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Colienterotoxemias post-destete: la nutrición como factor predisponente

Interacciones entre las estrategias nutricionales y prevalencia / gravedad de los cuadros digestivos por E. coli después del destete.

La bacteria Escherichia coli es un bacilo Gram negativo presente en la flora saprofita de cerdos y personas. De los más de 200 tipos diferentes, tan solo unos pocos son patógenos que provocan una enterocolitis en los primeros tramos del intestino delgado. Por lo tanto el equilibrio de la flora digestiva en los cerdos es una parte esencial para evitar los cuadros clínicos de enfermedad. De la misma manera, sabemos que un correcto equilibrio de la microflora favorece un adecuado desarrollo y maduración del sistema inmune de base mucosal entérica, donde se producen hasta el 65 % de las células de defensa, siendo éstas la primera barrera de protección a la entrada entero-hemática de dichas cepas patógenas de E.coli y sus toxinas. Por lo tanto, sin un buen equilibrio entre la flora saprofita y patógena, no puede haber un buen desarrollo del sistema inmune, corriendo mayor riesgo de patologías colibacilares post-destete.

Intestino delgado distendido con fluidos, gases y congestión vascular

1- Intestino delgado distendido con fluidos, gases y congestión vascular.

En este trabajo práctico pretendemos tratar las interacciones entre las estrategias nutricionales y la prevalencia / gravedad de las colienterotoxemias después del destete en los lechones. Voy a referenciar estos riesgos nutricionales desde el punto de vista del propio pienso, así como del manejo del alimento por parte de los trabajadores.

 

Factores de riesgo ligados al alimento

  • Exceso de proteína bruta en la dieta. Los lechones no digieren más del 45 % de la proteína bruta. Su metabolismo provoca una elevada producción de aminas biógenas que alteran la flora digestiva.
  • Incorporación de proteína de baja digestibilidad. A mayor digestibilidad de la proteína, menor riesgo digestivo: los valores por encima del 85 % de digestibilidad en piensos de primera edad reducen el riesgo de problemas digestivos (las fuentes de proteína de mayor digestibilidad en esta fase posterior al destete son la proteína de leche, proteína de plasma, proteína de pescado, proteína de huevo, concentrados de proteínas animales, ...).
  • Atención al uso de proteínas vegetales en elevado porcentaje de inclusión. Pueden provocar reacciones hiperalergénicas a nivel intestinal y favorecer la proliferación de la flora patógena.
  • Las dietas de baja digestibilidad favorecen la presencia de nutrientes sin digerir que son fuentes de ácidos grasos volátiles, que a su vez sirve de energía para nutrir a la flora patógena.
  • Inclusión de grasas con elevado porcentaje de acidez.
  • Niveles incorrectos de lactosa en piensos de primera edad.
  • Origen de la lactosa (pura y/o sueros lactosados) en piensos de arranque y prestarter.
  • Total de azúcares y tipos en los piensos de arranque y prestarter.
  • Baja palatabilidad de los piensos, lo que puede dificultar el consumo mínimo necesario para cubrir las necesidades, y conllevar un balance negativo de nutrientes que favorezca la proliferación de la flora patógena. Tener en cuenta que en las primeras semanas de vida el lechón recambia su mucosa digestiva cada dos días, necesitando un aporte mínimo de nutrientes para cubrir dichos requerimientos.
  • La adición de fibras solubles favorece la proliferación de flora saprofita.
  • El uso de probióticos específicos flora competitivos reduce la incidencia de cuadros colienterotóxicos post-destete.
  • Otros aditivos como los prebióticos, al mejorar el equilibrio de la flora y la inmunidad entérica, reducen el riesgo de padecer cuadros colienterotóxicos por E. coli.
  • Dietas con elevada capacidad tampón dificultan la producción de ácido clorhídrico en el estómago y por lo tanto favorecen la multiplicación de cepas patógenas de E. coli. En este sentido la inclusión de ácidos orgánicos en los piensos de primeras edades permite la reducción del pH estomacal, y por lo tanto la multiplicación del E. coli enteropatógeno.

Signos de deshidratación y septicemia.

2.- Signos de deshidratación y septicemia.

  • Mala higiene de algunas materias primas.
  • Mala higiene del pienso final.
  • Deficiente calidad microbiológica del agua de bebida.
  • Incorrecta temperatura del agua de bebida: fría o caliente.
  • Contaminaciones con factores antinutricionales.
  • Contaminaciones con ciertas micotoxinas.
  • Suministro masivo de antibióticos en piensos en primeras fases.
  • Supresión drástica de los antibióticos de un pienso al siguiente.
  • Elevadas dosis de antibióticos o mezclas de antibióticos que no solamente controlan agentes infecciosos específicos, sino también la flora saprofita incluido los E. coli.
  • Elevadas concentraciones de óxido de zinc en los piensos de los lechones mantenidas de forma prolongada más allá de dos semanas posteriores al destete representan un drástico impacto sobre la microbiota intestinal, sobre todo frente a los Lactobacillus, por lo que en muchas ocasiones su retirada brusca favorece los cuadros de enterocolitis por E. coli.

 

Factores de riesgo ligados al manejo del pienso

  • Adelantar un pienso al que correspondería por la edad/peso del lechón. La diferencia entre un lechón de 18 frente a uno de 25 días a nivel digestivo es enorme, en cuanto a su equilibrio de flora saprofita e inmunidad entérica, corriendo hasta seis veces más riesgo de padecer diarreas colibacilares cuando se destetan con una semana menos y pasamos de una dieta líquida a una sólida.
  • Retrasar un pienso al que correspondería por la edad/peso del lechón. La ingesta excesiva de ciertos nutrientes más concentrados en pienso de primera edad supone un elevado riesgo digestivo además de afectar a la maduración digestiva.
  • Racionamiento seguido de un sobreconsumo que conlleva falta de absorción de ciertos nutrientes, y como el tránsito intestinal en lechones de menos de 8 semanas de vida es de menos de 24 horas, favorece la llegada de nutrientes sin digerir a tramos finales del intestino delgado y grueso, aumentando la proliferación de E. coli al prevalecer la flora patógena sobre la saprofita ("Competencia excluyente").

Intestino delgado hemorrágico con estómago normalmente lleno de pienso.

3.- Intestino delgado hemorrágico con estómago normalmente lleno de pienso.

  • Mal manejo de las tolvas de alimentación.
  • Insuficiente espacio de comedero por número de cerdos.
  • Insuficientes bocas de suministro de agua por número de cerdos.

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