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PCV-3 ¿Debemos preocuparnos?

Donde estamos encontrando más evidencias del posible rol de PCV-3 es en ciertos problemas reproductivos.

Cuando surgió la problemática del Desmedro, las discusiones sobre la implicación central del PCV-2 en la enfermedad fueron constantes hasta que la aparición de las vacunas y su efectividad eliminó cualquier duda al respecto. Cuando surge PCV-3, la situación es prácticamente la contraria: todo el mundo asume que debe causar algún tipo de patología.

PCV-3 fue descubierto en 2015-2016 como resultado de secuenciación masiva realizada mediante metagenómica, una herramienta muy potente que nos permite obtener secuencias del genoma de diferentes microorganismos sin tener una idea previa de su secuencia. Ante la presencia de una serie de casos de PDNS, de problemas reproductivos, miocarditis y tras descartar la presencia de los principales patógenos que podían estar involucrados, como PRRSV y PCV-2, se optó por realizar análisis por metagenómica y es cuando se descubrió este nuevo circovirus. Lo que no sabemos es desde cuando está presente este virus en la población porcina. De hecho, nosotros y otros grupos de investigación realizamos estudios retrospectivos con muestras de suero almacenadas y detectamos que PCV-3 ya estaba presente como mínimo desde los años 90. Pero al detectarlo en las muestras más antiguas disponibles, con toda probabilidad este virus estaría circulando con anterioridad en la cabaña porcina.

PCV-2 también era un virus ubicuo que se detectó en sueros muy anteriores a la época en la que empezó a provocar enfermedad clínica.

De hecho, con PCV-2 no ha habido ningún cambio de patogenicidad, o al menos no lo sabemos. El virus efectivamente evoluciona y cambia, pero al tratarse la circovirosis porcina de una enfermedad multifactorial, la presencia de enfermedad depende de la presencia concomitante de otros factores. Por ello, el hecho que identificásemos una nueva enfermedad en los 90 se atribuye mucho más a la situación de co-factores que al virus en sí. Con PCV-3 no lo sabemos; no conocemos su impacto y no tenemos una enfermedad diferencial como vimos en los 90 que se pueda atribuir al mismo. Por otro lado, a diferencia de PCV-2, la variabilidad de PCV-3 es significativamente menor. Cuando en PCV-2 hablamos de un nivel de divergencia del 10%, todas las secuencias de PCV-3, excepto dos aislados hallados puntualmente en China con mayor divergencia, son extremadamente similares, con un grado de similitud de prácticamente el 98%.

Existe un equipo de trabajo para intentar establecer si podemos considerar distintos genotipos para PCV-3 y aunque las cosas pueden cambiar, a día de hoy podríamos hablar de un genotipo, máximo dos si consideramos esas 2 secuencias detectadas una única vez en China en 2006. Actualmente hay un volumen importante de secuencias de PCV-3 en el GeneBank, pero hay que tener en cuenta que el 80% de las secuencias proceden de China y no sabemos si esto afecta al nivel de representatividad en otras áreas.

“Asociado a vs causante de”

En la mayoría de casos que se describen en relación al PCV-3 se habla de “casos asociados a“, lo cual debe diferenciarse respecto a “causante de”. El hecho de detectar un microorganismo en el contexto de un problema clínico, no indica necesariamente que lo esté causando. Se han realizado estudios donde se valoraba la presencia de PCV-3 en casos enviados al laboratorio debido a problemas digestivos, respiratorios y también en animales sanos, y la frecuencia de PCV-3 era prácticamente la misma en las tres situaciones. No podemos olvidar que se trata de un virus prácticamente ubicuo.

PCV-3 se ha relacionado con multitud de síntomas y personalmente no veo tan claro que en la inmensa mayoría de ellos exista ningún tipo de “causalidad”. Donde estamos encontrando más evidencia, a día de hoy, es en su papel en ciertos cuadros reproductivos, pero debemos considerar también la frecuencia del problema. Si dimensionamos la gravedad y la extensión cuando se iniciaron los problemas por circovirosis porcina, es algo que no encontramos ahora en relación con problemas reproductivos y PCV-3.

PCV-3 y problemas reproductivos

Si bien parece difícil encontrar un efecto biológico claro entre PCV-3 y presencia de problemas digestivos o respiratorios, sí que podría haber problemas reproductivos que se asociaran a PCV-3. Susanna Williamson, del Reino Unido, presentó en el ESPHM 2019 un caso clínico donde había presencia de nacidos muertos, lechones con malformaciones e inflamaciones sistémicas, sobretodo vasculitis con presencia de niveles altos de PCV-3 detectado por PCR. Nos enviaron muestras de ese caso clínico para que pudiéramos realizar una hibridación in-situ y así localizar el virus en los tejidos. Para nuestra sorpresa, la cantidad de PCV-3 presente en tejidos era elevadísima, comparable a las cantidades de PCV-2 que encontrábamos en los casos clínicos de circovirosis porcina. Por ello, creo que PCV-3 sí que es un agente patógeno, que puede causar probablemente problemas reproductivos, pero la cuestión fundamental es determinar con qué frecuencia PCV-3 supone un problema. A día de hoy no tenemos esa evidencia de frecuencia; este mismo laboratorio británico que nos envió las muestras, solo ha registrado dos casos similares en los últimos 4 años. Ósea que podríamos decir que PCV-3 aparentemente tiene capacidad de producir lesiones asociadas a problemas reproductivos, pero parece ser que la incidencia de enfermedad que provoca es muy baja. Con estos datos solo podemos concluir que realmente aún no sabemos qué importancia tiene PCV-3 como patógeno.

¿Podemos esperar protección cruzada frente a PCV-3 con las vacunas frente a PCV-2?

Tenemos que tener en cuenta que, aunque tienen estructuras con cierta similitud, el grado de divergencia genética entre PCV-2 y PCV-3 es del 60%, por lo tanto, son muy diferentes. No esperaría ningún tipo de protección cruzada. Partimos de la base de que, a día de hoy, no disponemos de aislados de PCV-3, con lo que no hemos podido realizar estudios de patogenia ni técnicas serológicas con lo que las técnicas de diagnóstico quedan limitadas a PCR y secuenciación. Todo ello dificulta llegar a ninguna conclusión con base experimental.

¿Supone PCV-3 un reto a futuro?

A día de hoy es importante conseguir una mejor comprensión de cómo funciona PCV-3, pero mientras no se perciba como un problema, no se considerará como una prioridad científica. Mi conclusión es que aparentemente PCV-3 es capaz de provocar enfermedad reproductiva pero que no tenemos datos de su relevancia, lo cual es primordial.

Creo que, en el universo de los circovirus porcinos y con el excelente resultado que siguen dando las vacunas frente a PCV-2, si pensamos en retos a medio plazo es importante entender cómo, cuándo, por qué y en qué medida PCV-3 es capaz de producir enfermedad.

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