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Protocolos de salud para la entrada de reemplazos: adaptación a las principales enfermedades respiratorias y sistémicas (2/3)

Hablamos de PRRSV, M hyo, PCV2, App y del virus de la gripe.

PRRS

Una de las enfermedades que ha ayudado más en el aprendizaje de la adaptación de primerizas, flujos de entrada, y establecimiento de cuarentenas ha sido el Síndrome Respiratorio y Reproductivo Porcino. Hoy en día, la mayoría de las empresas de genética sirven animales negativos al virus a granjas positivas de la enfermedad. El principal objetivo de la adaptación es infectar los animales con la cepa de PRRSv presente en la explotación y que no haya animales virémicos antes de su entrada a la granja.

a. Exposición natural:

  • Exposición de la reposición a la cepa homóloga del virus que hay en la explotación mediante la inoculación del virus. En este caso, la exposición es homogénea para todo el pool de animales y el momento de exposición está controlado. Por otro lado, se debe tener en cuenta que podemos estar exponiendo los animales a otros patógenos que no sea solo el PRRS.
  • Contacto directo con animales de destete (si hay recirculación del virus en esa fase) o cerdas de matadero (primerizas desechadas, o primeros partos). El mayor problema de este método, es que la exposición puede ser inconsistente y por ello podemos tener una inmunidad insuficiente. Además no hay garantía de que todos los animales se infecten al mismo tiempo o con el mismo nivel de infección por lo que podemos encontrarnos con tiempos prolongados de viremia.

b. Vacunación:

  • Vacuna viva modificada: Confiere una exposición consistente del grupo y en un tiempo controlado. Es fácil de aplicar y puede reducir el tiempo de viremia cuando los animales contacten con el virus de la explotación. Sin embargo, esto significa la introducción de una nueva cepa (si la granja principal no se vacuna) y la inmunidad cruzada con cepas heterólogas del virus puede no ser la deseada.
  • Vacuna inactivada: es totalmente inefectiva en animales negativos sin una previa exposición al virus vivo.
  • En todos los casos mencionados anteriormente es importante el monitoreo para saber: primero si todo el grupo ha sido expuesto, y segundo, que los animales antes de su entrada a la granja ya no están virémicos.

 

Mycoplama hyopneumoniae

Los mayores problemas con la adaptación a M. hyopneumoniae de animales negativos son: el largo periodo de tiempo que un animal infectado puede permanecer excretando (200 días- Pieters et al, 2009) y lo lento que és la transmisión en una población (ver el ratio de transmisión en la tabla anterior). El principal objetivo de la adaptación frente a Mycoplasma es que los animales ya no estén excretando Mycoplasma en el momento del parto (para evitar la transmisión vertical hacia la descendencia). Para lograr nuestro objetivo, debemos exponer a los animales a los 50 días de vida y evitar prolongados tratamientos con antibióticos para facilitar la infección. En realidad, hay pocas granjas preparadas para mantener los animales durante un periodo de tiempo tan largo cuando reciben reemplazos externos. Por ello, debemos maximizar el manejo y utilizar la vacunación que aunque no nos evita la infección, acorta el tiempo de excreción y disminuye los síntomas clínicos.

 

PCV2

La infección por PCV2 se puede transmitir via intrauterina, por calostro, y a través de la leche en el postparto. Por este motivo, es importante que las primerizas no sean virémicas durante la fase de gestación y lactación. Se ha de monitorear el reemplazo para ver el estatus inmunitario frente a PCV2 y ver si es necesario el implementar un protocolo de vacunación para este patógeno. Se ha de considerar que la recirculación de este virus en las recrías de las reproductoras ya no es consistente como años atrás y que el reemplazo puede llegar negativo.

 

Actinobacillus pleuropneumoniae

Si la granja es libre de síntomas clínicos, es importante conocer el estado de los animales que estamos introduciendo respecto a esta enfermedad. Para ello, es esencial la comunicación entre los veterinarios para conocer el historial de la granja de donde vendrá la reposición. Si la granja receptora es crónica a esta enfermedad y recibe animales libres, es importante considerar la vacunación con serotipo homólogo antes del contacto con los "seeders". No evitará la condición de portador "crónico", pero disminuye la presencia de lesiones y previene de la posible mortalidad.

 

Influenza porcina

Esta enfermedad recibe nuestra máxima atención solo ante la aparición de brotes agudos en la explotación. Sin embargo, en granjas endémicas, la reposición juega un factor clave en el mantenimiento del virus en las transiciones debido a la heterogeneidad de la inmunidad de los lechones al destete (Torremorell et al, 2012). El conocimiento del estatus de nuestra granja nos permitirá la vacunación de la reposición con aquellos serotipos presentes en la explotación.

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