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Caso clínico: Problemas en la adaptación de la reposición

Hace un año se produjo un cambio de origen de las futuras reproductoras, aunque eran del mismo proveedor. Tras haber cambiado de granja origen para el suministro de la reposición se produce la queja de una caída de prolificidad por parte del veterinario que asesora la explotación.

10 mayo 2002
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Descripción de la granja



Se trata de una explotación de 400 reproductoras en ciclo cerrado en el sur de España. Es una explotación de unos 20 años reformada, aunque las instalaciones son bastante deficientes.

La explotación es una multiplicadora de una organización con unas 4000 cerdas en producción, que adquiere la reposición de una fuente externa.

La granja es positiva a PRRS y mantiene unas cuantas reproductoras gE positivas en los ciclos más altos, aunque tanto las reproductoras de menos de 4 ciclos como el engorde es negativo a virus de campo de la enfermedad de Aujeszky.

Aparición del caso



Presentación

Hace un año se produjo un cambio de origen de las futuras reproductoras, aunque eran del mismo proveedor. Tras haber cambiado de granja origen para el suministro de la reposición se produce la queja de una caída de prolificidad por parte del veterinario que asesora la explotación.

La explotación nunca había tenido resultados satisfactorios en cuanto a prolificidad, incurriendo frecuentemente en el síndrome de caída de prolificidad en el segundo parto, sin embargo, en el último trimestre se produjo una caída de prolificidad que motivó la consulta por parte del veterinario que gestiona la explotación. La tendencia de la prolificidad por trimestre se lista a continuación:

Primer trimestre Segundo trimestre Tercer trimestre
Nacidos totales 10,0 10,2 9,5

Posteriormente, tras hablar directamente con el encargado, éste informó que el problema se centra en las nuevas reproductoras del nuevo origen que son menos prolíficas. Para contrastar la afirmación del encargado de la explotación, contrastamos los resultados por ciclo y los comparamos con los del año anterior.

Resutados por ciclo del tercer trimestre

Número ciclo 0/1 2 3 4 5 total
Edad 1ª inseminación 236 - - - - 236
Repetidoras (%) 38,6 12,2 18,7 11,1 6,9 20,5
Repetidoras irregulares (%) 64,7 40,0 54,4 40,0 60,0 58,0
Abortos (%) 7,4 3,5 3,4 3,7 0,0 3,6
Total nacidos 8,3 9,1 10,7 9,9 11,0 9,5
Nacidos vivos 7,8 8,7 9,7 9,2 10,5 9,0
Nacidos muertos 6,7 2,2 9,3 6,3 4,5 6,1
Momificados (%) 0,96 0,00 0,26 1,29 0,00 0,39
Destetados 7,8 7,8 7,5 7,4 8,0 7,6
Bajas lechones (%) 8,5 12,5 17,9 15,6 18,8 16,1
Intervalo destete-cubrición - 10,2 7,9 7,2 6,8 7,7

Se puede apreciar como el tamaño medio de la camada para las cerdas de segundo parto es muy pequeño: 9,1 lechones y como el porcentaje de repetidos irregulares es muy elevado, casi un 60% de repeticiones.

También se observa como el tamaño medio de la camada para las primerizas es muy bajo: 8,3 lechones y como el porcentaje de repeticiones es muy elevado para este grupo de cerdas con un 38,6 %. Destaca además el porcentaje de repeticiones irregulares que en este grupo es muy elevado, casi un 65% de repeticiones.

El porcentaje de abortos en primerizas también es alto, con un 7,4% y con una duración de gestación media de 60 días (abortos antes de último tercio de gestación). Sin embargo, cabe recordar que se están analizando datos que incluyen el período de otoño, en el que aumenta la incidencia de abortos. La media anual está en el 2,8% para primerizas, lo que puede considerarse cercano al objetivo de producción.

El porcentaje de nacidos muertos es normal, tanto para la media como para las camadas de primerizas.

Las camadas que nacen de las cerda primerizas son normales, sin aparentes problemas de viabilidad y las placentas tienen un aspecto enteramente normal. Los nacidos muertos que aparecen tienen todo el aspecto de haber muerto durante el parto, sin aspecto de deberse a una causa infecciosa.

El porcentaje medio de bajas en lactación es elevado, debiéndose principalmente a aplastamientos, dado que las instalaciones en parideras son deficientes.

