¿Alguna vez has tenido que readaptar o utilizar una parte de la granja para criar cerdos de una fase distinta a aquella para la que se diseñó? ¿o adoptar un sistema de alimentación diferente al inicialmente diseñado para ese corral o fase de producción? Seguramente, para muchos lectores, la respuesta es sí.
El caso más frecuente es el de un cambio de sistema de alimentación: con la gestión informatizada de alimentación líquida, muchos criadores han sustituido la alimentación seca (a voluntad) por una alimentación líquida (sopa) racionada.
En muy raras ocasiones, como en este caso, la transformación se ha hecho a la inversa: de la alimentación líquida a seca.
En este caso, el porcicultor decidió destinar a la fase final de crecimiento de las cerdas de reemplazo unas instalaciones que antes se utilizaban para el engorde.
Como no quería usar alimentación líquida, sino seca, ideó este sistema muy sencillo de alimentación en seco, que permite dar a los animales una ración a semi-voluntad.
Se colocó y fijó un gran tubo de PVC sobre el comedero de sopa existente. La parte inferior se elevó lo suficiente del fondo del comedero para que los cerdos pudieran acceder al alimento que contiene y la parte superior se conectó a la línea que transporta el alimento desde el silo.
La tubería puede contener un determinado volumen de alimento, que el porcicultor conoce. Por la mañana, el sistema de transporte de alimento se pone en marcha y llena todos los "tubos". A cierta hora del día, el sistema se apaga y los cerdos siguen comiendo hasta que se consume todo el contenido del tubo.
Podemos denominar a este sistema "a semivoluntad" o "racionado-a voluntad", ya que los animales sólo disponen de alimento durante un determinado número de horas al día.