Los sistemas o mecanismos para alimentar las cerdas en maternidad han ido cambiando a medida que se han ido tecnificando las granjas de porcino.
En el primer artículo tratamos de los sistemas más tradicionales (alimentación manual, dosificadores, y tolvas).
En este artículo trataremos de los sistemas que se han ido implantando en los últimos años, con el objetivo de:
- Simplificar el trabajo manual
- Conseguir una alimentación a voluntad “real”.
- Evitar que el factor humano sea el decisivo para decidir si una cerda come más o no.
El feeding ball
Existen varios diseños de alimentador con dispositivos tipo bola o basculantes asociados a dosificadores.
Aunque el sistema más conocido es el feeding ball, distintas casas comerciales tienen diseños similares.
Este sistema de alimentación permite usar el dosificador antes del parto y los primeros días postparto, de manera que controlamos la alimentación de la cerda y limitamos la cantidad de comida, aumentándola de una forma progresiva hasta aproximadamente el día 7 o 10 de lactación.
A partir de ese momento el dosificador se pone al máximo, de manera que se llena la tolva inferior y es la cerda la que decide la cantidad que quiere comer.
Ventajas del sistema:
- Consigue compatibilizar un consumo controlado, y con aumento progresivo al inicio de la lactación, con un sistema a voluntad según avanza la lactación.
- La tolva está físicamente separada del comedero, de manera que el pienso se mantiene fresco, limpio y seco antes de que la cerda lo haga caer al comedero.
- Permite comer a horas distintas del accionamiento del sistema automático. Esto es de gran ayuda en épocas de calor, cuando la cerda puede comer en horas más frescas (por la noche), y paliar en cierta medida la disminución del consumo de alimento que se produce en estas épocas.
A tener en cuenta:
- Con este sistema, una cerda puede ingerir mucho pienso de una vez (hasta 5-6 kg). Corremos el riesgo de aumentar las muertes súbitas por torsiones de estómago o enterotoxemias asociadas a una ingesta excesiva de pienso. Especialmente cuando el paso de la alimentación controlada a alimentación a voluntad es muy brusco, o la granja no es regular en el suministro de pienso (por ejemplo en los fines de semana, donde se salta una comida).
- Deben tener algún mecanismo para facilitar, o dificultar, la caída de pienso cuando la cerda tiene tendencia a accionar el dispositivo para “jugar” con el pienso en lugar de comerlo.
- En algunas ocasiones, si las cerdas no tienen muchos lechones o no producen mucha leche, la cantidad de pienso que ingiere la cerda puede ser excesiva, llegando incluso a engordarse en la fase de lactación, aspecto que tampoco es beneficioso para una adecuada salida en celo.
Sistemas electrónicos de alimentación en seco
En los últimos años han empezado a usarse sistemas electrónicos donde la alimentación se controla mediante una curva de alimentación introducida en un software.
Estos sistemas simulan en cierta manera la manera de trabajar de la alimentación líquida. En ellos se determinan una o varias curvas de alimentación y cada cerda en maternidad se asigna a una curva.
Según van progresando los días de lactación la cerda va recibiendo más pienso, siguiendo la curva marcada.
Ventajas del sistema:
- Permiten repartir la ingesta diaria en distintas tomas, de manera que es más fácil aumentar la ingesta total, o incluso alimentar de noche en periodos de calor.
- Se pueden crear distintas curvas en función de las necesidades de los animales (para primíparas y multíparas, por ejemplo).
- Buscar reducir el desperdicio de pienso, repartiendo cada toma en distintas porciones que la propia cerda se autoadministra, al accionar un pulsador (foto 3).
- Desde el ordenador podemos modificar las curvas, analizar el consumo individual de las cerdas, etc.
A tener en cuenta:
- Su precio es superior al de los otros sistemas.
- Necesitan personal formado, familiarizado en el uso de ordenadores.
- No se puede prescindir totalmente de la “supervisión humana” para controlar.
La alimentación líquida
Muy usada en otros países de Europa, permite alimentar a las cerdas con curvas de alimentación.
La mayor ventaja es la económica, ya que permite usar subproductos que reducen el precio del pienso, aunque la mayor ventaja se obtiene en la fase de cebo y no en la de lactación.
Tiene la ventaja de que, al usar el pienso diluido, la cerda ingiere mucha agua a la vez que come.
Los sistemas más antiguos descargan la totalidad de la ración independientemente de si la cerda ha comido su ración anterior o no. En todo caso necesitaban de la supervisión y la modificación de la curva para evitar el desperdicio de pienso que eso suponía.
Los sistemas más modernos incorporan un medidor de nivel (foto 4). Con la alimentación líquida bien gestionada se pueden obtener excelentes consumos de pienso, pero requiere de una elevada inversión inicial, excelente gestión del sistema, y cuidadosa higiene y limpieza de las instalaciones.
Los nuevos sistemas también obligan a cambios en el manejo y en la manera de observar a los animales.
Con alimentación manual o con dosificador, los trabajadores de maternidad están presentes cuando la cerda come. De este modo es muy fácil ver si una cerda se levanta a comer o no, y en caso negativo averiguar qué es lo que le pasa y actuar en consecuencia.
Con muchos de los nuevos sistemas las cerdas comen cuando no estamos, y eso obliga a cambiar la manera de controlar, observar si el dosificado que hace de reserva de pienso ha bajado como sería de esperar, hay que saber extraer la información adecuada del ordenador, observar con más atención a las cerdas, etc.
Hoy en día tenemos distintas opciones para alimentar a las cerdas en maternidad. No existen sistemas perfectos, todos tienen sus ventajas e inconvenientes.
Cada granja debe pensar cuál es el que mejor se adapta a sus condiciones de trabajo, genética y perfil de sus trabajadores.