Prolificidad según número de ciclo y año

Si comparamos la prolificidad por ciclo del periodo problema con el mismo periodo del año anterior podemos apreciar que los resultados sólo han empeorado ostensiblemente para las cerdas de primer ciclo, y en menor medida, para las cerdas de segundo ciclo. Para el resto de ciclos los resultados son similares o inferiores.

Distribución de la prolificidad de las primerizas según año

Si nos centramos en la distribución del tamaño de camada para las primerizas de la explotación en ese período y en idéntico período del año anterior podemos apreciar que existe una proporción muy importante de reproductoras con 8 ó menos lechones nacidos (litter scatter): 37%. Un 14,8% de las camadas presentan 5 ó menos nacidos totales, siendo un fuerte indicador de mortalidad embrionaria.

Los resultados del año anterior son muy superiores, sin embargo, tampoco el patrón de prolificidad que se presentaba seguía una curva de distribución normal.

Ante estos resultados investigamos directamente las primerizas, viendo que se alojaban directamente en la nave gestación, en unas cuadras habilitadas a tal efecto, donde se tenían contacto con reproductores de desvieje y se aportaban heces de cerdas en partos y placentas. La edad media de las reproductoras suministradas era de 6 meses y no se cubrían hasta los siete meses y medio de vida. El suministro de reproductoras se hacía 4 veces al año. El protocolo vacunal utilizado se lista a continuación (las reproductoras suministradas estaban vacunadas frente a la enfermedad de Aujeszky a 70 y 100 días de vida):

Aujeszky 180 días
Parvovirosis y Mal Rojo 190 días
Parvovirosis y Mal Rojo 210 días

Tras preguntar al encargado de la explotación al respecto, éste comenta que no ha observado nunca problemas de enfermedad en las nulíparas y que éstas siempre mantienen un buen nivel de ingesta.

Diagnóstico



El diagnóstico presuntivo debe contestar a la pregunta: ¿Qué causa que afecte a la prolificidad puede incidir particularmente sobre la prolificidad de las cerdas de primer ciclo?

El diagnóstico presuntivo debería descartar cualquier causa de fallo reproductivo que incidiera particularmente en reproductoras nulíparas. El alto porcentaje de repeticiones irregulares, el porcentaje de abortos, el porcentaje de camadas de menos de 8 y menos de 5 lechones parece indicar que la causa es de fondo infeccioso. La no afección de cerdas multíparas haría menos probable una causa tóxica o ambiental, dado que este tipo de causas afectaría también a todos los grupos de reproductoras.

Cabe recordar que en una situación de patología endémica, el patrón de afección de la enfermedad suele evolucionar en una explotación de la forma que en un plazo variable la inmunidad que se establece hace que la mayoría de la población no presente ningún tipo de sintomatología con la posible excepción de aquellas reproductoras que por un motivo u otro no hayan podido establecer una inmunidad suficiente.

A la hora de decidir la analítica que se quiere llevar a cabo el problema con que se encuentra el veterinario clínico es que existen una serie de patógenos de los que se tienen serias dudas en cuanto a la epidemiología y que para algunos de ellos no se dispone de herramientas de diagnóstico adecuadas (enterovirus, adenovirus, virus de la encefalomiocarditis, citomegalovirus). Por otro lado, la mayoría de agentes cursan con signos muy similares y además pueden estar presentes en la explotación sin estar involucrados necesariamente en el problema reproductivo, con lo cual se deben buscar evidencias de seroconversión en animales afectados o evidencia de una población sin inmunidad en convivencia con un agente patógeno que permita sospechar de la implicación de éste.

La analítica llevada a cabo en reproductoras no dio resultados concluyentes frente a ninguno de los patógenos buscados (parvovirosis, enfermedad de Aujeszky, PRRS, leptospirosis), los animales llegaban con títulos elevados frente a parvovirosis y PRRS, que no aumentaban en la explotación de destino.

Tampoco fue posible encontrar abortos sospechosos de haber sido causados por una causa infecciosa para intentar un análisis directo.

Solución



Dado que no fuimos capaces de identificar un agente causal infeccioso definido, optamos por reforzar la pauta de adaptación. La hipótesis de trabajo era que la adaptación de los futuros reproductores, exponiéndolos a reproductores de desvieje y a heces y placentas de parideras, no conseguía infectar a las cerdas de forma adecuada.

