Esta encuesta se llevó a cabo con el respaldo y la colaboración de la Asociación Peruana de Porcicultores (ASOPORCI), representantes de la entidad revisaron y aprobaron su contenido antes de ser enviada a varios miembros de su junta directiva y la base de datos de usuarios de 333 Latinoamérica en Perú.
Igualmente, después de tabular los resultados, se realizó un cruce entre debilidades y amenazas para obtener las limitaciones, entre debilidades y oportunidades para obtener los desafíos, entre fortalezas y amenazas para obtener los riesgos y entre fortalezas y oportunidades para obtener las potencialidades. Es muy importante resaltar que se trata de un acercamiento a lo que los actores de la cadena perciben del sector porcino primario.
La principal actividad económica de los participantes fue la porcicultura, seguida de la producción de alimentos balanceados (Figura 1)
En cuanto a su perfil profesional el 85% estaba comprendido por productores o profesionales y asesores vinculados al gremio, el 15% restante se componía de directivos, operarios, administrativos e incluso agentes comerciales.
Según los encuestados, la principal debilidad de la porcicultura peruana es su alta dependencia de materias importadas para la elaboración del alimento balanceado, así como los altos márgenes de intermediación para la comercialización de la carne y los problemas sanitarios y de bioseguridad, la suma de estos 3 ítems totalizó el 60% de las opiniones.
Desde el punto de vista de las amenazas, las de mayor importancia son la volatilidad del precio de las materias primas, el riesgo de ingreso de nuevas enfermedades porcinas y el aumento del volumen de importaciones de la carne de cerdo.
Al realizar el cruce y obtener las posibles limitaciones del sector primario, encontramos el riesgo de ingreso de nuevas enfermedades porcinas, que se relaciona estrechamente con los problemas sanitarios y de bioseguridad, obviamente el ingreso de cualquier enfermedad nueva al país implicaría una gran limitación dada la dinámica de aumento de las importaciones, ya que una enfermedad como la FPA (Fiebre Porcina Africana) puede diezmar la producción nacional y estimular un mayor ingreso de carne importada para satisfacer la creciente demanda.
Por su parte, la alta dependencia de materias primas externas y la volatilidad de los precios internacionales, puede impactar directamente el costo de producción, con el riesgo de no ser competitivos en precio ante la carne de cerdo importada proveniente de países productores de materias primas.
Los altos márgenes de intermediación en un escenario en el cual la volatilidad del mercado de materias primas continúe y se genere una crisis por ingreso de alguna enfermedad pueden ser devastadores para la competitividad de la industria.
En necesario trabajar en distintos frentes para disminuir las debilidades, así como contar con planes de acción para prevenir los riesgos que implican las amenazas.
Desde el punto de los desafíos, mencionadas ya las debilidades los encuestados identifican como oportunidades importantes el aumento de consumo de carne en el país, a este respecto nuestras proyecciones indican una relación directa entre el PIB y el consumo, ya que por cada dólar que aumente el PIB Per Cápita, el consumo Per Cápita de carne de cerdo se incrementaría 3,59 gramos, esto significaría que, para lograr un aumento de 1 kg en el consumo, el PIB Per Cápita tendría que aumentar USD 277,9 en un año. Desde otro punto de vista, para lograr un kilo de aumento en consumo requeriríamos también el incremento de unas 12 mil a 15 mil cerdas en inventario.
Como segunda oportunidad estaría la exportación de carne de cerdo, derivados o despojos, a la fecha Perú no realiza exportaciones, pero según información de ASOPORCI se encuentran realizando las gestiones pertinentes para la apertura de mercados priorizados. Es de resaltar que como tercera, cuarta y quinta opción se encuentran la asociatividad, la integración vertical de la cadena y la formalización y empresarización de las producciones de pequeña escala.
Los desafíos indican que para aprovechar verdaderamente las oportunidades el sector deberá superar sus debilidades, en este sentido la integración de la cadena permitiría disminuir los altos márgenes de intermediación, la asociatividad puede permitir la mejora de las condiciones de negociación para la compra de insumos y materias primas y la venta de productos además de varias ventajas como la implementación de programas sanitarios conjuntos, acceso a crédito y asistencia técnica, etc.
En cuanto a las fortalezas, las principales están relacionadas con el aumento de la producción y consumo en los últimos años. De hecho, de 2010 a 2020 la producción de carne de cerdo en Perú aumentó casi 55%, al pasar de 155 000 a 240 000 toneladas, en tanto que, el consumo per cápita prácticamente se duplicó, pasando de 4 a 8,9 kg en el mismo período. En sentido y de acuerdo con nuestras proyecciones, estimamos que el consumo per cápita para 2022 alcance los 11,7 kg/hab. Obviamente, lo anterior va muy ligado a la implementación de campañas de fomento al consumo. ASOPORCI tiene actualmente una campaña denominada “Come cerdo, Come sano”, que promueve el consumo de la carne de cerdo e implementa varias acciones para lograr este objetivo.
Otras fortalezas destacadas son la mejora de los parámetros productivos en las granjas y la implementación de buenas prácticas porcícolas.
Para finalizar, no será posible ir por el camino de la competitividad si no se consideran los riesgos, dado que en un escenario altamente volátil y convulso como el que se ha presentado durante los últimos años, el aumento de la producción puede generar un escenario de bajos precios, más aún si el volumen de importaciones continúa incrementándose, lo que puede llevar incluso a precios por debajo de los costos de producción, situación que puede verse agravada por el aumento consistente de los precios de las materias primas. Por lo tanto, el crecimiento de las producciones debe darse de manera ordenada y planificada, cuidando siempre la bioseguridad de los planteles, dado que, para los encuestados, la amenaza de mayor importancia es el riesgo de ingreso de nuevas enfermedades porcinas y el aumento del volumen de importaciones de carne de cerdo.