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Consumo excesivo de agua por recomendación veterinaria
Desde hace tiempo (años 80) es bien sabido que una baja ingesta de agua supone un factor de riesgo de cistitis en las cerdas. Ahora planteamos la hipótesis de que una ingesta excesiva de agua también es un nuevo e importante factor de riesgo de infecciones urinarias en la cerda. Esta hipótesis se basa en razones epidemiológicas y fisiopatológicas.
Las razones epidemiológicas tienen relación con la elevada incidencia efectiva de infecciones urinarias en las cerdas en Francia, en comparación con la situación de Norteamérica o de otras partes (Quebec, Bélgica y Países Bajos). En efecto, en una gran encuesta realizada en diferentes zonas de Estados Unidos (incluidas zonas cálidas), en diferentes tipos de producción y durante distintos períodos del año sobre el síndrome de mortalidad de las cerdas se demuestra que, hasta ahora, solamente seis cerdas (2,2%) de 272 sometidas a autopsia fueron catalogadas en la causa "sistema urinario". ¿Cuáles son las razones de esta discrepancia entre estos países y por qué es tan frecuente el diagnóstico de infecciones urinarias en Francia (teniendo en cuenta los exámenes tanto clínicos como bacteriológicos de la orina)?
Fuera de Francia, la recomendación de ingesta de agua en cerdas gestantes está alrededor de 12 a 15 litros por cerda, si bien algunos autores recomiendan niveles más bajos. ¿Por qué tales especificaciones normales aparecen como "anormales" en Francia? En Francia también es frecuente suministrar lo que los productores dieron en llamar "comida de agua" (distribución de agua entre las comidas) y es recomendado por muchos veterinarios y muchos manuales franceses sobre el cerdo. También es muy frecuente, en Francia, administrar al menos 2 comidas diarias, a veces 3, durante la gestación. Las observaciones realizadas en Estados Unidos por Douglas et al. (J. Anim. Sci. 1998; 76 : 2589-2595 ) proporcionaron otra visión de las necesidades de agua durante la gestación. En este estudio, los autores alimentaron un grupo de 32 cerdas multíparas una vez al día y alimentaron al otro grupo de 32 cerdas multíparas una vez cada tres días, en este caso, con el triple de la cantidad diaria. Los resultados son enormemente interesantes. En el caso de las cerdas alimentadas una vez al día, la ingesta media de agua al día por cerda se limita a 12 litros. En las cerdas alimentadas una vez cada tres días, la ingesta de agua el día de la alimentación se limita a 15 litros y, el día después de la alimentación, la ingesta de agua es de sólo 7 litros. El día antes de la alimentación, el nivel es aún más bajo, menos de 5 litros.
Las razones fisiopatológicas se basan principalmente en observaciones de la medicina humana (en niños, así como en mujeres embarazadas) en las que una disfunción del esfínter de la vejiga tiene su origen normal en una contaminación microbiológica de la propia vejiga. En efecto, la uretra no es un canal estéril, sino siempre contaminado (con adhesión de bacterias al epitelio de la uretra) según un gradiente descendente desde el orificio externo en la unión de la vagina y el vestíbulo hasta el esfínter de la vejiga.
En Francia, en las piaras con potomanía yatrogénica es frecuente observar que las cerdas acostadas orinan, lo cual es una observación excepcional en cualquier parte. El hecho de orinar cuando la cerda está tendida demuestra el estado de elevada presión del esfínter de la vejiga. Es fácil comprender que se produzca una colonización continua del área genitourinaria en cerdas que están continuamente tumbadas en zonas húmedas (debido a las micciones). Por esta razón, en Francia, la mayoría de los productores utilizaban derivados desecantes (arcilla, algas) sobre el suelo, lo que también es una característica francesa.
Otras razones fisiológicas están vinculadas a las relaciones entre osmolaridad, densidad, pH y nivel de consumo de agua. Por ejemplo, la dilución fisiológica de la orina después de la potomanía daba lugar a hipostenuria que crea un medio favorable para el crecimiento bacteriano y a una menor capacidad de defensa de la orina. La dilución afecta también a muchos constituyentes como la manosa, que cubre las fimbrias de las bacterias y bloquea competitivamente la adherencia bacteriana a la mucosa de la vejiga.
Después de haber documentado varios casos de infecciones urinarias en granjas a pesar de mantener una buena higiene, se observa que hay una ingesta muy elevada de agua en las cerdas y la utilización de muchos antibióticos tanto en el sudoeste como en la parte occidental de Francia. En estas regiones podemos confirmar la presencia de potomanía yatrogénica en Francia y comprender las razones por las que un productor llega a tal situación. Cuando se sospecha la existencia de una cistitis, comienza a producirse un círculo vicioso, ya que una de las recomendaciones es la de aumentar la ingesta de agua y los productores pueden llegar a suministrar una media de más de 25-30 litros al día a una cerda gestante. En efecto, en Francia, la distribución de agua durante la gestación se realiza a menudo en un abrevadero común. En estas granjas, dado que el problema siempre está presente, es normal realizar un tratamiento con antibióticos durante la gestación (esto es, con ácido oxolínico). Ya que la baja ingesta de agua es un factor de riesgo bien documentado de cistitis, es muy difícil para un productor aceptar la idea de que demasiada agua puede ser también otro factor de riesgo de cistitis. Sólo cuando un productor haya utilizado muchas alternativas será posible convencerle de disminuir la ingesta de agua para poder controlar la cistitis en sus piaras. ¡Pero funciona!