Ante los datos que sugerían una implicación infecciosa se recomendaron una serie de pasos destinados a garantizar la infección de las reproductoras antes de su primera cubrición mediante el contacto con los animales que con más probabilidad estaban excretando el posible agente infeccioso causal. En esta caso se optó por lechones destetados retrasados que se alojaban en contacto directo con las futuras reproductoras y heces de lechoneras, a partir de la segunda semana de estancia en lechoneras (cuando era más probable que hubieran perdido la inmunidad pasiva), que se aportaban directamente en la tolva de pienso con periodicidad diaria.

En un primer paso, no se consideró necesario aumentar el período de adaptación, aunque hubiera sido una medida razonable (suministro de animales más jóvenes). Con este cambio de manejo no se observó ningún cambio en cuanto a la posible aparición de enfermedad en nulíparas que podría haber resultado de una excesiva presión de infección con el nuevo manejo.

A partir de la aplicación de estas medidas, con la siguiente entrega de nulíparas, mejoró el comportamiento de las mismas ostensiblemente, con un porcentaje de repeticiones del 15%, y un porcentaje de repeticiones irregulares del 32%, para el primer ciclo.

Distribución de la prolificidad de las primerizas antes y después de aplicar las nuevas medidas de adaptación

La distribución de prolificidad evolucionó tal como se ilustra en el gráfico. El tamaño de camada para las cerdas primerizas aumentó de 8,3 nacidos totales a 10,6. El porcentaje de camadas con 8 ó menos lechones se redujo a un nivel del 20,6%. Las camadas con 5 ó menos lechones quedaron en el 3,4%. (Los niveles anteriores eran del 37% y del 14,8%, respectivamente).

En este caso cabe recordar que siempre debe existir una revisión de los protocolos de adaptación utilizados, en cuanto a su resultado final como resultados técnicos de las reproductoras de primer ciclo. La mejor herramienta de diagnóstico en cuanto a la eficacia de la adaptación siempre serán los resultados de este grupo de reproductoras.

Comentarios



Introducción

El caso se producía en una explotación de multiplicación bastante antigua de 400 reproductoras en ciclo cerrado. La reposición se adquiere de una fuente externa que ha cambiado hace un año, aunque el origen genético es el mismo.

La granja es positiva a PRRS y mantiene unas cuantas reproductoras gE positivas en los ciclos más altos, aunque tanto las reproductoras de menos de 4 ciclos como el engorde es negativo a virus de campo de la enfermedad de Aujeszky.

Se produce la queja de una caída de prolificidad por parte del veterinario que asesora la explotación, la explotación nunca tuvo resultados satisfactorios en cuanto a prolificidad, sin embargo, en el último trimestre se produce una caída de prolificidad que motiva la consulta por parte del veterinario que gestiona la explotación. En un análisis posterior se comprueba que el problema se centra en cerdas de primer ciclo, que también muestran un muy alto porcentaje de repeticiones, siendo muy elevado el porcentaje de repeticiones irregulares. El porcentaje de camadas de 8 ó menos lechones es muy superior al objetivo así como el porcentaje de camadas con 5 ómenos lechones. No hay un porcentaje de abortos muy aumentado ni un porcentaje de momificados superior a lo normal. El aspecto de las camadas nacidas es normal y las nulíparas no parecen sufrir ningún proceso de enfermedad durante la fase de adaptación.

Diagnóstico

El diagnóstico presuntivo debe contestar a la pregunta: que causa que afecte a la prolificidad puede incidir particularmente sobre la prolificidad de las cerdas de primer ciclo?

El diagnóstico presuntivo debería descartar cualquier causa de fallo reproductivo que incidiera particularmente en reproductoras nulíparas. El alto porcentaje de repeticiones irregulares, el porcentaje de abortos, el porcentaje de camadas de menos de 8 y menos de 5 lechones parece indicar que la causa es de fondo infeccioso. La no-afección de cerdas multíparas, haría menos probable una causa tóxica o ambiental, dado que este tipo de causas afectaría también a todos los grupos de reproductoras.

