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Existen varias pruebas de laboratorio que se pueden usar en el diagnóstico de la infección por Actinobacillus pleuropneumoniae (APP). La elección de la prueba y el enfoque de la investigación dependen de las circunstancias clínicas y de la justificación para hacer las pruebas. Sin embargo, hay varias cuestiones complejas relativas a los serotipos y a la potencial virulencia de este organismo que deben tenerse en cuenta cuando se emprenden pruebas diagnósticas.
Serotipos de APP
Existen 15 serotipos reconocidos de APP (designados 1 – 15) que difieren mucho en su potencial virulencia. La prevalencia de serotipos dentro de las poblaciones porcinas tiende a variar de un país a otro y esto a menudo determina el enfoque de las pruebas diagnósticas y la vigilancia de las granjas. En algunos países, las pruebas se dirigen a un pequeño número de serotipos específicos sumamente virulentos, mientras que en otros, las pruebas son más genéricas y tratan de cubrir todos los serotipos.
Fig 1. Bacteriología facilita aislados de Actinobacillus pleuropneumoniae para determinación del serotipo.
Factores de virulencia
Aunque hay varios factores que determinan la potencial virulencia de APP, el más importante es la presencia o ausencia de tres genes denominados ApxI, ApxII y ApxIII. Estos genes permiten a la bacteria producir toxinas que inhiben la función fagocítica de los neutrófilos y macrófagos porcinos, es decir, que perjudican a los principales mecanismos de defensa de los cerdos durante la fase aguda de la infección. Algunos serotipos de APP tienen un único gen Apx de toxinas mientras que otros tienen una combinación de dos, proporcionándoles un mayor potencial citotóxico. Hablaremos más sobre esto al referirnos a las pruebas diagnósticas. Otro gen Apx presente en todos los serotipos de APP durante la infección es ApxIV. El potencial patogénico de este gen no se ha determinado; sin embargo, ya que tiene una especificidad muy elevada por esta especie, constituye la base de varias pruebas diagnósticas que se han desarrollado en los últimos años.
Fig 2. Las pruebas serológicas de Actinobacillus pleuropneumoniae se pueden realizar usando pruebas ELISA basadas en ApxIV.
En términos generales, las herramientas diagnósticas disponibles se clasifican en las siguientes categorías:
1.Detección del agente
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· Cultivos bacterianos de lesiones pulmonares o de amígdalas, con determinación de serotipos de cultivos puros.
· Pruebas de PCR para el gen ApxIV o pruebas PCR específicas del serotipo directamente sobre las lesiones pulmonares, frotis amigdalares, frotis nasales o de material de cultivo obtenido de estos tipos de muestras. · Pruebas PCR para ApxI, ApxII y ApxIII sobre cultivos puros de APP que proporcionen más información sobre la potencial virulencia (Tabla 1). · Prueba de detección de anticuerpos por inmunofluorescencia (IFAT) sobre preparaciones o “improntas” de lesiones pulmonares para demostrar la presencia de antígeno de APP en lesiones pulmonares frescas. |
Tabla 1. Resumen de las principales toxinas producidas por serotipos reconocidos de APP
| Toxinas producidas | Serotipos de APP |
| ApxI y ApxII | 1, 5, 9, 11 |
| ApxII y ApxIII | 2, 3, 4, 6, 8, 15 |
| Apx II sólo | 7, 12, 13 |
| ApxI sólo | 10, 14 |
2.Detección de anticuerpos
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· Pruebas serológicas (ELISA) para anticuerpos frente al gen ApxIV para cuantificar los niveles circulantes de anticuerpos para APP en general.
· Pruebas serológicas (ELISA) frente a los polisacáridos capsulares de APP, lo que permite identificar anticuerpos contra grupos de serotipos aportando una indicación de la virulencia. · Pruebas ELISA específicas de serotipos. |
A pesar de que existe una gama de métodos diagnósticos descritos, la disponibilidad de estas pruebas varía de un país a otro dependiendo del nivel de tecnología disponible, el enfoque de los laboratorios individuales y los intereses de los veterinarios y los científicos de laboratorio que trabajan en ellos.
Las políticas de carácter industrial sobre pruebas de garantía sanitaria y los métodos recomendados por veterinarios porcinos destacados también pueden influir en la disponibilidad de las pruebas diagnósticas que ofrecen los laboratorios.