A nivel práctico, la prevención de la diarrea en lechones requiere una completa comprensión de:
- La prevalencia de los patógenos entéricos en la explotación problema.
- Los reservorios de estos patógenos.
- La forma de transmisión de dichos patógenos.
- La supervivencia y la persistencia de los patógenos en el ambiente.
- El papel de la inmunidad maternal.
- El papel de la vacunación y de la inmunidad adquirida.
- El papel de la medicación preventiva.
- El papel del manejo y del ambiente.
- El papel de la higiene.
- El papel de la nutrición.
Este artículo se centra en la vacunación y los tratamientos preventivos.
1. Enfermedades bacterianas
Principalmente se trata de prevenir infecciones por E. coli, aunque también es posible prevenir infecciones contra algunos tipos de Clostridium perfringens.
1.1 Vacunación
Las vacunas comerciales disponibles están constituidas por cepas muertas de E. coli, determinantes patógenos de E. coli, antígenos específicos de enterotoxinas o una combinación de ellos. También existen vacunas que combinan antígenos de endotoxinas de Clostridium perfringens con antígenos de E. coli. A continuación se muestran algunos ejemplos de vacunas:
Vacuna | Componentes antigénicos |
1 | F4 antígenos fimbriales K88ab;ac;ad: K99; 987P; F41 |
2 | Mezcla de células muertas; K88ab; K88ac; K99; 987P; fragmento B de LT |
3 | toxoide LT; K88ab; K88ac; K99; 987P |
4 | Antígenos fimbriales purificados: K88ab, ac; K99; 987P; toxoide de bacterina de Cl. perfringens B; toxoides purificados de Cl. perfringens C, D |
Se trata de elegir una vacuna con el mayor espectro antigénico posible que incluya antígenos contra toxinas y componentes estructurales de la bacteria. Las nulíparas y las cerdas deben ser totalmente vacunadas antes del parto de acuerdo a las recomendaciones del fabricante para que transfieran la inmunidad maternal a los lechones vía calostro. Algunas veces se utilizan ilícitamente las vacunas de ovino para inmunizar cerdas contra patologías causadas por clostridios.
Las autovacunas se obtienen a partir de patógenos aislados de la misma explotación donde van a ser usadas. El grado de sofisticación de las autovacunas varía entre una vacuna preparada en laboratorio a partir de cultivos muertos hasta un sistema conocido como “feedback”. Este proceso se basa en recoger material infectivo, normalmente heces de lechones afectados por diarrea, diluirlo por varios procedimientos y administrarlo oralmente a cerdas o nulíparas para inmunizarlas. Por lo tanto se debe tener cuidado al utilizar “feedback”, y no es apropiado para algunos patógenos como coccidios criptosporidios.
1.2 Medicación preventiva
Un antibiótico adecuado se puede usar para eliminar la carga de infección a cualquier edad entre el nacimiento y el destete. Esta opción puede utilizarse como parte del control de infecciones por Brachyspira (colitis y disentería) o por Lawsonia (ileítis). Debido a que los antibióticos no inmunizan, y pueden ser incluso inmunosupresores, es esencial tomar medidas para prevenir infecciones recurrentes.
2. Enfermedades virales
La causa más común de diarrea viral en lechones es el rotavirus, de los que hay varios tipos de diversas patogenicidades. Otras diarreas menos comunes incluyen la diarrea epidémica porcina y la gastroenteritis transmisible.
2.1 Vacunación
Hasta la fecha no hay vacunas para proteger lechones contra las diarreas víricas, por lo tanto puede ser necesario utilizar “feedback”. El uso de este recurso debe ser muy bien valorado ya que los rotavirus son muy persistentes en adultos y en el entorno. Para brotes agudos de diarrea epidémica o gastroenteritis transmisible, el uso de “feedback” de contenido intestinal de lechones muertos es, ciertamente, la única manera de limitar la infección y controlar la elevada mortalidad neonatal asociada.
2.2 Medicación preventiva
No es posible prevenir la diarrea viral mediante medicación.
3. Enfermedades parasitárias
El parásito encontrado con más frecuencia en diarreas de lechones es el coccidio, aunque también hay casos de infecciones por criptosporidios. Más raramente, también se han descrito casos de infecciones por larvas de Strongyloides ransomi vía leche materna.
3.1 Vacunación
No hay vacunas disponibles para diarreas parasitarias en lechones.
3.2 Medicación preventiva
La medicación preventiva, de eficacia variable, para la coccidiosis es la siguiente:
Medicación | Vía de administración | Dosis y duración del tratamiento |
Toltrazuril | Vía oral | 20 mg/kg a los 3-5 días de edad |
Salinomicina (ilícita) | Incluida en creep feed | 60 ppm a partir de los 7 días de edad |
Monensina (ilícita) | Incluida en creep feed | 100 ppm a partir de los 7 días de edad |
Decoquinato (ilícita) | Incluida en creep feed o en el pienso de la cerda | 100 ppm a partir de los 7 días de edad para lechones ó, en las cerdas, durante las últimas 4-6 semanas de gestación y durante la lactación |
Trimetoprim-sulfonamida | Inyección | 3-5 y 10-14 días de edad |
La prevención más efectiva la ofrece el toltrazuril, pero debe administrarse necesariamente a los 3-5 días de edad porque en este momento los esporozoítos que viven libres en el lumen intestinal son susceptibles al tratamiento. Los ionóforos sólo son efectivos contra los estadios de desarrollo del ciclo, por lo que sólo pueden ser efectivos si se usan desde los 7 días en creep feed. Se cree que el decoquinato puede reducir la excreción de oocitos por las cerdas, por lo que en algunos casos se administra conjuntamente con el toltrazuril. Aunque en mucha literatura se aboga por el uso de trimetoprim-sulfa, según la experiencia del autor, no es particularmente efectivo.
Pese a que no hay tratamientos específicos para criptosporidios, es posible que muchos de estos tratamientos puedan tener un efecto limitante. Los tratamientos antihelmínticos rutinarios en cerdas pueden prevenir la infección por estrongiloides.
4. Enfermedades causadas por el manejo
Muchos factores pueden contribuir a las diarreas en lechones y otros artículos de esta sección tratarán estos aspectos de manejo e higiene. En resumen, además de la vacunación y la medicación preventiva, es necesario:
- Asegurar una atención adecuada a la nutrición de la cerda para optimizar el peso de los lechones al nacimiento y que éstos nacen con unas reservas suficientes de glicógeno hepático como fuente inmediata de energía.
- Asegurarse de cumplir con los programas de vacunación, incluyendo su correcto almacenamiento y administración.
- Evitar creep feed de baja calidad, especialmente los que contengan una gran cantidad de soja sin refinar, polisacáridos no amiláceos solubles y proteína de mala calidad con gran capacidad de unirse a ácidos.
- Asegurarse de tener una buena higiene en las salas de partos para prevenir la contaminación cruzada de los lechones.
- Evitar un uso excesivo de antibióticos cuando se está consolidando la flora intestinal. Considerar la administración oral de probióticos de buena calidad.
- Evitar bajas temperaturas y el enfriamiento de los lechones