A tal efecto cabe recordar que en una situación de patología endémica, el patrón de afección de la enfermedad suele evolucionar, en una explotación, de la forma que se indica a continuación:

Comportamiento típico de una enfermedad infecciosa en una unidad de ciclo cerrado
Fase producción Nueva enfermedad Enfermedad endémica
Gestación Problemas reproductivos Ausencia signos clínicos
(posible excepción primerizas)
Partos Aumento mortalidad Ausencia signos clínicos
(Posible excepción camadas primerizas)
Lechoneras/engorde Aumento mortalidad
Caída resultados técnicos
Aumento mortalidad
Caída resultados técnicos
A partir de 1 caída de la inmunidad pasiva)

En una situación de enfermedad endémica (situación que suele producirse en un plazo variable de hasta 3 meses en explotaciones de tamaño medio), la inmunidad que se establece hace que la mayoría de la población no presente ningún tipo de sintomatología con la posible excepción de aquellas reproductoras que por un motivo u otro no hayan podido establecer una inmunidad suficiente. Este caso suele presentarse en futuras reproductoras que no se hayan adaptado correctamente. Si la explotación fuera de gran tamaño pudiese darse la situación en la que fuera difícil conseguir una inmunidad homogénea incluso tras un tiempo importante, por lo que cerdas de más de un ciclo podrían verse afectadas (Es el caso que se produce en muchas explotaciones de más de 1000 reproductoras infectadas por el virus del PRRS, en las que es muy difícil conseguir evitar la aparición de subpoblaciones de cerdas susceptibles).

EL listado diferencial de causas más frecuentes de fallo reproductivo de origen infeccioso se lista en la tabla a continuación (Adaptado del Diseases of Swine: 8th Edition B.E. Straw y Col., Blackwell Science, Ltd.)

Enfermedades que causan abortos, nacidos muertos y momificados en porcino1

Enfermedad Sintomatología en Cerda Edad de los Fetos Sintomatología en Fetos y Placenta Diagnóstico
Parvovirosis Ninguna Fetos muertos en diferentes estadios de desarrollo Reabsorción(camadas pequeñas) Momificados, nacidos muertos, lechones poco viables Aislamiento virus
Enfermedad de Aujeszky Varía en su importancia, toses, estornudos, anorexia, salivación, signos nerviosos Fetos muertos en diferentes estadios de desarrollo Reabsorción (camadas pequeñas) momificados, macidos muertos.
Focos necrosis en hígado Placentitis necrótica
Serología pareada de la cerda
Gripe porcina Signos respiratorios claros con elevada prevalencia, toses Fetos muertos en diferentes estadios de desarrollo Reabsorción (camadas pequeñas), momificados, nacidos muertos, lechones poco viables Serología pareada de la cerda

Enterovirus, adenovirus, reovirus,citomegalovirus
Ninguna Fetos muertos en diferentes estadios de desarrollo Reabsorción (camadas pequeñas), momificados, nacidos muertos, lechones poco viables Serología pareada de la cerda
Encefalomiocarditis Ninguna Todos con la misma edad Edema Aislamiento del virus
PRRS Fiebre, anorexia, letargia Normalmente todos con la misma edad, hacia final gestación Arteritis necrótica cordón umbilical
Nacidos muertos, semimomificados, lechones poco viables
PCR en lechones poco viables
Seroconversión

Leptospirosis

Signos muy leves: anorexia, fiebre, abortos Normalmente todos con la misma edad, hacia final gestación Nacidos muertos, lechones poco viables, abortos, placentitis difusa Cultivo, serología pareada de la cerda, o títulos muy altos
Mal Rojo Fiebre, lesiones cutáneas Todos con la misma edad Normalmente ninguna Cultivo,sintomatología

A priori, en una explotación en la que se realiza vacunación frente a parvovirosis esta causa debería descartarse en cuanto que la vacuna previene de forma eficaz la aparición de enfermedad2. Por otro lado, cabe recordar que el porcentaje de momificados en cerdas primerizas es inferior al 1%, siendo la presentación de momificados típica de la parvovirosis, hacen poco probable esta enfermedad como la causa (Un porcentaje medio de momificados normal es del 2% del total de nacidos).

Por otro lado la afección que parece afectar tempranamente en gestación (ausencia de momificados, ausencia de lechones nacidos muertos o poco viables), tampoco es típica de PRRS o leptospirosis que cursan con estos signos.(Debemos recordar que las camadas no parecen mostrar ningún problema de poca viabilidad).

