosa, registrando resultados productivos comparables.

La suplementación con leche desnatada durante la segunda mitad de la lactancia natural y unos días después del destete evita el retraso en el crecimiento derivado del destete.

La incorporación a la ración de un 5.25% de chocolate o sustancias con sabor a chocolate durante 32 dias post destete no mejoró los rendimientos productivos de los lechones.

El peso vivo final de los lechones alimentados con lactosucrosa fue superior y la digestibilidad de las cenizas inferior que para los lechones suplementados con ácido láctico.

Al incrementar el contenido en AGL de un pienso de iniciación, el IC descendió linealmente sin perjudicar el crecimiento de los lechones.

Los ingredientes que incrementan excesivamente la viscosidad de la ingesta no son muy recomendables para dietas post destete ya que pueden ser perjudiciales para la salud y el crecimiento de los lechones.

Aspectos del comportamiento alimenticio, como la frecuencia y la duración de las comidas, varían según las condiciones de alojamiento del animal y son modificables una vez están establecidas.

El triticale incorporado a dietas de transición ofreció resultados productivos comparables al maíz.

La máxima digestión del almidón resistente de la patata se alcanza tras un periodo de adaptación del tracto digestivo superior a un mes.

La incorporación de Boro (B) a la dieta afecta la concentración de hormonas tiroideas, la respuesta inmune y el crecimiento de los cerdos.

El ácido sórbico mostró un efecto acidificante de dietas post-destete ligeramente superior al formato de calcio.

La adición de la microalga Spirulina platensis al pienso de lechones destetados precozmente no muestran un efecto claro de mejora de los rendimientos productivos.

La suplementación con ácido pantoténico por encima de las necesidades durante el crecimiento y acabado aumenta la proporción de magro y reduce el espesor de grasa dorsal sin afectar significativamente las propiedades de la carne.

La alimentación con betaína mejora la calidad de la carne de los cerdos independientemente de la superficie de corral.

La distribución de la comida en un lugar con separaciones completas entre cerdas es lo más recomendable ya que se registran menos agresiones y desplazamientos fuera del comedero.

La exposición de los lechones a fotoperiodos más largos de luz después del destete estimula el consumo de pienso y el crecimiento de los animales.