1. LEGISLACIÓN EN LA UNIÓN EUROPEA
La legislación alimentaria se centra principalmente en 4 áreas:
- Sanidad humana, animal y medioambiente.
- Información a través del etiquetaje.
- Prevención de fraudes y engaños.
- Formas de aplicación y ejecución.
El mayor énfasis se pone en la seguridad de los alimentos para el consumo animal
y en la seguridad de los consumidores de productos de origen animal.
El establecimiento de la Unión Europea y de las agencias nacionales de seguridad
alimentaria han evolucionado rápidamente como respuesta a las crisis de confianza
de los ciudadanos en los alimentos principalmente en los de origen animal. Las
crisis de la BSE, Salmonella, E.coli, dioxinas, y listeriosis son algunos
de los ejemplos. También es importante el rápido crecimiento de la participación
del Parlamento Europeo en la proposición de nuevas regulaciones comunitarias
junto con el Consejo de la Unión Europea. El año pasado el señor Prodi, jefe
de la Comisión Europea, inició su discurso al parlamento presentando el objetivo
estratégico de mejorar la seguridad alimentaria a través de nuevas regulaciones.
Estas regulaciones tienen que ver con un acercamiento integrado al control de
la higiene a través de la cadena alimentaria: "la seguridad de los alimentos
de origen animal empieza por una alimentación animal segura". Esta es la declaración
de apertura del documento estratégico de la Comisión Europea. Es fácil entender
que los brotes de intoxicación alimentaria asociados con productos de origen
animal sean titulares destacados en las noticias a causa de sus efectos sobre
las personas.
En abril del 2002, en Holanda (Productschap) se empezarán a aplicar unos estándares
más estrictos para el control de la Salmonella en piensos para pollos.
Estas son complementarias a las nuevas regulaciones que se preparan en la UE,
las Regulaciones sobre Zoonosis, que introducen unos estándares para reducir
Salmonella, y otros patógenos, en cerdos y aves mediante la introducción
de nuevos controles en los alimentos. También está la Directiva sobre Higiene
Alimentaria que se espera que incluya unos límites de Enterobacterias muy severos,
así como la obligación de aplicar un régimen de toma y análisis de muestras.
2- PUNTOS CRÍTICOS DE CONTROL A CUMPLIR CON LAS REGULACIONES DE LA UE
La contaminación bacteriana puede ser controlada con métodos químicos, térmicos
o combinados. Los PCC principales en la elaboración de piensos animales son
la recepción de las materias primas, la mezcla, el acondicionamiento, la granulación,
el enfriado y el transporte. Por lo tanto los controles críticos deben incluir
la aplicación de contratos de compra de las primeras materias (p.e salmonella
free), tratamientos químicos al recibir los ingredientes o en la mezcladora,
temperaturas, tiempo y humedad durante el acondicionamiento/granulación/extrusión/expansión;
lavado y desinfección de la enfriadora y prevención de la recontaminación.
Un tratamiento térmico eficaz depende en la aplicación de una temperatura adecuada
durante el tiempo suficiente con una humedad también suficiente. El calentamiento
tiene algunas desventajas:
- Elevada inversión, especialmente para tratar harinas.
- El calor destruye algunas vitaminas y otros micronutrientes.
- El pienso puede recontaminarse más fácilmente.
- El calor no destruye las esporas de Clostridium ni de Bacillus.
Los tratamientos químicos se basan en mezclas de ácidos y bactericidas
que se aplican en forma líquida (sprays) o bien como mezclas secas con coadyuvantes
minerales. La aplicación mediante spray es más efectiva que en forma de polvo.
Estos tratamientos se usan para controlar los niveles de bacterias pero la mayoría
son de efectividad limitada a los niveles económicos aplicados normalmente.
Con la excepción del formaldehído, los ácidos orgánicos y productos como el
Termin-8 (terpenos), el resto no eliminan Salmonella de forma efectiva
y tienen poco efecto sobre los organismos Gram positivo como Clostridium,
S.aureus y Estreptococci.
Los productos con formaldehído son efectivos contra Gram negativos (como E.coli
y Salmonella) y Gram positivos y sus esporas (Clostridium y Bacillus).
Las pruebas cuantitativas para enterobacterias se utilizan de forma muy amplia
para controlar la higiene de las materias primas y ahora se incluyen en las
regulaciones de la UE sobre animales, pescado y materia primas. También son
usadas en los supermercados en sus especificaciones de alimentos. Los ingredientes
con niveles superiores a 1000 UFC de enterobacterias se asocian a un incremento
significativo del riesgo de contaminación por Salmonella.
Será difícil alcanzar los niveles esperados para Salmonella y enterobacterias.
Los productos que contienen formaldehído son los más efectivos para controlar
Salmonella y otros patógenos tanto en ingredientes crudos como en alimentos
elaborados. Se aplican a niveles de 2 Kg/t hasta un máximo de 5Kg/t en forma
líquida atomizada. También está disponible en forma de polvo. Tienen una gran
ventaja con respecto a los sistemas de calentamiento y muchos otros productos
químicos ya que previenen recontaminaciones durante un largo periodo de tiempo,
incluso hasta el momento de distribuir el alimento a los animales.
La gráfica muestra los resultados de unas pruebas realizadas con alimento para
pollos tratados con distintos productos disponibles.
El formaldehído fue el único que redujo el nivel de enterobacterias por debajo
de 1000 UFC, límite exigido por los clientes, y dio una protección extra contra
nuevas recombinaciones. Actualmente su uso esta muy extendido por grandes productores
en la UE, Norte y Sur América y Asia.
Cuando se elimina la Salmonella usando un producto de amplio espectro
es también muy probable que se reduzcan otros agentes patógenos. Esto es probablemente
la forma más efectiva y económica de cumplir con las obligaciones de la legislación
para asegurar que las materias primas están libres de organismos, esto ayuda
a producir cerdos y pollos dentro de los estándares obligados por la UE.