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Se trata de incluir un sabor específico a la dieta de la cerda justo antes del parto y durante la lactación. Este sabor pasa a la leche. Posteriormente se añade el mismo sabor al pienso que consumen los lechones durante la lactación, aumentando su ingesta.
En los numerosos estudios publicados en la década de los 70-80, R. Campbell demostró que los lechones improntados consumían 63 g/día más de pienso y crecían 65 g/día más que los no improntados. Los resultados de R. King fueron un incremento del consumo de 66 g/día y del crecimiento de 38 g/día.
En estos 25 años las cerdas han pasado de producir 10 lechones a producir 11 lechones. A esto hay que sumar la tendencia a retrasar el destete de 21 a 28-30 días. Esto significa que al cerda debe alimentar un lechón más y que se destetan con, al menos, un kilo más. De aquí el interés en potenciar el consumo de pienso durante la lactación, puesto que esto reduce la presión sobre la cerda.
J Gadd. What the textbooks don?t tell about?Imprinting. 2007. Pig Progress. Volume 23, Nº 6:15
