El control total de Salmonella en la cadena alimentaria presenta una dificultad elevada dada la ubicuitaria presencia de este microorganismo. Esta presencia se da desde materias primas a piensos acabados y a granjas de producción, donde cada una de ellas presenta características propias. Los controles de erradicación de Salmonella en granjas son una parte importante de los programas de calidad permanente en la industria.
El fin último de tales programas en la cadena de producción porcina no es tanto la eliminación de Salmonella como el prevenir su introducción en rebaños que abastecen a la cadena alimentaria. Estos programas incluyen un control exhaustivo de todos los vectores que vehiculan Salmonella a los animales en la granja. Uno de los vectores más importantes es la presencia de roedores en tales granjas.
Importancia, identificación y control
Los roedores y otros vectores juegan un papel muy importante en la transmisión de enfermedades porcinas, aunque la incidencia de tales enfermedades y su contribución a problemas patológicos en granjas de porcino no está totalmente documentada. Las enfermedades que los roedores pueden incubar o diseminar incluyen, además de salmonelosis, bordetelosis, leptospirosis, pseudorrabias, disentería porcina, erisipelas y toxoplasmosis. Ratas y ratones pueden diseminar o acelerar la diseminación de enfermedades desde áreas contaminadas a áreas no contaminadas vía excreciones, piel, orina, saliva o sangre.
Las ratas pueden infectarse a partir de heces infectadas de cerdos enfermos y contaminar pienso o agua situado a largas distancias. Los roedores, si son comidos por los cerdos, también pueden transmitir enfermedades de forma directa. Igualmente, los roedores presentes en las cercanías de las granjas son una fuente que atrae a depredadores como zorros, perros y gatos y estos, por su parte, pueden contribuir a incrementar los problemas patológicos en la propia explotación. Una barrera efectiva a la enfermedad no se consigue sin un plan efectivo de control de roedores.
Identificación
La presencia de heces frescas, ratoneras y huellas indican áreas en las que los roedores son activos. Los nidos de roedores, hechos de fibra de papel o de otro material fibroso, se hallan frecuentemente en localizaciones protegidas, tales como muros y tejados aislados (principalmente ratones).
Las ratas también anidan tierra dentro y fuera de las granjas de porcino. Cuando alcanzan un número considerable, las ratas y ratones pueden verse ocasionalmente a la luz del día, pese a ser principalmente activos durante la noche (especialmente tras el atardecer). Así, llevar a cabo una inspección de las instalaciones en el crepúsculo puede ayudar a identificar la localización, distribución y gravedad de la infestación por roedores. Es necesaria, como mínimo, una visita de inspección cada dos semanas a fin de comprobar la presencia de roedores.
Control
Para llevar a cabo un control efectivo, debe llevarse a cabo un sistema de manejo integrado frente a plagas en la granja. Estos sistemas incluyen sanitización, el uso o rediseño de construcciones resistentes a roedores y una reducción de la población existente. Mientras las dos primeras medidas son preventivas, la tercera es una medida activa frente al problema e incluye trampas, cebos tóxicos y fumigación. Todo sistema de manejo frente a plagas debe incluir una monitorización estricta de la población, a fin de testar la eficacia de los sistemas aplicados y a fin de determinar la necesidad de esfuerzos adicionales de control. Esta monitorización debe llevarse a cabo mediante un registro del éxito de las trampas. Estos sistemas de control se comentarán en dos artículos posteriores.
Sígfrid López y Carmen Valverde. Adiveter s.l. España.