En Polonia, el primer brote de peste porcina africana (PPA) se detectó en febrero de 2014 en un jabalí hallado cerca de la frontera con Bielorrusia. Cinco meses después se detectó en cerdos domésticos. La evolución de los brotes se muestra en las figuras 1 y 2.
Desde el inicio de la epidemia de PPA, se ha observado un patrón estacional de brotes en cerdos domésticos. La mayoría de brotes se detectan entre finales de junio y finales de septiembre, mientras que, en el caso de los jabalíes, la tendencia es la contraria; la mayoría de los brotes de PPA se detectan en otoño, invierno y primavera. Normalmente, los primeros brotes de PPA aparecen a principios de junio. Los últimos brotes "estacionales" se detectan a finales de septiembre. Las razones de la estacionalidad de la PPA en cerdos se encuentran principalmente en las actividades de los ganaderos, asociadas a la intensificación del trabajo en el campo. Durante este periodo, los vecinos se "prestan" la maquinaria agrícola con más frecuencia de lo habitual. En Polonia, es tradición ir al bosque a recoger bayas y setas durante el verano. El trabajo en el campo puede obligar a los jabalíes a abandonar su hábitat (p. ej., campos de maíz), lo que aumenta el riesgo de que se desplacen cerca de las granjas porcinas. Además, durante el verano, los cazadores aumentan su actividad, lo que afecta a los movimientos de los jabalíes. A finales de primavera y verano aumenta la actividad de los jabalíes, ya que se desplazan más lejos, a menudo en busca de agua, lo que provoca un contacto más frecuente entre individuos infectados y sanos. También en este período hay más insectos, lo que puede contribuir a la transmisión mecánica del virus de la PPA (vPPA).
A partir de 2014, el vPPA rompió barreras geográficas y se extendió de manera uniforme por todo el país. Inicialmente, la tasa de propagación del virus entre los jabalíes era relativamente baja, oscilando entre 10 y 12 km por año, en dirección oeste y sur.
Un brote de PPA en jabalíes a finales de 2017 evidenció el importante papel de los humanos en la transmisión a larga distancia del vPPA, ya que se situó en un área a más de 100 km de las zonas restringidas en el este de Polonia.
Los datos muestran que, por diversas razones, Polonia no ha logrado controlar la PPA tanto en jabalíes como en cerdos. El motivo principal es que, desde el principio, la determinación de las diferentes instituciones responsables de la lucha contra la PPA en Polonia fue insuficiente.
En primer lugar, se subestimó la necesidad de reducir significativamente la población de jabalíes por diversas razones. Y lo que es más importante, no se prestó la debida atención a la búsqueda activa y la eliminación de cadáveres de jabalíes. Esto es preocupante porque se sabe que ambos factores están implicados en la erradicación de la PPA y, por tanto, deberían tenerse en cuenta. Una reducción significativa de la circulación del vPPA en la población de jabalíes es una condición para el éxito en la lucha contra la PPA en cerdos.
Como se ha mencionado, los jabalíes son el reservorio y la fuente más importante del vPPA en el medio ambiente. Por lo tanto, la migración de estos animales desempeña un papel significativo en la propagación del virus en su entorno.
La propagación de la infección en jabalíes está influenciada por la densidad de su población y la densidad y el tamaño de los bosques. Debe hacerse todo lo posible por reducir la densidad de jabalíes. El vPPA se propaga en el medio ambiente, principalmente a través de los cadáveres de jabalíes. Dependiendo de las condiciones meteorológicas, los jabalíes hallados muertos a causa de la PPA y no vistos durante unos días, meses o incluso un año pueden ser una fuente de infección del virus para individuos sanos.
Otro motivo importante del fracaso de la lucha contra la PPA, especialmente en los primeros años de la epidemia, fue el bajo nivel de conocimiento y la subestimación de la importancia de la bioseguridad para proteger las granjas frente a la PPA. En el caso de los cerdos, al inicio de la epidemia en Polonia, parecía que el problema afectaría únicamente a las granjas porcinas pequeñas. Esta tendencia se invirtió visiblemente tras la aparición de los brotes de 2019 y 2020 en granjas porcinas de gran escala con varios miles de cerdos. Es importante señalar que la bioseguridad es el único método eficaz para proteger a los cerdos contra la PPA. Si está bien organizada y se cumple a diario, puede proteger a las granjas porcinas de la enfermedad. Hay que subrayar que la actitud hacia la bioseguridad ha cambiado fundamentalmente entre los porcicultores polacos en la última década. El porcentaje de granjas que han implantado y cumplen los principios básicos de bioseguridad es ahora significativamente mayor que hace 10 años. Esto se debe, entre otras cosas, al cierre de las granjas pequeñas y de traspatio, que no suelen seguir las normas de bioseguridad. Al igual que en otros países, en Polonia la PPA ha influido en la estructura de la ganadería porcina. Desaparecen las granjas pequeñas y permanecen y crecen las grandes. Durante los 10 años de PPA en Polonia, el número de granjas ha disminuido de unas 200 000 a 50 000.
En conclusión, se podría decir que las medidas adoptadas en los últimos diez años para limitar la propagación de la PPA en las poblaciones de jabalíes y cerdos (búsqueda activa de cadáveres de jabalíes, reducción significativa de la población de jabalíes y aplicación de los principios de bioseguridad en todas las granjas porcinas) no han sido suficientes. La experiencia polaca también demuestra que la lucha contra la PPA es imposible sin la participación de los distintos servicios del Estado en este proceso.