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El peso vivo del lechón destetado a 28 días, ¿el factor determinante para una buena adaptación post destete?

La caída productiva de los lechones al destete es uno de los factores más preocupantes en las explotaciones de porcino.

La caída productiva de los lechones al destete es uno de los factores más preocupantes en las explotaciones de porcino. Si bien parte de la investigación en este campo está centrada en estimular el consumo post-destete y reducir así el período improductivo y la aparición de diarreas, a nivel de campo sigue la controversia sobre si un mejor arranque de los lechones se debe (dejando de lado temas sanitarios) principalmente al peso vivo del lechón al destete, al consumo previo de pienso durante la lactación (“creep feeding”), o incluso a las estrategias de manejo de la alimentación del lechón durante la lactación.

El trabajo de Bruininx et al. (2001) reveló que los lechones más ligeros al destete empezaban a comer antes y en mayor porcentaje que los lechones más pesados. Posteriormente, Pluske et al. (2007), en un trabajo donde estudiaron los rendimientos productivos post-destete en función del comportamiento previo durante la lactancia, observaron que la mayor parte de lechones que no consumieron pienso durante la lactancia presentaron una caída en el crecimiento inmediatamente después del destete, mientras que los lechones clasificados como consumidores de pienso (los relegados a la parte caudal de la ubre) presentaron un crecimiento mayor a los 14 días post-destete.

En cerdas hiperprolíficas con lactaciones de 28 días, esta situación se agrava aún más puesto que, incluso asumiendo un buen programa de adopciones, hay una gran competencia por las mamas. El abanico de peso vivo de los lechones obteniendo con lactaciones de 28 días varía entre 4 y 10 kg. En el presente artículo se expone un caso práctico de la respuesta en crecimiento de los lechones al destete en función de la categoría de peso vivo (PV) a final de lactación.

De un total de 1940 (Macho y Macho) procedentes de 6 bandas de destete consecutivas (Figura 1a) se seleccionaron 1440 lechones (PV=7,5±0,32 kg; una vez excluidos los P10< PV < P90). Los lechones seleccionados se clasificaron en 4 categorías de peso (Q1=6,2 kg, Q2=7,0 kg, Q3=8,0 kg y Q4=8,9 kg de menor a mayor peso; Figura 1b) que se distribuyeron al azar dentro del módulo de destete (6 corrales de 10 animales por categoría de peso y banda de destete). Durante la lactancia, se ofreció pienso “creep-feeding” ad libitum a todas las camadas desde el día 10 de vida. El mismo pienso que para el “creep-feeding” se ofreció a los lechones seleccionados durante el primer día post-destete seguido de pienso pre-estárter hasta día 14 post-destete. Se registraron la iniciación al consumo de pienso a los 2 días post-destete y el PV y consumo de pienso a los 7 y a los 14 días post-destete para la determinación del CMD, GMD e IC.

Distribución del PV de los lechones a final de lactación durante 6 bandas de destete consecutivas (A) y clasificación inicial y evolución del PV a lo largo de la fase pre-estárter (B).

Figura 1. Distribución del PV de los lechones a final de lactación durante 6 bandas de destete consecutivas (A) y clasificación inicial y evolución del PV a lo largo de la fase pre-estárter (B).

Si bien no se observaron diferencias en cuanto a la iniciación al consumo de pienso a los 2 días post-destete (P>0,10), al cabo de una semana los lechones del grupo Q1, crecieron más que el grupo Q2 y Q4 (P<0,002; Figura 2b), mostrando consumos de pienso similares al grupo de animales más grandes (Figura 2a). A la segunda semana post-destete (7 a 14 días), no se observó mayor crecimiento en los lechones del grupo Q4 respecto a los del grupo Q1, aunque los animales de mayor PV presentaron un mayor consumo de pienso. A lo largo de toda la fase pre-estárter (0 a 14 días post-destete) los lechones del grupo Q1 presentaron un crecimiento y consumo de pienso similar (P>0,05) al grupo Q4, reduciéndose la diferencia inicial de PV a día 14. Si embargo el grupo Q2 (PV inicial 7,02 kg) fue siempre por debajo tanto en consumo como en ganancia de peso siendo alcanzados por el Q1 en PV a los 14 días.

Evolución del consumo medio diario (CMD) (A) y la ganancia media diaria (GMD) a lo largo de la fase pre-estárter (B).

Figura 2. Evolución del consumo medio diario (CMD) (A) y la ganancia media diaria (GMD) a lo largo de la fase pre-estárter (B).

La mayor tasa de crecimiento observada para los lechones de menor PV al destete (Q1; PV=6,21 kg), igualando incluso a los de mayor PV inicial (Q4, PV=8,87 kg), se podrían explicar por una mejor adaptación y eficiencia al pienso pre-estárter, asociado al consumo significativo de pienso durante la lactancia y el menor crecimiento y consumo más moderado de pienso de los lechones más grandes podría estar asociado a la falta de contacto previo con pienso sólido, probablemente como consecuencia de haber consumido más leche materna.

Estos resultados confirman la necesidad de iniciar el consumo de pienso sólido antes del destete en lactancias de 28 días. Además, sería necesario estudiar estrategias de manejo de las camadas con la finalidad de garantizar el contacto de todos los lechones con el pienso sólido durante la lactancia para reducir la caída productiva de estos lechones al destete.

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