Avanzando hacia el futuro sin el uso de óxido de zinc

Los cerdos son una de las especies de creación más importantes del mundo, siendo la principal fuente de carne para la nutrición humana junto con los pollos. Según las proyecciones de la OCDE-FAO para 2019 a 2028, la carne de cerdo seguirá siendo una fuente nutricional esencial de proteína animal tanto en países desarrollados como en desarrollo.

Para hacer frente al consumo continuo proyectado, la atención al detalle en el ciclo de producción será cada vez más importante. Por lo tanto, identificar las fases críticas y reconocer todas las estrategias esenciales para mejorar el rendimiento animal se vuelve fundamental.

Así comienza una excelente publicación de un equipo de investigadores de la Universidad de Bolonia/Italia (Bonetti et al., 2021), con el objetivo básico de comentar estrategias para reducir el uso de aditivos tradicionalmente adoptados en las dietas para lechones, como el uso de Óxido de Zinc.

Según los autores, varios aspectos contribuyen significativamente al destete de los lechones, como:

• Factores sociales
• Cambios en la dieta
• Cambios morfofuncionales a lo largo del tracto digestivo
• Cambios en las dietas de un estado líquido a un estado sólido
• Cambios en vellosidades intestinales
• Alteración de la absorción y secreción intestinal de enzimas digestivas.

Estos factores pueden conducir a una tasa de crecimiento reducida, periodos prolongados de ayuno y anorexia post-destete con graves consecuencias (Lallès et al., 2007).

Todas estas circunstancias interconectadas ejercen efectos perjudiciales sobre la salud general de los lechones al destete, trayendo el ambiente ideal para la aparición de la diarrea posdestete (PWD), una de las enfermedades de mayor relevancia económica en la producción porcina debido al costo de las terapias, disminución de las tasas de crecimiento y aumento de la mortalidad.

El principal agente causal es la Escherichia coli enterotoxigénica (ETEC), de ahí el segundo nombre de PWD => Colibacilosis posdestete (Bonetti et al., 2021).

Durante mucho tiempo, el óxido de zinc (ZnO) se ha utilizado ampliamente en dosis altas como una forma de prevenir la diarrea y controlar las infecciones con la variante K88 de E. coli, normalmente presente en la Colibacilosis.

Sin embargo, a partir de junio de 2022 ya no se autorizarán dosis medicinales de ZnO en la Unión Europea, lo que ha generado una búsqueda en la comunidad científica por alternativas a este uso.

En junio del año 2022, se llevo a cabo en Copenhague/ Dinamarca el Zero Zinc Summit 2022, con el objetivo principal de compartir los últimos conocimientos a nivel mundial sobre nutrición, alimentación, manejo de la inmunidad, diagnóstico y procedimientos de manejo óptimo en la producción porcina, con el objetivo de reducir o eliminar el uso de óxido de zinc.

Según el equipo de Bolonia, el mecanismo de acción preciso de ZnO contra PWD aún no se ha dilucidado por completo. Sin embargo, muchos estudios han formulado hipótesis y han demostrado varios efectos beneficiosos del ZnO en diferentes objetivos, como se resume en la Figura 1.

En general, el principal mecanismo de acción del ZnO parece estar relacionado con un aumento sustancial de la absorción de nutrientes y de la morfología intestinal de los lechones, mejorando el rendimiento, asegurando una mayor proporción de la relación vellosidades:criptas y un considerable efecto proliferativo sobre los enterocitos.

Figura 1. Efectos beneficiosos y mecanismos de acción del óxido de zinc en lechones posdestete, donde: para cada parámetro, la flecha “↑” significa un aumento, mientras que la flecha hacia abajo “↓” identifica una reducción.

Fuente: Modificado de Bonetti et al. (2021)

Sin embargo, el uso de ZnO en altas dosis presenta problemas que deben ser considerados al momento de formular el programa nutricional. El uso elevado y prolongado de ZnO a niveles farmacológicos en cerdos generó varias preocupaciones, como se ilustra en la Figura 2, como:

• La pérdida de beneficios en el rendimento
• El aumento de los problemas ambientales
• El posible inicio de reacciones tóxicas y entre otros.

Figura 2. Riesgos relacionados con el uso farmacológico del óxido de zinc en lechones posdestete.

Fuente: Modificado de Bonetti et al. (2021)

Visto esto, se investigaron numerosas estrategias para controlar/ mitigar la PWD, en sustitución parcial/total del ZnO. Las malas condiciones ambientales se consideran factores que contribuyen al establecimiento de esta condición patológica. Los aspectos sanitarios afectan profundamente el estado general de salud de los lechones.

Un empeoramiento del nivel de higiene de la granja puede desencadenar un estado de inflamación profunda, que puede intensificar otros factores estresantes y, en última instancia, conducir a un rendimiento reducido, diarrea y mortalidad.

Además, considerando que algunos animales no son susceptibles a las infecciones por ETEC por razones genéticas (Bijlsma & Bouw, 1987), la selección de animales resistentes a ETEC debería ser un enfoque de las casas de genética porcinas de todo el mundo.

Todos estos enfoques representan factores notables para combatir la aparición de PWD y la persistencia ambiental de ETEC; pero su control, una vez instalado, debe pasar por otras estrategias.

Numerosos estudios muestran que la solución pasará por el uso de soluciones que involucren características multifactoriales, tales como:

• Reducción del uso de proteína cruda en las dietas
• Uso de ácidos orgánicos, aceites esenciales y extractos polifenólicos
• Uso de péptidos con efectos antimicrobianos
• Terapia con anticuerpos y entre otras estrategias.

AB Vista cree que el incremento de la fermentación de Fibra Dietética en el colon de los animales con el uso de Aditivos Estimbióticos son herramientas importantes para ayudar a este control y con una ventaja extra, bajo costo de inversión.

Si necesita más detalles, comuníquese con un representante de AB Vista, siempre estaremos encantados de ayudarle.

Alexandre Barbosa de Brito, PhD.