En anteriores artículos se ha hablado de la importancia de una buena reposición, y se han explicado métodos para calcular una adecuada tasa de la misma. En este artículo, vamos a exponer un ejemplo de una mala política de renovación y sus consecuencias en el tiempo sobre la productividad de la granja.
En primer lugar, se muestra la productividad (nacidos totales, nacidos vivos y destetados) por nº de parto de la granja, con datos de los últimos 4 años.
Gráfico 1.- Nacidos totales por nº de parto, periodo enero 06-diciembre 09
Gráficos por nº de parto
Granja XX
Completado 24-may-2010
6012 cerdas Paridas entre 01-abr-06 y 31-mar-10 (Media de partos 4,3)
Gráfico de nº de parto frente a N. totales (Media N. totales 11,4)
Gráfico 2.- Nacidos vivos por nº de parto, periodo enero 06-diciembre 09
Gráficos por nº de parto
Granja XX
Completado 24-may-2010
6012 cerdas Paridas entre 01-abr-06 y 31-mar-10 (Media de partos 4,3)
Gráfico de nº de parto frente a N. vivos (Media N. vivos 10,7)
Gráfico 3.- Destetados/cerda por nº de parto, periodo enero 06-diciembre 09
Gráficos por nº de parto
Granja XX
Completado 24-may-2010
5983 cerdas destetadas totalmente entre 01-abr-06 y 31-mar-10 (Media de partos 4,2)
Gráfico de nº de parto frente a lechones destetados (Media Lechones destetados 9,3)
Como se observa, en esta granja, como en la mayoría, los partos más productivos son los que van del 2 al 5, siendo los menos productivos las primerizas y especialmente las cerdas viejas.
La situación de partida es la estructura censal a 31 de diciembre de 2006, tras un proceso de ampliación de la granja a lo largo de dicho año.
Gráfico 4.- Estructura censal a 31 de diciembre de 2006 (668 cerdas productivas, media 3,08 partos)
Estructura de la granja
Granja XX
Completado 24-may-2010
668 cerdas en la granja el 05-abr-07 (Media partos 3,16)
La estructura censal es típica de una granja que ha ampliado censo, con un elevado % de cerdas en los primeros partos (aunque hay un elevado nº de cerdas viejas, consecuencia de una mala reposición anterior).
Para este número de cerdas productivas, y calculando grosso modo una tasa de renovación del 55%, el nº de cerdas entradas por año debería ser de 368. Sin embargo, se introducen tan sólo 290 cerdas (tasa de reposición del 39%). Esto hace que, pasado un año (diciembre 07), la estructura censal sea la siguiente:
Gráfico 5.- Estructura censal a 31 de diciembre de 2007 (679 cerdas productivas, media 3,16 partos)
Estructura de la granja
Granja XX
Completado 24-may-2010
679 cerdas en la granja el 05-abr-08 (Media partos 3,16)
Si se coge esta “foto”, esta sería la estructura censal más productiva: se ha introducido poca reposición, por lo que el gasto por este concepto no ha sido alto, y además la mayoría de las cerdas de la granja están en los partos más productivos. Sin embargo, veamos lo que sucede con el tiempo.
Durante el año 2008, la reposición sigue siendo baja (un 28%), lo que da como resultado al año siguiente (diciembre 2008) la siguiente estructura censal.
Gráfico 6.- Estructura censal a 31 de diciembre de 2008 (676 cerdas productivas, media 3,74 partos)
Estructura de la granja
Granja XX
Completado 24-may-2010
676 cerdas en la granja el 05-abr-09 (Media partos 3,74)
La estructura sigue descompensada, y en este caso la media de edad de la granja sí que sufre un considerable aumento (de 3,16 a 3,74 partos). Empieza a haber más cerdas en los partos menos productivos (a partir del 5º).
Por último, durante el último año, 2009, la reposición es el 31%, dando como resultado a final de año la siguiente estructura.
Gráfico 7.- Estructura censal a 31 de diciembre de 2009 (673 cerdas productivas, media 4,28 partos)
Estructura de la granja
Granja XX
Completado 24-may-2010
673 cerdas en la granja el 05-abr-10 (Media partos 4,28)
El resultado final de todo este proceso es un censo “en U”, siendo la situación la inversa a la de 2 años antes: hay un claro déficit de cerdas en los partos más productivos, y un exceso de cerdas poco productivas, especialmente cerdas viejas, lo que claramente influye de manera negativa en la productividad global de la granja.
Además, para solucionar este problema, el único camino es aumentar la reposición hasta valores mínimos del 55% (incluso mayores, si se quiere acelerar el proceso), e ir eliminando cerdas viejas. Pero dicho proceso requerirá de entre un año y medio y dos años hasta lograr un censo estabilizado, y durante este periodo la productividad seguirá resintiéndose (especialmente si tenemos en cuenta que el grupo de cerdas de más edad se irá reduciendo, pero serán de media cada vez más viejas, es decir, cada vez menos productivas).
Por lo tanto, y aunque la reducción de la entrada de reposición puede significar ventajas a corto plazo, a medio-largo plazo el impacto negativo sobre la productividad siempre será mayor, por lo que es fundamental para una granja mantener una reposición adecuada en porcentaje y constante a lo largo del tiempo.