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Resistencia a los antibióticos: preguntas frecuentes (1 de 2)

¿Qué son las resistencias a los antibióticos? ¿Se transmiten entre distintos tipos de bacterias? ¿Una misma bacteria puede ser resistente a varios antibióticos? ¿Los genes de la resistencia son ubicuos? ¿Se pueden medir las resistencias?

¿Qué es la resistencia a los antibióticos, por qué y cuándo se produce?

La resistencia a antibióticos es el fenómeno por el cual una bacteria no se ve afectada por la acción letal o inhibitoria de una molécula antimicrobiana. Este fenómeno ocurre de manera habitual en la naturaleza desde hace miles de años: los antibióticos son producidos por bacterias y hongos en la naturaleza, con la finalidad principal de eliminar competidores en un nicho ecológico determinado.

Las bacterias que contactan con estos antibióticos desarrollan mecanismos para resistir a los mismos, y poder así colonizar espacios con nutrientes y pocos competidores.

La mayoría de los antibióticos usados tanto en medicina humana como en medicina animal tienen su origen en la naturaleza a partir de estos compuestos y es simple cuestión de tiempo que el uso clínico de los antibióticos permita seleccionar esos mecanismos de resistencia tan eficientes generados en la naturaleza.

 

¿Las resistencias se transmiten entre distintos tipos de bacterias?

Sí y ese es uno de los grandes problemas. Las bacterias de manera general poseen tres maneras de resistir el efecto de los antibióticos: alteraciones en la diana del antibiótico, destruyendo el antibiótico o expulsando el antibiótico al exterior. De manera general, estos mecanismos de resistencia se pueden transmitir tanto de manera vertical como horizontal, es decir, tanto a siguientes generaciones como a otras bacterias de la misma o de otras especies.

 

¿Una misma bacteria puede ser resistente a varios antibióticos?

Las bacterias son capaces de acumular mecanismos de resistencia frente a múltiples antibióticos. Esto ocurre sobre todo en ambientes con elevada presión antibiótica como los hospitales o, en cierta medida, las explotaciones ganaderas. En esos ambientes las bacterias deben evolucionar para sobrevivir, por lo que se adaptan y captan genes de resistencia del entorno. Un ejemplo es el caso, en las explotaciones, de bacterias del medio ambiente o de bacterias presentes en la microbiota de otros animales, que pueden haber sido introducidos recientemente en la explotación.

 

¿Los genes de la resistencia son ubicuos?

Sin duda. Al tratarse de un mecanismo natural de defensa frente a moléculas antibióticas naturales, los genes de resistencia se encuentran en la naturaleza. Además, la diseminación de genes de resistencia es un problema global, ya que la utilización de los antibióticos, o su presencia en el medio ambiente, ha seleccionado favorablemente bacterias con estos genes. En el mundo actual, donde una persona, animal, alimento o material puede llegar desde un punto de la tierra a otro a miles de kilómetros de distancia en apenas unas horas, no es absurdo pensar y está demostrado que los genes de resistencia se dispersan con la misma facilidad. También es verdad que hay países que presentan mayores niveles de resistencia que otros y eso es debido, entre otras cosas, a planes a nivel nacional para el control de las resistencias antibióticas.

 

¿Cómo se miden/valoran las resistencias?

Los niveles de resistencia se pueden medir mediante varias técnicas. Las técnicas clásicas como el antibiograma y la microdilución en placa permiten, una vez aislado el patógeno causante de la enfermedad, determinar los antibióticos frente a los que es resistente o sensible y conocer los niveles de resistencia. Estas técnicas ampliamente usadas en medicina humana deberían ser implementadas en mayor medida en el mundo veterinario, ya que la relación coste/beneficio es elevada.

Por otro lado, las técnicas modernas de biología molecular nos permiten conocer los niveles de resistencia en horizontes más amplios. En estos momentos nuestro laboratorio forma parte del proyecto europeo más importante en medicina veterinaria que lucha frente a la resistencia a antibióticos en la cadena alimentaria, llamado EFFORT. Este proyecto se está llevando a cabo de manera armonizada en 10 países de la unión europea donde se han tomado muestras a todos los niveles desde animales de producción (cerdos, pollos, pavos, truchas y vacas de carne) hasta mataderos y puntos de venta al público. Gracias a este proyecto vamos a poder conocer los niveles de resistencia antibióticos en Europa desde la granja a la mesa.

Técnicas clásicas de evaluación de la resistencia a antibióticos. A la izquierda se muestra un E-TEST que permite medir la concentración mínima de antibiótico que impide el crecimiento bacteriano. A la derecha se muestra un antibiograma en el que se observan diferentes halos de inhibición del crecimiento por parte de los antibióticos.
Técnicas clásicas de evaluación de la resistencia a antibióticos. A la izquierda se muestra un E-TEST que permite medir la concentración mínima de antibiótico que impide el crecimiento bacteriano. A la derecha se muestra un antibiograma en el que se observan diferentes halos de inhibición del crecimiento por parte de los antibióticos.

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