Para las empresas en general, el aumento de los costes del tratamiento de las aguas residuales y de la producción de fangos hace necesario incorporar nuevas técnicas. Una de esas técnicas es incorporar una máquina que se utiliza para el tratamiento de residuos líquidos que llevan sólidos en suspensión. De forma totalmente mecanizada, dichas partículas sólidas son separadas del líquido, de tal forma que en este, sólo quede un nivel de partículas aceptable para su posterior depuración en una estación depuradora de aguas residuales. De ese modo el agua a depurar esta más limpia y es más fácil su tratamiento.
El funcionamiento de este sistema es bastante sencillo y su consumo eléctrico es bajo. Además su instalación no representa ninguna gran infraestructura para la explotación porcina.
Existe un sistema de rejas de hierro galvanizado que con la ayuda de la presión del agua de una manguera arrastran los purines hasta un pozo donde una bomba se encarga de transportarlos hasta una máquina separadora donde serán exprimidos. Para completar el proceso será necesario un espacio donde se puedan almacenar los residuos sólidos resultantes y un depósito que recoja las aguas residuales.
La máquina separadora consta de un tornillo que gira dentro de una criba. Los purines se desplazan horizontalmente y son exprimidos bajo la presión ejercida por el tornillo.
Los sólidos son expulsados hacia el exterior, mientras que los líquidos se canalizan hasta un depósito donde quedaran almacenados para su posterior depuración. Para los sólidos, según el grado de sequedad que se desee, se puede regular a través de un sistema de contrapesos instalado en la parte exterior de la máquina, de esta forma se puede exprimir el agua y separarla del sólido.
Este sistema de separación obtiene un sólido con unas condiciones de humedad y de textura que lo hacen muy apto para ser compostado y posteriormente ser utilizado como fertilizante orgánico. A efectos prácticos, cuanto más seco sea el sólido, menor será el tiempo de compostaje, convirtiéndose así en fertilizante orgánico.
La eficacia de la separación del sólido y el líquido puede variar en función del paso del garbillo o criba y de la clase de sólido en suspensión y puede estar entre el 25 y el 80% del sólido total. El afluente que proviene del separador es un líquido fácil de bombear y sólo contiene pequeñas partículas en suspensión, descomponibles biológicamente con un tratamiento bacteriológico. Los beneficios de esta descomposición serán los de reducir los contaminantes y los olores durante el almacenamiento y maximizar la disponibilidad de nutrientes para la tierra. Las aguas van a la depuradora o al riego de inyección directa.
La eliminación de contaminantes muestra una reducción de aproximadamente un 20% del Total Kjeldah Nitrógeno (TKN). La humedad del sólido separado es de un 73% con un contenido del 2% de nitrógeno, 0,4% de potasio y un pH de 8. Todos estos datos hacen que este sistema pueda ser adecuado para poder mejorar la contaminación por purines y rentabilizar este residuo.
Isaac Puig i Serradesanferm. Superior en Química Ambiental. España. ()