La gestión de lechones en lactación: mortalidad real y calculada

Las bajas de lechones en lactación o mortalidad predestete (MPD), influyen directamente en el número de lechones destetados por cerda. En principio no parece difícil conocer este parámetro, ya que anotando todas las bajas en lactación deberíamos poder calcularlo. Sin embargo, no siempre es así, ya que a veces hay errores en la recogida de datos y además, existen algunos factores no tan evidentes, que afectan directamente a la MPD y que debemos tener en cuenta a la hora de analizar nuestra base de datos. Se trata de la adopción neta. Aunque se explicará más adelante con más detalle, podríamos definir adopción neta como el balance entre lechones adoptados (+) y cedidos (-) durante un periodo.

Para empezar a analizar la MPD, veremos qué ocurre cuando no se anotan todas las bajas de lechones en lactación. En estos casos, el programa de gestión tendrá por un lado el número de bajas que se han apuntado (bajas registradas) y por otro, el número de bajas calculadas, que resulta de restar a los nacidos vivos (NV) los lechones destetados (LD). De esta manera obtendremos un informe como el del ejemplo 1:

La fórmula para calcular la MPD es la siguiente:

Según el ejemplo anterior, la MPD de esta granja durante el año 2006 fue de 12,7%. Sin embargo, si calculamos la MPD a partir de las bajas registradas (es decir, las que realmente se apuntaron que según la tabla anterior fueron 1.975), obtenemos una MPD del 9,8%.

Pero esta tasa de mortalidad no es real, puesto que la MPD debe calcularse a partir de las bajas calculadas y no a partir de las registradas. Si nacieron 20.103 lechones y se destetaron 17.540, faltan 2.563 lechones que, por tanto, son los lechones que se usarán para calcular la MPD real. En este caso:

En la tabla anterior aparece un dato que indica la calidad de la introducción de datos. Es el porcentaje de muertes registradas. En este caso sólo se anotaron el 77,1% de las bajas.

La adopción neta es la suma de los lechones cedidos por las cerdas donantes (adopción negativa) más los lechones recibidos por las cerdas receptoras (adopción positiva). Cada vez que se le retira un lechón a una cerda (adopción negativa), se debe anotar la adopción positiva a otra cerda, es decir, debemos tener registrados el mismo número de lechones “negativos” que “positivos” para que la adopción neta sea igual a cero. En caso de que la adopción neta no sea igual a cero se plantean dos problemas:

Por tanto, es fundamental conocer cuál es la adopción neta del periodo a analizar antes de sacar conclusiones sobre si la MPD de la granja es alta o baja.

A continuación se presenta un ejemplo en el que la adopción neta es distinta de cero:

Según el ejemplo anterior si no se tuviera en cuenta la adopción neta (+73 lechones) la MPD sería de 11,4%, sin embargo, teniendo en cuenta este parámetro la MPD real es de 12,5%.

Anotar las adopciones de lechones puede ser una tarea complicada en granjas donde se realizan muchos movimientos o ajustes de camadas. Sin embargo, siempre que sea posible se recomienda hacerlo, ya que de esta manera dispondremos de información muy valiosa como la que se presenta en el siguiente informe:

Según el informe de gestión de lechones anterior, durante el año 2006 parieron 519 cerdas y se destetaron 535 camadas (519 cerdas paridas + 16 cerdas que criaron una segunda camada como cerdas nodrizas).

Algunos de los conceptos más interesantes que se muestran en el informe son:

- % lechones adoptados: es el porcentaje de lechones que han sido adoptados calculado sobre el total de lechones destetados. En nuestro ejemplo un 8,2%. - % de cerdas que adoptan o ceden: nos da una idea del manejo que se lleva a cabo en la explotación en cuanto a movimiento de lechones entre camadas. En este ejemplo vemos que más de la mitad de las cerdas adoptan o ceden lechones, concretamente el 67,2%. - Duración de la lactación de camadas intactas y camadas con adopciones: con esta información podemos comparar la duración de la lactación de las camadas intactas (aquellas en las que no se ha retirado ni añadido ningún lechón) frente a las camadas con adopciones. - Tasa de mortalidad de camadas intactas y camadas con adopciones: a partir de este informe podremos saber si acoplar lechones entre camadas ayuda o no a minimizar el porcentaje de MPD de la granja. En el ejemplo que nos ocupa la MPD es mínima en las camadas intactas (3,4% vs 7,2% de las camadas con adopción), es decir, según este resultado la gestión de los lechones no es la adecuada ya que produce un aumento en la MPD. Por tanto, se hace necesario controlar cómo se están realizando los acoples de lechones: ¿se mueven los lechones grandes o los pequeños?, ¿se mueven camadas enteras o sólo los lechones más desiguales de cada una de ellas?... Debemos dar respuesta a estas preguntas, ya que supuestamente este tipo de manejo (acoples) se hace para minimizar la MPD. - Duración de la lactación de primeras camadas frente a camadas de cerdas nodrizas: compara la duración de la lactación de la primera camada de una cerda (la parida por ella) frente a la segunda y/o posteriores camadas que crían las cerdas una vez que han destetado su propia camada. - Tasa de mortalidad de primeras camadas frente a camadas de cerdas nodrizas: compara la MPD de las primeras camadas de las cerdas (la que han parido), frente a camadas que han criado como cerdas nodrizas. En nuestro ejemplo 16 cerdas quedaron de nodrizas con una segunda camada. La MPD de la primera camada de estas 16 cerdas fue de 0,2% frente a un 14,7% de la camada de nodriza, lo que nos lleva a pensar si merece la pena o no hacer cerdas nodrizas en esta explotación.

Evidentemente es necesario tener en cuenta otros factores que afecten al manejo en lactación, pero es indudable que con esta información añadida, las decisiones que tomemos serán las más adecuadas o al menos se acercarán más al óptimo.