Artículo
Porcine Reproductive and Respiratory Syndrome (PRRS) with special reference to clinical aspects and diagnosis. A review. G. Nodelijk 2002. Veterinary Quarterly; 24(2): 95-100
Resumen del artículo
¿Qué se estudia?
Este artículo revisa los principales aspectos clínicos y de diagnóstico de PRRS, aunque nos centraremos sólo en los clínicos. La enfermedad tiene dos fases claras: epidémica y endémica.
Fase epidémica
En esta fase PRRSv se caracteriza por importantes trastornos reproductivos durante 1-3 meses. Debido a la infección, las cerdas muestran anorexia, conocida en algunos casos como "anorexia progresiva". También pueden mostrar signos respiratorios, fiebre o incluso morir.
Los típicos problemas reproductivos observados son: aborto, parto prematuro, mayor número de lechones nacidos muertos, muerte fetal con o sin momificación y mortalidad neonatal. Además, algunos autores han descrito cianosis de las orejas, abdomen y vulva.
En lechones destetados y cerdos de engorde, el cuadro clínico básicamente consiste en: enfermedad respiratoria, aumento de la mortalidad y crecimiento lento. Además, frecuentemente PRRSv se ve agravado por infecciones secundarias. Las infecciones por PRRSv normalmente son dependientes de la edad por lo que la gravedad de la enfermedad es mayor en la transición que en el engorde, donde pueden aparecer formas subclínicas de la enfermedad.
Fase endémica
PRRSv puede persistir en las granjas afectadas durante años y, actualmente, la mayoría de países productores se encuentran en una fase endémica de la enfermedad. Desde que PRRSv se ha vuelto endémico es muy común observar pérdidas reproductivas, un aumento de los problemas respiratorios y malos resultados productivos en cerdos de engorde.
Existen pocos estudios de campo sobre el curso endémico de la enfermedad, pero se considera que en la mayoría de casos PRRSv se presenta en una forma subclínica sin gran influencia sobre los parámetros productivos. En cerdas no expuestas se observan fallos reproductivos periódicos.
En explotaciones afectadas, los problemas asociados a enfermedades respiratorias, conocidos como PRDC, se observan sobre todo en la transición y crecimiento. En estos casos, existe una incidencia superior a la habitual de infecciones secundarias que resultan en la reducción de la tasa de crecimiento y aumento de la mortalidad.
¿Qué conclusiones se extraen de este trabajo?
Durante la fase epidémica de la enfermedad, podemos observar en las cerdas trastornos reproductivos importantes durante un periodo de 1-3 meses, pero cuando PRRS se vuelve endémico los efectos en la explotación pueden ser incluso subclínicos. Sin embargo, las cerdas no expuestas pueden mostrar fallos reproductivos periódicos.
Los lechones y los cerdos de engorde infectados con PRRSv muestran enfermedad respiratoria, aumento de la mortalidad y crecimiento lento. A menudo PRRSv se ve agravado por infecciones secundarias, conocidas como PRDC. Incluso en situaciones endémicas, existe una incidencia superior a la habitual de infecciones secundarias que resultan en la reducción de la tasa de crecimiento y aumento de la mortalidad.
La visión desde el campo por Enric Marco A pesar de que el artículo ya lo podemos considerar viejo (más de 10 años) la descripción de la sintomatología de la infección epidémica del virus PRRS continúa siendo actual. Incluso la duración del cuadro clínico, sea cual sea su gravedad, sigue siendo igual de larga: 1-3 meses. Hoy las situaciones epidémicas son, quizás, menos frecuentes, dado que en zonas de alta densidad porcina, una gran proporción de las granjas están endémicamente infectadas. Es por este motivo que lo que debe preocuparnos en estos casos es la formación de subpoblaciones negativas que puedan infectarse volviendo a generar de nuevo cuadros clínicos. Cuando se da esta circunstancia los problemas son periódicos, aumentando así su impacto económico y produciendo verdaderos dolores de cabeza a productores y técnicos. El grupo de riesgo por excelencia es siempre el grupo de las primerizas, bien porque su origen es externo y llegan negativas para asegurar que no se introducen nuevas cepas de virus PRRS o, en el caso de ser de auto-producción, porque pueden llegar a perder la protección en fases de crecimiento produciendo al final el mismo problema. Éste es el motivo por el cual la inmunización de estos colectivos antes de introducirlos en la dinámica productiva de la granja es imprescindible. Para ello, usamos distintas metodologías (contactos con animales virémicos, utilización de vacunas vivas o incluso sero-infecciones) pero siempre buscando un mismo objetivo: tener primerizas que hayan contactado con el virus y por lo tanto que hayan desarrollado defensas recientes, pero que ya no sean excretoras del virus; este estado es el que permitirá introducirlas en el rebaño sin riesgo de producir nuevas recirculaciones. La adaptación de las cerdas primerizas es un elemento crucial para evitar recirculaciones del virus PRRS en granjas positivas y, en consecuencia, evitar así la producción de lechones virémicos que son los responsables de generar problemas respiratorios en las fases posteriores. Naturalmente cuando hablamos de controlar el movimiento de virus en el interior de una explotación infectada conviene no olvidarse de llevar un manejo de lotes estricto. De este modo, cuando empecemos a producir lotes donde no haya animales excretores, éstos llegarán a ser negativos, así evitaremos su infección y en consecuencia los perjuicios que conlleva. Este manejo en lotes no sólo debe contemplar la separación física de los mismos sino evitar el contagio entre ellos, por ejemplo a través del uso de agujas contaminadas. |