Cualquier causa que cursara con fiebre podría causar fallo reproductivo, sin embargo no se apreciaba ningún tipo de sintomatología en las nulíparas recepcionadas a lo largo de la fase de adaptación.

A la hora de decidir la analítica que se quiere llevar a cabo, el problema con que se encuentra el veterinario clínico es que existen una serie de patógenos de los que se tienen serias dudas en cuanto a la epidemiología y que para algunos de ellos no se dispone de herramientas de diagnóstico adecuadas (enterovirus, adenovirus, virus de la encefalomiocarditis, citomegalovirus). Esta situación hace que sea casi excepcional el diagnosticar el agente causal de problemas reproductivos infecciosos mediante análisis laboratorial. Hay un conocido ejemplo de los datos facilitados por Wrathall sobre diagnóstico de abortos porcinos en los centros de diagnóstico Veterinario del Reino Unido, en los que sobre 13.691 muestras recibidas entre 1974 y 1986 fue imposible el diagnóstico en más del 60% de las muestras: conviene pues, no sobreestimar la ayuda laboratorial.

Por otro lado, la mayoría de agentes cursan con signos muy similares y además pueden estar presentes en la explotación sin estar involucrados necesariamente en el problema reproductivo, con lo cual debe buscar evidencias de seroconversión en animales afectados o evidencia de una población sin inmunidad en convivencia con un agente patógeno que permita sospechar de la implicación de éste.

En este caso, la analítica llevada a cabo en reproductoras no dio resultados concluyentes frente a ninguno de los patógenos buscados (parvovirosis, enfermedad de Aujeszky, PRRS, leptospirosis), los animales llegaban con títulos elevados frente a parvovirosis y PRRS, que no aumentaban en la explotación de destino.

No fue posible, tampoco encontrar abortos sospechosos de haber sido causados por una causa infecciosa para intentar un análisis directo.

Medidas tomadas

Dado que no fuimos capaces de identificar un agente causal infeccioso definido, optamos por reforzar la pauta de adaptación. La hipótesis de trabajo era que la adaptación de los futuros reproductores exponiéndolos a reproductores de desvieje y a heces y placentas de parideras no conseguía infectar a las cerdas de forma adecuada.
Tradicionalmente se han utilizado reproductores de desvieje para exponer los futuros reproductores a los microbios existentes en una explotación, cuando de hecho estos animales son los que con menor probabilidad estará excretando organismos específicos3.

Ante los datos que sugerían una implicación infecciosa se recomendó una serie de pasos destinados a garantizar la infección de las reproductoras antes de su primera cubrición mediante el contacto con los animales que con más probabilidad estaban excretando el posible agente infeccioso causal.
En un primer paso, no se consideró necesario aumentar el período de adaptación, aunque hubiera sido una medida razonable (suministro de animales más jóvenes).
Con este cambio de manejo no se observó ningún cambio en cuanto a la posible aparición de enfermedad en nulíparas que podría haber resultado de una excesiva presión de infección con el nuevo manejo.

A partir de la aplicación de estas medidas, con la siguiente entrega de nulíparas, mejoró el comportamiento de las mismas ostensiblemente.

En este caso hay que recordar que la pauta de adaptación, que era correcta para el origen inicial de futuras reproductoras para esta explotación, se reveló totalmente desastrosa para el nuevo origen. Siempre debe existir una revisión de los protocolos de adaptación utilizados, en cuanto a su resultado final como resultados técnicos de las reproductoras de primer ciclo, dado que las granjas no se comportan como una unidad estable y las pautas que pueden haber sido eficaces en un tiempo para proporcionar una inmunidad sólida a las futuras reproductoras, pueden ser inadecuadas en el futuro. La mejor herramienta de diagnóstico en cuanto a la eficacia de la adaptación siempre serán los resultados de este grupo de reproductoras.

1B.E. Straw , pp 76 Diseases of Swine 8th Edition, Straw y col. Backwell Science, Ltd., 1999.
2Mengeling y col., 1979, Efficacy of an inactivated virus vaccine for prevention of porcine parvovirus-induced reproductive failure. Am. J. Vet. Res. 40:204-207.
3 M.E.C. White (1998), Health Integration, The Pig Journal, Volume 43, pps 131-138.

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