Toxicidad por ionóforos

La toxicidad por ionóforos es rara en cerdos pero, cuando se produce, afecta al músculo esquelético y puede presentar una clínica neurológica, respiratoria o locomotora, lo que dificulta su diagnóstico.

Nombres alternativos: toxicidad por narasina

Los ionóforos se utilizan como aditivos del pienso para mejorar la eficiencia alimentaria y la GMD. Los ionóforos alteran la flora bacteriana para reducir la producción de ácido butírico y acético y potenciar la de propiónico, que es más eficiente energéticamente. La toxicidad en cerdos puede producirse por tres causas distintas: por sobredosificación por un error en la mezcla, por el uso concurrente de etil-ionóforos con antibióticos de la clase de las pleuromutilinas (p.e. tiamulina), o por el uso de un ionóforo no destinado a la especie porcina.

La toxicidad se produce cuando el hígado es incapaz de metabolizar y excretar el ionóforo. Las pleuromutilinas inhiben las enzimas hepáticas citocromo P450, que son necesarias para el metabolismo de los ionóforos, por lo que se produce una acumulación del ionóforo y un daño en el músculo esquelético (necrosis).

Todas las edades excepto los lechones lactantes

• Afecta los músculos esqueléticos y diafragmáticos. Normalmente, y a diferencia de vacas y caballos, no afectan al músculo cardíaco.
• Mortalidad elevada.
• Dificultad respiratoria.
• Ataxia.
• Cojeras.
• Temblores.
• Debilidad/paresis de las extremidades posteriores.
• Reducción de la GMD.

• Sobredosificación de un ionóforo por errores en la mezcla.
• Administración de etil-ionóforos junto con antibióticos pleuromutilinas (p.e.: tiamulina).
• Uso de un ionóforo no destinado a la especie porcina.

• El diagnóstico puede ser todo un desafío ya que el historial y la investigación deben demostrar un problema con los ionóforos, ya sea un error de la mezcla o el uso concurrente con un antibiótico del grupo de las pleuromutilinas.
• Hay que analizar una muestra del pienso (actual y pasado) para detectar la presencia de ionóforos.
• Histopatología de músculo esquelético y diafragmático que demuestre la necrosis muscular.
• Hay que descartar otras causas, incluyendo deficiencias vitamínicas y minerales o toxicidades.

• Si se sospecha de toxicidad, hay que sustituir inmediatamente todo el pienso con un pienso nuevo sin antibióticos ni ionóforos. La recuperación del cerdo depende de la extensión y la duración del daño hepático.
• Si se sospecha de toxicidad, hay que detener inmediatamente la administración de pleuromutilinas.
• Asegurar la correcta dosificación de los ingredientes del pienso.
• Asegurarse de que nunca se utilizan antibióticos del grupo de las pleuromutilinas (p.e.: tiamulina) al mismo tiempo que ionóforos de cualquier tipo. Los veterinarios siempre deben preguntar qué tipo de antibióticos se están administrando antes de prescribir cualquier nuevo antibiótico.